Los alojamientos en cueva se promocionarán con la nueva marca “Andalusian Cave Hotels”
El presidente de la Diputación de Granada afirma que se trata de "uno de los productos turísticos más singulares y característicos de la provincia y de Andalucía, que ahora se presentará bajo esta marca”
El presidente de la Diputación de Granada, José Entrena, ha participado hoy, en el stand de la provincia en Fitur 2017, en el lanzamiento oficial de “Andalusian Cave Hotels”, la nueva marca adoptada por la Asociación de Cuevas Turísticas de Andalucía, desarrollada en colaboración con el Patronato Provincial de Turismo de Granada y Turismo Andaluz.
Se trata, según ha explicado Entrena, de “uno de los productos turísticos más singulares y característicos de la provincia y de Andalucía, que ahora se presentará bajo esta marca”.
Para darla a conocer se ha creado un logotipo, un espectacular vídeo divulgativo en calidad 4K, la web www.cuevasdeandalucia.org, pósteres informativos y una campaña de comunicación en medios regionales y nacionales, según ha explicado el presidente. También se han contratado publirreportajes en revistas dirigidas a la población nórdica residente en España y una campaña de “adwords” en buscadores y redes sociales.
La creación de la marca Andalusian Cave Hotels surge de la necesidad de que los consumidores identifiquen los alojamientos turísticos en cuevas como establecimientos vacacionales construidos y excavados por el hombre, con unas magníficas características bioclimáticas y adaptación al paisaje, y romper con la errónea concepción de que se trata de grutas o abrigos naturales.
Según la propia Asociación, muchos visitantes se sorprenden positivamente cuando duermen en cuevas con todas las comodidades, cálidos en invierno y frescos en verano, y las instalaciones exigibles a un hotel de calidad: restaurante, spa, salas para reuniones, baños árabes, piscina y servicios de actividades turísticas complementarias para hacer la estancia más agradable.
Aunque también hay hoteles en cueva en Almería, Cádiz y Jaén, la gran mayoría se encuentran en Granada, donde en las comarcas de Guadix y el Altiplano se han convertido en uno de los productos turísticos más atractivos y singulares de la provincia. Actualmente existen, en estas dos zonas, en el barrio granadino del Sacromonte y en otras localidades, más de 60 establecimientos reglados catalogados como alojamientos turísticos en cuevas que suman más de 1.200 camas. Todos ellos tienen como denominador común el servicio de calidad y todas las comodidades que exige la vida moderna, el respeto al medio ambiente, y la recuperación y conservación de una de las tradiciones constructivas y arquitectónicas más peculiares de Europa.
LA EXPERIENCIA DE DORMIR EN UNA CUEVA
Dormir en una cueva es una experiencia que sumerge al visitante de lleno en la cultura y en la que todavía hoy es la forma de vida de más de 5.000 familias granadinas. En más de treinta localidades de la zona norte –como Guadix, Baza, Galera, Huéscar y Purullena– existen barrios enteros formados por cuevas. Excavadas a pico y pala en las entrañas de la tierra, estas casas constituyen un magnifico ejemplo de la integración del hombre con la naturaleza y el paisaje. Su origen en la zona se remonta al siglo XV, cuando los habitantes moriscos las construyeron masivamente en los arrabales al verse relegados de las medinas después de la conquista cristiana.
Aquella necesidad se ha transformado hoy en una virtud. Los hoteles en cueva son un alojamiento exclusivo en el que no hay dos habitaciones iguales. Cada una de las cuevas es diferente a las demás y en ellas se puede observar cómo la arquitectura popular se adapta a las características del medio físico donde se encuentran. Las tierras arcillosas, duras y secas, ofrecen poca resistencia a ser excavadas y resultan seguras, compactas e impermeables, dando como resultado estancias frescas en verano y cálidas en invierno. De hecho una de las principales peculiaridades de los hoteles cueva es que no necesitan calefacción ni aire acondicionado, porque la temperatura permanece estable en su interior durante todo el año, en torno a 20 grados.
Esto no impide que la gran mayoría estén dotadas de calefacción y chimeneas alimentadas con leña, que generan un ambiente acogedor en los días más fríos. A la agradable temperatura constante, sus anchos muros suman las sensaciones de silencio, penumbra y aislamiento, ingredientes fundamentales que garantizan al huésped poder desconectar del estrés diario y dormir a pierna suelta.
Cada alojamiento en cueva suele estar concebido como un pequeño apartamento. Vistos desde fuera, sus señas de identidad son su fachada, normalmente encalada y con un pequeño tejadillo, y la chimenea. En su interior destaca la caprichosa forma de las estancias, con techos abovedados, arcos, paredes redondeadas y sinuosos pasillos. La primera habitación a la que se accede desde la puerta se suele destinar a sala de estar o cocina. Las habitaciones más interiores se reservan para los dormitorios, cuyos armarios, alacenas y despensas no son de mobiliario, sino que suelen ser también ganados al terreno, y los cuartos de baño. A veces, la luz natural llega al interior de la cueva por los techos, cálidamente filtrada a través de lucernarios excavados en el cerro.
Aparte de alojamiento, los hoteles en cueva de la provincia de Granada suelen prestar a sus clientes multitud de servicios para su estancia y actividades complementarias de turismo rural y activo. Muchos disponen de restaurante, baños árabes, zonas de juegos para niños y salas de reuniones para eventos, todo ello también en cuevas.
Los hoteles en cueva están perfectamente integrados en el paisaje de la zona norte de la provincia de Granada, marcado por las grandes extensiones semidesérticas de ‘badlands’, los contrastes cromáticos y las montañas que crecen en el horizonte para alcanzar las cimas de Sierra Nevada. Una de las principales poblaciones es Guadix, que alberga el mayor barrio troglodita de Europa.