Machís y Rubén Pérez, alegría a medias
Ambos jugadores han logrado la salvación virtual con el Leganés, aunque su club propietario, el Granada, ha descendido a Segunda División
Una de las muchas lecciones que el Granada ha aprendido en esta convulsa temporada es que nunca se debe ceder a jugadores válidos a un rival directo. Por mucho que se piense que el destino va a luchar por otras cotas diferentes a las tuyas. A la larga, se puede volver en contra.
Esto es lo le ha sucedido al Granada. El exdirector deportivo rojiblanco Javier Torralbo ‘Piru’, en su afán por crear una plantilla que atendiera las necesidades de Paco Jémez, se fue desprendiendo de buenos jugadores que pertenecían al Granada. Es el caso de Edgar Méndez, que rescindió contrato y fichó por el Alavés; Fran Rico, que fue cedido por dos temporadas al Eibar; o Babin, que rescindió y fichó por el Sporting de Gijón.
En este sentido, llama la atención el caso de Rubén Pérez y Darwin Machís. Ambos jugadores llegaron cedidos al Leganés por una temporada y han cumplido con creces. Tras la victoria pepinera ante el Real Betis por 4-0 el pasado lunes, la salvación está sellada virtualmente para el club madrileño, a falta de un punto para que sea matemática. También ha formado parte de este éxito el lateral derecho Tito, que fue cedido con opción de compra en enero, y se quedará en el Leganés.
En este gran logro, el centrocampista astigitano ha sido parte imprescindible, incluidos los partidos ante el Granada, en los que controló el centro del campo a su antojo. Los lamentos eran variados tras sendos noventa minutos. Por su parte, el atacante venezolano ha sido más irregular pero también ha contado con buenas actuaciones, destacando su importante -y único en la campaña hasta ahora- gol ante el Granada en Butarque, que daba la victoria al Leganés por la mínima. Sí, precisamente ante el Granada.
En aquel momento, Machís pedía perdón por marcarle a su equipo propietario. El Granada ha descendido por muchos motivos, entre ellos, aquel gol. Ese santo de Machís fue el inicio de la nula capacidad del equipo rojiblanco para ganar a equipos de su misma liga, rivales directos.
Rubén Pérez y Machís están de enhorabuena ahora. Celebran la permanencia conseguida y su valor ha aumentado tras la buena temporada realizada. Sin embargo, esta alegría es a medias. Su club, su equipo propietario, el Granada, ha descendido. Ambos tendrán que volver en julio a tierras andaluzas, aunque su continuidad en Segunda División no está nada clara.