Los sirios buscan una ruta a Europa que evite la peligrosa travesía por mar

La reagrupación familiar con un miembro que ha logrado llegar a Suecia, una de las mejores vías

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Omar Badran tuvo suerte de llegar vivo a Suecia después de que la embarcación clandestina que lo llevó desde Libia a Europa se hundió, causando la muerte a decenas de sus compañeros de viaje. Badran, un ciudadano sirio con tres hijos, espera ahora que su familia evite esos peligros y pueda viajar directamente desde Turquía para reunirse con él en su nuevo hogar.

Mientras las rutas legales a Europa son casi imposibles para la mayoría de los que huyen de la guerra civil siria, la decisión de Suecia en 2013 de conceder la residencia permanente a los refugiados sirios ofrece una de las escasas vías para llegar al continente sin enfrentarse al peligro del mar.

Ante el beneficio automático de la residencia permanente, los refugiados sirios en Suecia pueden pedir rápidamente la reagrupación con su familia, un derecho que en otros países europeos puede tardar años y requerir pruebas de que el primer refugiado está en condiciones de ayudar a otros.

En el distrito diplomático de Ankara, sólo la Embajada sueca tiene filas de inmigrantes, sobre todo sirios, que esperan pacientemente a que abra sus puertas cada mañana. Muchos tienen al menos un familiar que ya ha realizado el peligroso e ilegal viaje hacia Europa y que avala su solicitud.

"No tuve elección, no pude ir de forma legal", cuenta Badran, de 37 años, que ha vuelto a Turquía desde Suecia para asegurarse de que la solicitud de sus familiares fuera aprobada. "Europa debería hacer más para ayudar. Por supuesto los sirios seguirán viniendo ilegalmente. Cualquier cosa es mejor que morir en Siria", afirma, recordando el horror de ver a amigos y parientes ahogarse en embarcaciones que zozobraron en 2014.

Europa pasa apuros para lidiar con la crisis humanitaria y política de cientos de miles de inmigrantes que buscan escapar de los conflictos en Oriente Próximo y buscan asilo.

La imagen del diminuto cuerpo de un niño sirio en una playa turca, divulgada la pasada semana, aumentó la presión pública sobre los líderes europeos para que abran sus fronteras y liberen a los refugiados de las manos de los traficantes.

La crisis ha dividido a los países de la UE. Algunos como Alemania y Suecia, ofrecen una bienvenida más cálida, mientras que otros tratan de desalentarlos.

VOLUNTAD DE AYUDAR ES PRIMORDIAL

El Gobierno danés publicó esta semana anuncios en diarios de Oriente Próximo advirtiendo a los posibles inmigrantes de que la asistencia financiera para los refugiados en Dinamarca sería recortada y que la reunificación familiar sería difícil.

Suecia, descrita una vez por el ex primer ministro Fredrik Reinfeldt como una "una superpotencia humanitaria", ha asistido a refugiados desde hace décadas y recibe más solicitudes de asilo per cápita que cualquier otro país de la UE.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, propuso el miércoles un nuevo sistema de cuotas para distribuir entre los estados miembros las solicitudes de asilo que llegan a Europa. Pero algunos países dicen que esta acogida alienta a otros a hacer el peligroso viaje.

"Europa necesita traer más gente y hacerlo de forma más digna y programada", sostiene Jean-Christophe Pegon, responsable en Turquía del directorio de la Comisión Europea para Ayuda Humanitaria y Protección Civil.

Una solución sería dejar que los refugiados pidan asilo remotamente en países como Turquía, que actualmente acoge a 2 millones de sirios. "Un mejor sistema de asilo aumentaría sus posibilidades", opina Pegon. "Pero todavía se basa en que las naciones quieran acogerlos. Si los países no abren sus puertas, un procedimiento mejorado no ayudará", advierte.

Decenas de miles de sirios han llegado este verano a la costa egea de Turquía para tomar un bote hacia las islas griegas, que en muchos casos están a sólo 4 kilómetros. Son una pequeña parte de los que se refugian en Turquía, pero la tentación de llegar a la rica Europa atrae a muchos que pueden permitirse el pago de miles de euros a contrabandistas.

El embajador sueco en Turquía, Lars Wahlund, ha señalado a Reuters que ofrecer asilo directamente desde las embajadas crearía un "tsunami" de solicitudes. "Ni es posible sin acuerdos internacionales con muchos países. Por ahora el único modo viable que veo para reducir los obstáculos sería aumentar las cuotas de Naciones Unidas", ha opinado Wahlund.







Los sirios buscan una ruta a Europa que evite la peligrosa travesía por mar

La reagrupación familiar con un miembro que ha logrado llegar a Suecia, una de las mejores vías

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Omar Badran tuvo suerte de llegar vivo a Suecia después de que la embarcación clandestina que lo llevó desde Libia a Europa se hundió, causando la muerte a decenas de sus compañeros de viaje. Badran, un ciudadano sirio con tres hijos, espera ahora que su familia evite esos peligros y pueda viajar directamente desde Turquía para reunirse con él en su nuevo hogar.

Mientras las rutas legales a Europa son casi imposibles para la mayoría de los que huyen de la guerra civil siria, la decisión de Suecia en 2013 de conceder la residencia permanente a los refugiados sirios ofrece una de las escasas vías para llegar al continente sin enfrentarse al peligro del mar.

Ante el beneficio automático de la residencia permanente, los refugiados sirios en Suecia pueden pedir rápidamente la reagrupación con su familia, un derecho que en otros países europeos puede tardar años y requerir pruebas de que el primer refugiado está en condiciones de ayudar a otros.

En el distrito diplomático de Ankara, sólo la Embajada sueca tiene filas de inmigrantes, sobre todo sirios, que esperan pacientemente a que abra sus puertas cada mañana. Muchos tienen al menos un familiar que ya ha realizado el peligroso e ilegal viaje hacia Europa y que avala su solicitud.

"No tuve elección, no pude ir de forma legal", cuenta Badran, de 37 años, que ha vuelto a Turquía desde Suecia para asegurarse de que la solicitud de sus familiares fuera aprobada. "Europa debería hacer más para ayudar. Por supuesto los sirios seguirán viniendo ilegalmente. Cualquier cosa es mejor que morir en Siria", afirma, recordando el horror de ver a amigos y parientes ahogarse en embarcaciones que zozobraron en 2014.

Europa pasa apuros para lidiar con la crisis humanitaria y política de cientos de miles de inmigrantes que buscan escapar de los conflictos en Oriente Próximo y buscan asilo.

La imagen del diminuto cuerpo de un niño sirio en una playa turca, divulgada la pasada semana, aumentó la presión pública sobre los líderes europeos para que abran sus fronteras y liberen a los refugiados de las manos de los traficantes.

La crisis ha dividido a los países de la UE. Algunos como Alemania y Suecia, ofrecen una bienvenida más cálida, mientras que otros tratan de desalentarlos.

VOLUNTAD DE AYUDAR ES PRIMORDIAL

El Gobierno danés publicó esta semana anuncios en diarios de Oriente Próximo advirtiendo a los posibles inmigrantes de que la asistencia financiera para los refugiados en Dinamarca sería recortada y que la reunificación familiar sería difícil.

Suecia, descrita una vez por el ex primer ministro Fredrik Reinfeldt como una "una superpotencia humanitaria", ha asistido a refugiados desde hace décadas y recibe más solicitudes de asilo per cápita que cualquier otro país de la UE.

El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, propuso el miércoles un nuevo sistema de cuotas para distribuir entre los estados miembros las solicitudes de asilo que llegan a Europa. Pero algunos países dicen que esta acogida alienta a otros a hacer el peligroso viaje.

"Europa necesita traer más gente y hacerlo de forma más digna y programada", sostiene Jean-Christophe Pegon, responsable en Turquía del directorio de la Comisión Europea para Ayuda Humanitaria y Protección Civil.

Una solución sería dejar que los refugiados pidan asilo remotamente en países como Turquía, que actualmente acoge a 2 millones de sirios. "Un mejor sistema de asilo aumentaría sus posibilidades", opina Pegon. "Pero todavía se basa en que las naciones quieran acogerlos. Si los países no abren sus puertas, un procedimiento mejorado no ayudará", advierte.

Decenas de miles de sirios han llegado este verano a la costa egea de Turquía para tomar un bote hacia las islas griegas, que en muchos casos están a sólo 4 kilómetros. Son una pequeña parte de los que se refugian en Turquía, pero la tentación de llegar a la rica Europa atrae a muchos que pueden permitirse el pago de miles de euros a contrabandistas.

El embajador sueco en Turquía, Lars Wahlund, ha señalado a Reuters que ofrecer asilo directamente desde las embajadas crearía un "tsunami" de solicitudes. "Ni es posible sin acuerdos internacionales con muchos países. Por ahora el único modo viable que veo para reducir los obstáculos sería aumentar las cuotas de Naciones Unidas", ha opinado Wahlund.