Los yacimientos de Orce son los más antiguos con restos humanos en Europa occidental
Los expertos afirman que esta zona del sur de España es algo más antigua que las más viejas con presencia humana en Atapuerca (Burgos), lo que se ha conseguido determinar tras confirmar la ausencia de fósiles de cerdos en los yacimientos granadinos
El Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (Iphes) afirma que los yacimientos de Orce, en la provincia de Granada, son los más antiguos con restos humanos de Europa occidental, puesto que la presencia de restos humanos y la ausencia de cerdos fósiles permiten contemplar una cronología superior a 1,2 millones de años e inferior a 1,8 millones de años.
En Europa, la presencia de cerdos fósiles es bien conocida con anterioridad a 1,8 millones de años de antigüedad, como en Saint Vallier o Senèze (Francia) o Poggio Rosso (Italia), donde se ha registrado una especie llamada Sus strozzi, pero también, y es especialmente relevante su hallazgo en la misma cuenca de Guadix-Baza en el sur de la Península Ibérica, donde en el yacimiento de Fonelas P-1, datado en unos dos millones de años, se ha publicado la presencia de un cerdo llamado Potamochoerus magnus.
Sin embargo, los expertos resaltan que no hay registro de cerdos fósiles en todo el continente europeo, en cronologías que van desde 1,8 hasta 1,2 millones de años. "Es decir, los cerdos desaparecen de Europa durante más de medio millón de años, por causas que aún se desconocen", comenta Bienvenido Martínez-Navarro, investigador en el Iphes y autor principal del artículo que recoge este estudio, publicado en la revista 'Quaternary International'.
"Este dato --prosigue el paleontólogo-- se detecta en el legendario yacimiento de Dmanisi, en el Cáucaso de Georgia, a las puertas de Europa, datado en 1,8 millones de años, donde se han encontrado las evidencias de presencia humana más antiguas de toda Eurasia, pero en cambio es muy significativa la ausencia de cerdos". A partir de ahí, su registro es totalmente nulo en el continente europeo hasta hace 1,2 millones de años, cuando vuelven a aparecer en el nivel TE9 de la Sima del Elefante de Atapuerca, y asociados al registro fósil de los humanos más viejos de este yacimiento burgalés.
Se trata de una especie indeterminada, aunque corresponde al grupo de los cerdos modernos europeos. Desde esta primera aparición, su registro se generaliza por toda la Europa mediterránea y central durante el resto del Cuaternario hasta la actualidad. Se trata del famoso jabalí, la especie de ungulado salvaje más abundante en todo nuestro continente.
GRAN ÉXITO REPRODUCTIVO
"Cuando hay cerdos en un ecosistema, normalmente son abundantes entre la comunidad de especies de grandes mamíferos, debido a su comportamiento alimentario generalista omnívoro, pero especialmente son abundantes por su gran éxito reproductivo", puesto que pueden tener partos con un elevado número de crías, puntualiza Bienvenido Martínez-Navarro.
Por esta causa, si están presentes en los ecosistemas, los cerdos se conservan de manera normalizada en las asociaciones fósiles, ya que el potencial de fosilización de una especie depende de su capacidad de reproducción y, en este particular, los cerdos son los reyes entre los ungulados.
La llegada a Europa de cerdos relacionados con el cerdo moderno marca el final del llamado Villafranquiense superior, periodo de tiempo que comienza hace 2 millones de años y termina hace aproximadamente 1,2, cuando empieza el Epivillafranquiense.
Dado que los cerdos no toleran temperaturas muy bajas, muy probablemente su colonización de Europa está relacionada con cambios en los ecosistemas y en el clima.
Por otro lado, la llegada de los cerdos a Europa occidental es posterior a la de los homínidos, como se documenta en los yacimientos de Barranco León y Fuente Nueva-3 en Orce (1,4 y 1,3 millones de años respectivamente), donde se ha encontrado un diente humano y una abundante colección de piedras talladas durante el último cuarto de siglo de excavaciones, pero nunca ha aparecido ningún resto de cerdo.
Estos datos implican que, basados en la ausencia de cerdos en los yacimientos de Orce, estas localidades del sur de España son algo más antiguas que las más viejas con presencia humana en Atapuerca, donde sí hay cerdos.