Lucas Alcaraz ficha por el Granada hasta final de temporada

El Granada CF ya ha hecho oficial el acuerdo con el técnico granadino para hacerse cargo del equipo tras la destitución de Jémez la semana pasada. Será su tercera etapa en el banquillo nazarí

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Lucas Alcaraz, durante una comparecencia en su etapa en el Granada | Foto: archivo GD
Daniel Sánchez-Garrido | @Danisgr
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Ya es oficial. Tras todo el día negociando los últimos flecos de su contrato, el granadino Lucas Alcaraz, de 50 años, vuelve al Granada Club de Fútbol, a su casa. Lo hace en uno de los momentos más delicados del club desde su retorno a Primera División, con el proyecto de Jiang Lizhang en plena construcción, que arrancó la ilusión de la afición rojiblanca pero que ha decepcionado en este inicio de temporada.

La dirección deportiva se ha decidido finalmente por un técnico que tiene una relación sentimental y un vínculo especial con el club, y que ya lo sacó de situaciones adversas en el pasado. Sonaron otros nombres como Rubén Baraja o Pepe Mel, incluso se sopesó la posibilidad de que Lluís Planagumà, que volverá al filial, siguiera al frente del equipo.

Será la tercera etapa de Alcaraz en el banquillo del Granada tras la que tuvo en Segunda B, de 1995 a 1998, y la última más reciente, relevando a Anquela a mitad de la temporada 2012-2013 y aguantando la siguiente temporada al completo. De hecho, es el único que lo ha conseguido desde el retorno del club nazarí a la élite.

Lucas Alcaraz firma hasta final de temporada relevando en el banquillo a Lluís Planagumà, que dirigió al equipo en la última jornada ante el Leganés por la destitución de Paco Jémez. El joven técnico catalán tuvo muy poco tiempo para entrenar con la plantilla, que volvió a sufrir una nueva derrota, en esta ocasión ante un rival directo y un equipo recién ascendido y debutante en Primera. Lo peor de la derrota ante el Leganés fue la absoluta incapacidad del equipo de crear peligro y la sensación de no tener opciones de llevarse la victoria.

Alcaraz resulta una apuesta dirigida más hacia la eficacia que a la diversión o el fútbol ofensivo que podía ostentar el estilo de Jémez. Las filosofías son opuestas, pero sin embargo fue con Alcaraz al frente cuando el Granada tuvo más estabilidad desde su retorno a Primera.

El granadino llega para calmar los ánimos, como un auténtico pacificador entre el césped y la grada, que en la derrota ante el Leganés ya sacó los pañuelos y realizó cánticos tanto contra los jugadores como contra la directiva.

La primera victoria es urgente, y a partir de ahí conformar un equipo fiable que pase lo más tranquilo posible la transición que se pretende hacer en el proyecto asiático. Esa es la misión de Alcaraz, para la que tendrá 31 jornadas.

El granadino llega a un Granada que aún no ha ganado en esta temporada y que ocupa la última posición de la tabla clasificatoria con tan solo dos puntos. El granadino regresa para al equipo de su vida y su corazón para sacarlo del pozo una vez más.