Los controles antidopaje llegan a los torneos de videojuegos
La Electronic Sports League ha anunciado su intención de implementar exámenes antidopaje para descalificar a los competidores que den positivo en pro del juego limpio
Semanas después de que un jugador de Counter Strike admitiera haber consumido una droga psicoestimulante junto al resto de su equipo (e implícitamente, el resto de jugadores) durante una competición de eSports, la Electronic Sports League ha anunciado su intención de implementar exámenes antidopaje para descalificar a los competidores que den positivo en pro del juego limpio.
Aunque la sombra del dopaje planea desde hace tiempo sobre el deporte electrónico, la polémica se ha reavivado a raíz del último caso sonado de prácticas antideportivas. El jugador Kory 'Semphis' Friesen confesó haber ingerido Adderall, una sustancia empleada el tratamiento de la hiperactividad y la narcolepsia, para mantener un nivel mayor de concentración y aguantar más horas despierto durante un torneo de la Electronic Sports League, cuyo premio ascendía a 25.000 dólares. A esta confesión le siguió la de otros jugadores de la misma liga, que desde su anonimato, también admitieron haber consumido la misma droga.
Tras este episodio, tanto la ESL, una de las principales organizadoras de torneos de videojuegos a nivel mundial, como la Major League Gaming, han tomado la decisión de endurecer el reglamento para prohibir expresamente el consumo de cualquier droga (así como el abuso de medicamentos), y se han puesto en contacto con la Agencia Mundial Antidopaje y la Agencia Nacional Antidoping para habilitar controles de drogas aleatorios a los jugadores, a pesar de se requieren numerosos trámites.
El consumo de sustancias ilegales responde a los elevados premios de los torneos, que pueden alcanzar el millón de dólares, y que sumados al número de espectadores que acogen, genera una enorme presión en los jugadores más jóvenes, que incluso cuentan con psicólogos en sus equipos.