Los padres no ven el sobrepeso de sus hijos
De 369 niños, solo 4 padres reconocieron la obesidad
La obesidad infantil es uno de los problemas de salud pública más graves del siglo XXI. Se trata de un problema mundial que avanza a un ritmo alarmante. Se calcula que hay unos 43 millones de menores de cinco años obesos o con sobrepeso. Ante ésta situación los investigadores se preguntan: ¿Cuáles son las causas?, ¿hay algún culpable? o ¿hasta que punto afecta el entorno?.
Aunque la respuesta más facial (y real) a estas preguntas sería culpabilizar al desequilibrio entre la ingesta calórica y el gasto calórico, lo cierto es que la educación y el proteccionismo familiar puede ayudar a tapar la realidad de la obesidad infantil.
Esta es la principal conclusión de un estudio dirigido por la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical y el Instituto de Salud Infantil de la 'University College London', en Reino Unido, que muestra que los padres de los niños obesos pueden no ser capaces de reconocer que su hijo tiene sobrepeso, a menos que se encuentre en niveles muy extremos de obesidad.
El trabajo, que se publica en la revista 'British Journal of General Practice', vio que los padres son, además, más propensos a subestimar el peso de sus hijos si son negros o del sur de Asia frente a los blancos, de ambientes más desfavorecidos o si sus hijos son hombres.
La identificación de las brechas entre las percepciones de los padres y las directrices oficiales y las variaciones observadas en diferentes grupos demográficos de la población puede ayudar a evaluar cómo de eficaces serán las intervenciones de salud pública para la obesidad en los niños de diferentes grupos de la población.
La investigación sugiere que muchos padres no pueden identificar que su hijo tiene sobrepeso, lo que lleva a cuestionar la efectividad de las medidas actuales de salud pública para luchar contra la obesidad en el hogar.
DE 369 NIÑOS, SOLO 4 PADRES RECONOCIERON LA OBESIDAD
El equipo de investigación analizó la magnitud de este problema adicional e identificó los factores socioeconómicos que pueden predecir la sobreestimación o subestimación por parte de los padres del peso de sus hijos. Los padres de 2.976 niños respondieron a un cuestionario, cuyas respuestas mostraron que el 31 por ciento (915 padres) subestimaba el índice de masa corporal (IMC) de su hijo ubicado en las escalas gubernamentales de obesidad, que clasifican a los niños en las categorías de sobrepeso (u obesidad), exceso de peso, peso saludable o bajo peso.
Además, se encontraron con que sólo cuatro padres describieron a su hijo como muy obeso a pesar de que 369 niños fueron identificaron oficialmente como con mucho sobrepeso. De acuerdo con las directrices oficiales, los niños son clasificados con sobrepeso cuando están en el percentil 85 y mucho sobrepeso (u obesidad) en el percentil 95.
El equipo calcula que para un niño con un IMC en el percentil 98 hubo un 80 por ciento de probabilidades de que el padre ubicara a su hijo en el grupo de peso saludable, pero reconoce que era más probable que los padres clasificaran a su hijo con sobrepeso cuando el niño tenía un IMC superior el percentil 99.7.
El autor principal, Sanjay Kinra, profesor adjunto en Epidemiología Clínica en la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical y coinvestigador principal del ensayo PROMISE, señala: "Si los padres no son capaces de clasificar con precisión el peso de su propio hijo, puede que no estén dispuestos o motivados a promulgar los cambios en el entorno del niño que promueven el mantenimiento del peso saludable".
El coautor Russell Viner, pediatra académico en el Instituto UCL de Salud Infantil e investigador de PROMISE, propone: "Ahora pueden ser necesarias medidas que disminuyan la brecha entre las percepciones de los padres del estado del peso y las escalas de obesidad infantil utilizadas por los profesionales de la medicina con el fin para ayudar a los padres a entender mejor los riesgos de salud vinculados con el exceso de peso y aumentar los estilos de vida más saludables".