Los trabajos arqueológicos en San Cecilio sacan a la luz tramos desconocidos de la muralla del Albaicín

El Ministerio de Cultura destaca la inversión de 1,4 millones realizada para proteger el patrimonio cultural e histórico de Granada

La subdelegada del gobierno visita la Ermita - Sara Castaño (4 de 7)
Zona del Albaicín donde se realizan los trabajos arqueológicos | Foto y vídeo: Sara Castaño
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La subdelegada del Gobierno en Granada en funciones, Inmaculada López Calahorro ha visitado esta mañana los trabajos que el Ministerio de Cultura y Deporte, a través del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), está desarrollando en la ermita de San Cecilio, fruto de los importantes hallazgos arqueológicos descubiertos durante la restauración de varios tramos de las murallas del Albaicín.

Según ha explicado López Calahorro, debido a la importancia de estos restos arqueológicos, se hizo necesaria la redacción de un proyecto específico para actuar en ellos que ha permitido una inversión extraordinaria de 132.360 euros que se suma a la inversión inicial de 1,3 millones, lo que hace un total de 1,4 millones que es lo que el Ministerio de Cultura y Deporte está invirtiendo en el proyecto de conservación y restauración de varios tramos las murallas del Albaicín. Este proyectos, ha señalado la subdelegada del Gobierno, “muestra el firme compromiso que el Gobierno de España tiene con la conservación y recuperación del rico patrimonio histórico y cultural de Granada”.

La subdelegada del Gobierno ha señalado que los trabajos marchan a buen ritmo y se prevé que estén finalizados para finales de 2019 o principios de 2020.

Los hallazgos arqueológicos descubiertos en el solar de la ermita han sido extraordinarios y han sacado a la luz tramos de muralla desconocidos que permiten hacer una lectura completa del proceso evolutivo de esta zona desde el punto de vista urbanístico e histórico.

La intervención arqueológica que acompaña a las obras de restauración tiene por objeto el estudio histórico de las murallas para ampliar su conocimiento y aportar datos para la restauración. Este estudio se ha abordado desde tres enfoques: el análisis de la arquitectura edilicia emergente, el estudio de los restos soterrados recuperados mediante la excavación arqueológica y el trabajo documental en archivos.

La actuación se realiza en distintos puntos de las defensas de la zona norte de la Alcazaba Cadima o Antigua de Granada (ss. XI-XIII), justo en el límite del oppidum ibérico y de la civitas romana. Esta zona fue la más expuesta a las ofensivas bélicas, por lo que a lo largo de la Historia se han sucedido importantes obras de fortificación.

En conjunto, la intervención arqueológica está permitiendo ampliar el conocimiento que se tenía de los trazados de las defensas en este sector, añadiendo complejidad en su diseño y evolución. Se han hallado así sucesivas murallas de época protohistórica, romana y medieval.

El estudio del origen de la muralla en este sector parece indicar que se construyó una imponente estructura en época íbera (ss. V-I a.C). Fue objeto de modificaciones y construcciones en época romana, período del que se conservan también importantes restos de la fortificación. Posteriormente, en la etapa medieval, se documenta la secuencia evolutiva desde el período zirí (s. XI) hasta el nazarí (ss. XIII-XV). Entre los elementos monumentales cabe destacar la erección de una puerta de acceso a la Alcazaba, que constituye un gran ejemplo de este tipo de arquitectura en época taifa. En el período nazarí se la denominó puerta del Castro (Bab Qastar) para, en el siglo XVI, llamarse portillo de San Nicolás o puerta de Hernán Román. A partir de 1752 se erigió en su interior la ermita de San Cecilio.

Trabajos de restauración de las murallas

Las obras de recuperación de las murallas se centran en cuatro tramos de la muralla interior conocida como Zirí: la Torre de las Tres Caras, la puerta de Hernán Román, torres y restos de lienzos situados en la plaza del Cementerio de San Nicolás, y entre la calle Horno de San Agustín y el convento de las madres Agustinas de Santo Tomás de Villanueva.

Todos ellos presentaban patologías comunes: suciedad generalizada, proliferación de plantas invasoras, deterioro y disgregación de tapiales, distorsión de su fisonomía original por la presencia de nuevas construcciones y de restauraciones diversas, problemas de inestabilidad estructural y deterioros por causa de la humedad.

El proyecto de restauración en curso contempla, entre otros aspectos, la consolidación de las estructuras, incluyendo la limpieza, restauración, refuerzo, consolidación, reintegración de masas y superficies parcialmente perdidas del tapial, el tratamiento de los refuerzos de sillares de las fábricas originales, la protección de coronaciones de muros y torres, la retirada de elementos y adosamientos extraños a la muralla, el tratamiento contra la proliferación de especies vegetales invasoras, la recomposición de geometrías volumétricas perdidas y los tratamientos de estabilización estructural y contra la penetración de agua y humedad.

El conjunto de las obras de restauración y consolidación de las murallas del Albaicín responde a lo previsto en el Plan Director que el IPCE elaboró en 2013. Se continúa, de esta forma, con la labor de recuperación del recinto fortificado, que ya fue objeto de actuaciones previas por parte del Ministerio de Cultura y Deporte, como las obras realizadas en Plaza Larga en 2011, o las del tramo del Callejón de San Cecilio, entre 2012 y 2013, ambas con una inversión total de 445.729,27 euros.

Obras de emergencia en la muralla nazarí

Además del proyecto de conservación y restauración de las murallas, el Consejo de Ministros del pasado 30 de agosto tomó razón de las obras de emergencia para evitar desprendimientos en la Muralla Nazarí o Cerca de Don Gonzalo en la vertiente del Sacromonte (Granada) por un importe de 458.492,40 euros.

Dicha intervención, a cargo del Instituto del Patrimonio Cultural de España del Ministerio de Cultura y Deporte, incluye la eliminación del peligro de desprendimiento de los fragmentos de relleno de una restauración previa en los años 80, el sellado de los muros de ladrillo, y su protección para evitar la entrada de agua.
La Muralla Nazarí de Granada fue declarada Monumento Arquitectónico-Artístico en 1922. Su titularidad es estatal y está adscrita al Ministerio de Cultura y Deporte.