Luca Zidane, en busca de la estabilidad que se llevó Rui Silva

El francés persigue afianzarse como lo hizo el luso bajo los palos de Los Cármenes, que ha visto pasar a cinco guardametas desde su marcha

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Luca Zidane ataja un balón durante un entrenamiento en la Ciudad Deportiva | Foto: Granada CF
Chema Ruiz España
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Luca Zidane persigue afianzarse en la portería del Granada como no lo ha hecho ningún guardameta rojiblanco desde que se marchó Rui Silva. El luso, pilar del equipo que se codeó con los grandes de Europa, fue el último arquero que aportó estabilidad bajo palos durante más de una campaña. Desde que se fue del club, rumbo al Betis como agente libre, hasta cinco cancerberos han intentado echar raíces en la meta de Los Cármenes sin hallar continuidad. Dar con ella tras un comienzo desafortunado, gafado en su primera titularidad veraniega, y echar el cerrojo al feudo nazarí es ahora el primer reto que le plantea al francés su fichaje por el cuadro granadinista. 

Para el arquero galo, que firmó hasta 2027, la apuesta rojiblanca es también una oportunidad de asentarse tras una carrera plagada de viajes desde que salió del Real Madrid. Tras su paso por la casa blanca, no ha pasado más de dos campañas en un mismo club, con rendimiento dispar en cada estancia. Jugó en el Racing, donde fue un fijo, y ascendió con el Rayo Vallecano a Primera División con mucho menos protagonismo. La máxima categoría tampoco le acogió durante mucho tiempo, pues regresó a Segunda para recalar en el Eibar. En Ipurua sí ha sido indiscutible durante los dos cursos que ha defendido al conjunto armero.

Fueron sus actuaciones con el conjunto eibarrés lo que convencieron a Matteo Tognozzi para abonar la cláusula de rescisión de Luca Zidane y propiciar su aterrizaje en Granada con la vitola de teórico titular. Guille Abascal ve en él cualidades para desarrollar el fútbol que pretende implementar el cuadro rojiblanco, con una salida de balón elaborada y pausada en la que el guardameta tome partida. El mismo arquero manifestó en su presentación su gusto por "ser un portero que ayuda al equipo en la salida de balón". Su primera alineación estival, sin embargo, estuvo determinada por el infortunio. Erró de manera grosera en dos ocasiones para que el Almería sumara los tantos con los que derrotó al conjunto nazarí. Un mal comienzo que, no obstante, atañe en realidad a todo el plantel y también ha salpicado a su competidor interno, Marc Martínez.

El último portero con continuidad

Rui Silva fue el último guardameta que gozó de una titularidad prolongada en el club, en concreto durante tres cursos, si bien para ello tuvo que pasar dos ejercicios en el ostracismo. Encadenó las temporadas 2018/2019, 2019/2020 y 2020/2021 como arquero indiscutible de Los Cármenes, el primer nombre en el once tipo del EuroGranada. A su sombra fue creciendo Aarón Escandell, solvente cuando tuvo que actuar, sin apenas tiempo para imaginar una oportunidad cuando el portugués se fue. De inmediato, el conjunto rojiblanco incorporó a Luís Maximiano, que cuajó un gran curso 2021/2022 pese al descenso. Ambos se fueron tras la pérdida de categoría, el valenciano en busca de un puesto inamovible en Cartagena y el luso con buen cartel en Europa, aunque ha terminado en el Almería tras ser cedido primero por la Lazio.

La renovada dirección deportiva rojiblanca recompuso la portería con Raúl Fernández, veterano con experiencia en Segunda, y André Ferreira, un tercer portero luso que, a la postre, no dio el mismo resultado que sus paisanos. El portugués comenzó en el once tipo de Karanka, pero una lesión de larga duración puso bajo palos al vasco, que se afianzó a base de buenas actuaciones. El ex del Paços de Ferreira, no obstante, tomó de nuevo el testigo en la meta rojiblanca por una dolencia de su compañero en la recta final del ejercicio, clave para el ascenso al detener un penalti en Mendizorroza. En Primera, sin embargo, ninguno ofreció el nivel esperado, a lo que se unieron más problemas físicos de Raúl. El de Vila Nova de Gaia acabó por ello cedido al Valladolid, que se lo ha quedado en propiedad al promocionar, mientras que el bilbaíno vio cómo los fichajes de Augusto Batalla y Marc Martínez le cerraban la puerta.

El argentino se instaló pronto en el esquema de Alexander Medina y se ganó el cariño de la hinchada, pero, con buen cartel por sus actuaciones, declinó la posibilidad de repetir cesión en Los Cármenes. Marc Martínez disfrutó de minutos en las últimas jornadas, con el equipo ya descendido, en busca de confianza de cara al presente curso. No obstante, la llegada de Luca Zidane le empuja en principio al banquillo.