La mala calidad del aire de Granada, una fuente de enfermedades respiratorias
El proyecto ecologista señala que el aumento de la contaminación atmosférica, generado especialmente por el tráfico, conlleva la generación de enfermedades
Las primeras semanas del verano han lanzado más de una señal para la población española. Los incendios vuelven a arrasar el país, mientras que la sofocante ola de calor se cobra vidas de personas frágiles e incluso de trabajadores. Los mandatarios políticas hablan del cambio climático, pero frenarlo es otra cosa. Granada, lamentablemente, destaca en el apartado de la contaminación. El Atlas de Justicia Ambiental, un trabajo de carácter ecologista en el que participan expertos procedentes de 23 universidades y organizaciones de justicia ambiental de 18 países, afirma que "Granada y su Área Metropolitana padecen un problema muy grave de contaminación atmosférica, debido principalmente al tráfico, que ocasiona que sus habitantes respiren un aire que provoca enfermedad y muerte".
El proyecto cita que los Informes de Evaluación de la Calidad del Aire en España del Ministerio de Medio Ambiente de los años 2010 al 2020 son una muestra de la "pésima calidad del aire que se respira". Además, sus integrantes mencionan la famosa 'boina de contaminación' tan reconocible para los granadinos, especialmente para los que residen en la capital. Por otro lado, Granada y su Área Metropolitana vulneran el límite de contaminantes como el dióxido de nitrógeno, los valores objetivos de ozono o el PM10, que se trata de pequeñas partículas sólidas o líquidas de polvo dispersas en la atmósfera, que pueden ser de ceniza, hollín, partículas metálicas, cemento o polen.
Hace apenas unos días, Ecologistas en Acción Granada denunció que los datos de las estaciones de medición de la calidad del aire muestran que la ola de calor dispara la contaminación por ozono en Granada. La organización reclama desde hace años que las actuaciones llevadas a cabo sean más severas que en otros territorios debido a las preocupante situación de Granada.
"Responsable de más de 30.000 muertes prematuras al año en España"
El Atlas de Justicia Ambiental asegura que el tráfico es la causa principal de la contaminación en Granada, especialmente en la capital, que soporta el mayor tráfico de toda la aglomeración. Los expertos de este trabajo recalcan la necesidad de no traspasar los límites establecidos para proteger la salud de la ciudadanía. El proyecto apunta que la contaminación atmosférica "es responsable de más de 30.000 muertes prematuras al año en España", aunque agrega que no ha podido obtener cifras de la provincia.
Por otro lado, el estudio reclama responsabilidad a las instituciones a las que acusa de no hacer su trabajo, para implantar las medidas adecuadas. A la par, recuerda que la Fiscalía de Granada "no ha abierto ninguna investigación sobre la contaminación atmosférica en Granada y su Área Metropolitana ante una denuncia ciudadana que pedía a esta Fiscalía que investigara la responsabilidad penal de las administraciones públicas".
La solución propuesta es reducir el tráfico, una tarea poco sencilla, pero que consideran necesaria para reconducir la situación. Entre el 14 y el 31 de marzo de 2020 la polución experimentó un descenso del 64% en Granada debido al gran parón de la actividad ocasionado por el Covid-19. La circulación de vehículos no es el único elemento que juega en contra de Granada en su tarea de reducir la contaminación. La orografía del Área Metropolitana o la quema de biomasa en la Vega son agravantes adicionales para este problema.
Este particular mapa saca de la hemeroteca estudios de la Universidad de Granada para recordar que el hollín deteriora la Alhambra, que puede pasar de ser una fortaleza roja a ser tintada de negro poco a poco. Docentes e investigadores de la propia UGR han advertido en numerosas ocasiones de los exagerados niveles de polución existentes. La conciencia social sobre esta cuestión ha crecido de forma considerable, pero es necesario que las medidas y la lucha estén a la misma altura para que la tesitura no llegue a ser irreversible.