Los jóvenes granadinos que se quedaron para emprender
La Asociación de Emigrantes y Retornados ha hecho públicas unas cifras que revelan que en la provincia se fueron en busca de un futuro menos hostil unas 3.000 personas entre los años 2010 y 2013. La otra cara de la realidad se encuentra en los jóvenes que decidieron quedarse y emprender en Granada en negocios que van desde los relacionados con la salud hasta la manualidades o la arquitectura.
Dice el 'chiste' que los jóvenes granadinos tienen tres salidas laborales en Granada: "por avión, por autobús o por tren". La 'malafollá' de esta afirmación se ratifica en algunos de los datos de emigración que la Asociación de Emigrantes y Retornados ha hecho públicos durante esta semana; en sus oficinas recibieron durante 2014 algo más de 46.000 consultas, lo que se traduce en 180 al día. Y aunque muchas de las cuestiones tienen que ver con los derechos de los emigrantes retornados -que en los últimos tiempos han tenido problemas con Hacienda-, la presidenta de la asociación, María José Hueltes, revela que entre 2010 y 2013 unos 3.000 granadinos se marcharon a la búsqueda de empleo fuera de España. Y precisamente esa tendencia contrasta con otra manera de intentar acceder al mercado laboral, la de crear una empresa propia. Los que antes eran llamados empresarios hoy son unos emprendedores que van creciendo en número: Granada ha pasado de contar con 56.927 autónomos afiliados a la seguridad en enero de 2014 a 59.391 durante el último mes del año pasado. Las siguientes historias reflejan el día a día de algunos de estos emprendedores.
Estudio de arquitectura Mytaki
Paredes blancas, como un lienzo expectante; espacios abiertos y con luz, mucha luz, para iluminar las ideas; y de fondo los proyectos, unos terminados, otros en construcción… este es el pilar sobre el que sustenta el estudio de arquitectura Mytaki, una empresa puesta en marcha por David Camilo, Luis Bravo-Villasante, Alberto Cobos, Manuel Godoy y Luis Villar, más para demostrar que también en un campo tan desolado como el de la construcción se pueden levantar iniciativas prósperas. Y la suya, tras cinco años de “constancia”, ya lo es.
“Lo que en principio era sólo un lugar físico donde juntarnos los amigos para terminar los proyectos de la carrera luego se convirtió en algo más”, explica Villar, un arquitecto que se atrevió, a comienzos de la crisis, a apostar por su profesión, una de las que peor lo han pasado en estos últimos seis años: “Siempre digo que tuvimos la suerte de empezar en el peor momento posible porque eso nos ha hecho que cada día crezcamos. Es verdad que es un momento difícil para la profesión pero también hay oportunidades; es importante cambiar la mentalidad y ser más emprendedor”.
Pero no es fácil y no sólo por la situación económica, sino porque desde las propias universidades, en demasiadas ocasiones y como asegura Villar, no se forma en emprendimiento. “Hay cierto déficit en el ámbito universitario, que no te forma en la línea empresarial. Sé que se está intentando por parte de las universidades pero tenemos un gran diferencial con respecto a otros países”.
Mytaki
LA BÚSQUEDA DEL PROYECTO
Lo que empezó con un estudio formado entre amigos ha pasado a ser una empresa que tiene sede tanto en Granada como en Almería y Murcia. “Es importante deslocalizarse”, comenta Villar mientras que muestra sus proyectos en la tablet. El joven recurre a los trabajos que están haciendo en Marruecos, sobre todo, en temas de rehabilitación asociados a programas de cooperación transfronteriza.
Abrir nuevas sucursales en otras provincias y trabajar en el extranjero es algo que a Mytaki le ha llegado tras el tesón y la energía puesta en el proyecto: hemos viajado a Marruecos tres o cuatro veces. Los proyectos no llegan solos, tienes que ir a buscarlos”.
Y estos arquitectos de Granada han resultado vencedores en diferentes concursos públicos entre los que cabe destacar la construcción del Centro de Difusión y Práctica de la Astronomía en Teruel. El edificio, llamado ‘Galactica’, conjuga perfectamente la filosofía del estudio: “intentamos introducir el máximo grado de diseño a nuestros proyectos sin renunciar a la máxima eficiencia energética posible”.
Preguntado por el secreto del éxito del estudio, Luis no vacila a la hora de repetir una y otra vez: “trabajo, constancia y voluntad”, una fórmula que derriba muros o, como en este caso, los levanta.
Clínica Neurofix
La suya es una historia de reconciliación entre dos carreras que, aunque complementarias, siempre han tenido ese ‘pique’ propio de disciplinas que nadan en aguas comunes. Fisioterapia y Terapia Ocupacional se dan de la mano en la clínica Neurofix, una jovencísima propuesta que la ‘fisio’ Alba Pérez y la terapeuta Alba Romero se han afanado en sacar adelante. Y el suyo no es un emprendimiento por necesidad, sino por vocación: las dos jóvenes forman parte del equipo que atiende a ancianos en la residencia Fuente de la Salud de Padul. Eso por las mañanas, porque por la tarde ambas se mudan a la capital para abrir las puertas de la clínica: “queríamos hacer algo más”, explica Pérez; “La idea nos encontró. Se nos presentó la oportunidad y nos tiramos a la piscina”, completa Romero.
Neurofix
EL EMPRENDIMIENTO COMO RETO CONSTANTE
Neurofix nace con la idea de reunir en un mismo sitio tratamientos como el quiromasaje, la rehabilitación neurológica o técnicas como la acupuntura o los drenajes linfáticos. Sin embargo, las emprendedores no se quedan ahí y han desarrollado una propuesta que llaman ‘Talleres Senior’: una actividad pensada para mantener activos a los mayores del hogar y para promocionar eso que se ha venido llamando ‘envejecimiento activo’. “Queríamos innovar y sabemos que nuestros mayores tienen una serie de necesidades diarias que, en ocasiones, no quedan cubiertas”.
De necesidades también hablan las dos Albas, que recuerdan el complicado camino del emprendimiento: “no hemos encontrado ayudas, bien porque ya llegábamos tarde a algunas convocatorias, bien porque ya somos trabajadoras y no entrabamos en el perfil que buscaban”. Sin embargo, el mayor reto al que se han enfrentado las emprendedoras tiene que ver con la burocracia a la hora de comenzar el negocio: “una de las dificultades ha sido el tema del papeleo y de las diferentes opciones de sociedades que teníamos a la hora de establecernos. Hemos echado en falta más ayudas e información en trámites administrativos, pero el apoyo de la familia es lo que nos ha ayudado en todo momento".
Aunque Neurofix cuenta con apenas tres meses de vida, sus responsables ya están pensando en ampliar la oferta de servicios: nutrición, psicología… son solo algunas de las opciones que barajan estas dos trabajadoras, que ya piensan en crear empleo para otros granadinos.
Infinity & Beyond Events
Son amigas desde pequeñas y ahora se han hecho socias. Son Infinity & Beyond Events, o lo que es lo mismo Victoria Taboada y Raquel Ruíz, organizan todo tipos de eventos sociales, como bodas, cumpleaños, comuniones, y eventos corporativos. "Nos pareció que un trabajo así de tantas horas juntas sólo se podía hacer con una persona con la que te entendieras a la perfección", comenta Taboada. Ambas tienen una carrera en Administración y Dirección de Empresas y Arquitectura Técnica, pero debido a la crisis, no han podido trabajar de ello.
Infinity & Beyond Events
Sin embargo, Taboada trabaja en la Huerta del Sello como gerente y se podría decir que Infinity & Beyond ha nacido en este lugar, "una amiga que se casaba allí nos pidió ayuda para su boda con un poco de decoración, candy bar... y lo hicimos encantadas sin saber que eso podría llegar a algo más". A partir de ahí y gracias al boca a boca les han ido saliendo más trabajos.
En lo que respecta al tema financiero, se les está haciendo más difícil: "ambas tenemos un trabajo aparte, provisional, para intentar pagar los gastos que vamos teniendo", explica Ruiz. Aunque sus familias les apoyan en esta nueva andadura, "en el tema de económico preferimos ser más independientes”.
El hecho de tener trabajos a parte no les resta dedicación a Infinity & Beyond, "nos vemos todos los días, ponemos ideas en común, contactamos con nuestras futuras novias de 2015, con proveedores, y le dedicamos tiempo a diario a las redes sociales, también estamos muy liadas con la página web que esperemos que en breve podáis verla", comenta Taboada.
Por ahora van creciendo poco a poco aunque como reconocen, “a veces es de locos” cuando las fechas de los distintos eventos se acercan, "es un no parar de compra de materiales, de intentar plasmar la idea que hay en un papel y hacerla real, toda la pastelería", haciendo una dedicación exclusiva: "de repente el tiempo desaparece, "siempre habrá algo que necesitas o que no ha salido como tu querías, y no te queda otra que buscar una solución rápida y efectiva. En ese aspecto podemos considerarnos unas chicas con muchos recursos y resolutivas ya que siempre han salido muy bien todos los eventos que hemos ido realizando".
Violeta López y el Scrapbooking
Ha sido una pionera. Desde siempre amante de las fotos, recueros y pequeñas cosas, tal y como la propia Violeta López explica, “no sabía que esto tenía un nombre, hasta que por casualidad descubrí que lo que yo llevaba tanto tiempo haciendo se llamaba Scrapbooking”.
El Scrapbooking es la técnica de personalizar álbumes de fotografías. “Guardar recuerdos o recortes en un diario o trozos de papel de regalos se está haciendo scrapbooking”, explica Violeta. Esta moda, que nació en Estados Unidos, donde se estima que existen más de 25 millones de aficionados, consiste en multitud de procesos creativos como el recorte, pegado o collage que permiten crear una composición de memorias y recuerdos.
Scrapbooking
Violeta se dedica profesionalmente a impartir talleres de esta disciplina. Bióloga de formación, encontró su camino laboral entre papeles, tintas, sellos y colores. “Comencé aprendiendo con libros, tutoriales, y sin saber muy bien dónde me metía. Mi primer taller fue todo un reto, pero también un éxito, así que abrí este nicho de mercado que en Granada no estaba nada explotado”.
En sus talleres sigue una máxima: “todo el mundo puede hacerlo, y además hay que divertirse, y sobre todo, tener un sentimiento que expresar”, asegura Violeta. Suelen participar un máximo de 8 personas en cada sesión, que tiene una duración de unas tres horas, “y no hay límite de edad”.
Los materiales que se utilizan para una primera clase son básicos: papel decorado de doble cara, de alto gramaje, con unas medidas de 30,5 por 30,5 centímetros. “Se trata de las míticas 12 por 12 pulgadas porque las medidas vienen de Estados Unidos”, explica Violeta, que también quiere hacer hincapié en que “es cierto que este mundo también puede ser muy caro, porque hay modas, colecciones de papeles, de colores, de tintas, colecciones de verano, de otoño, y eventos puntuales como Navidad o San Valentín”, aunque también quiere aclarar que “la filosofía del scrapbooking es el reciclaje, así que se puede utilizar cualquier cosa”.
En el sur de España esta técnica es una gran desconocida, pero en el norte hay incluso ferias dedicadas, y en Europa existen grandes profesionales dedicados a ello.
Ahora Violeta, además de hacer estos talleres, también da consejos y explica nuevas técnicas a través de su página web violincantarin.com, con la que también gestiona pedidos de todo tipo.