Los sindicatos rinden homenaje a los tres obreros asesinados durante la huelga de la construcción de 1970
Los líderes sindicales han asegurado que las muertes "no fueron inútiles".
Los sindicatos UGT y CCOO de Granada han rendido este lunes homenaje a los tres obreros que perdieron la vida mientras participaban en una manifestación en defensa de mejoras salariales, durante la huelga de la construcción de 1970, cuando se cumple el 44 aniversario.
Delegados de CCOO y UGT Granada han guardado tres minutos de silencio en homenaje a Cristóbal, Antonio y Manuel, y han hecho entrega de una ofrenda floral en el monumento que se levanta en La Caleta, frente a los juzgados de Granada, en homenaje a las víctimas que perdieron la vida en la movilización obrera de 1970.
Además, han recordado que "hoy más que nunca, no puede estar en riesgo la vida ni la libertad de ningún trabajador por defender sus derechos", en alusión a Carlos C.N. y Carmen B.C., condenados a tres años y un día de prisión por un piquete en la huelga general del 29 de marzo de 2012, y a los "cientos de sindicalistas" pendientes de juicio y con penas de cárcel.
Los obreros fallecidos fueron Antonio Cristóbal Ibáñez Encinas, marmolista natural de Granada y de 43 años; Manuel Sánchez Mesa, domiciliado en Armilla, de 27 años y Antonio Huertas Remigio de 21 años y vecino de Maracena. Sus familiares apenas pudieron identificarles, y, según los sindicatos, la policía armada efectuó 113 detenciones de trabajadores que fueron puestos a disposición de la autoridad militar, tras pasar por comisaría.
Para UGT y CCOO no fueron "muertes causales", sino que respondieron a la "necesidad de la dictadura de atajar unas movilizaciones en las que se estaba exigiendo dignidad, en las condiciones de trabajo y en el salario que permitieran vivir a los trabajadores y sus familias sin miseria". Pero además, con esas muertes "se quería escarmentar a quienes se habían atrevido a organizarse y a convocar una huelga que claramente ponía en cuestión el marco de relaciones laborales impuesto por la autoridad de la fuerza".
"Estas muertes no fueron inútiles, sino que fueron la contribución de la clase trabajadora para la venida de la Democracia en la que convivimos, sin que a veces seamos del todo conscientes de lo que costó traerla", han dicho los responsables sindicales.