Malik Dimé, el soldado oculto de la felicidad
El pívot senegalés habla sobre su adaptación al equipo, su rol en Covirán, la importancia de "permanecer unidos" y reconoce que la mejor parte del juego es "ver a mis compañeros felices"
Si se piensa en los actuales fichajes de Covirán Granada, esas incorporaciones que han cambiado la dinámica y la imagen del equipo, en muchas mentes aparecerán los nombres de Jacob Wiley en primer lugar, también Jonathan Rousselle o Elias Valtonen, incluso Will Barton por la mística e ilusión que entraña su experiencia en la NBA. Sin embargo, hay un nombre que pasa algo desapercibido, pero que gracias a su esfuerzo, trabajo y perseverancia ha conseguido un hueco importante en los planes de Pablo Pin. Ese es Malik Dimé.
Con la sonrisa que lo caracteriza, los pívot senegaleses suelen caer en gracia en Granada, como ya ocurrió con Petit Niang en su momento, Dimé acude a esta entrevista con dos ideas muy claras: el equipo necesita seguir unido para lograr más victorias y su predisposición es total para conseguir el objetivo. Agradecido a sus compañeros, en especial a Jacob Wiley, buscando siempre esa energía positiva que mueve montañas y "feliz" por ver a sus compañeros disfrutando sobre el parqué. Así se presenta Malik Dimé, un jugador que sin necesidad de ruidos ni aspavientos está ayudando, y mucho, al Covirán Granada en su segunda campaña en la ACB.
P: En otras jornadas, los minutos finales siempre os han castigado en exceso llevando al equipo a la derrota. Esta vez la moneda salió cara. ¿Qué pasó ante Joventut para cambiar esa dinámica?
R: Simplemente luchamos todos juntos. Hablamos entre nosotros que no podía importar que pasase, si estábamos arriba o abajo que teníamos que seguir unidos y seguir luchando. Si alguno de nosotros hacía una mala jugada, un mal pase o un mal tiro, solo podíamos decirle cosas positivas, tener una energía positiva para el partido. Eso nos mantuvo unidos para ganar.
P: Y la afición también influyó, hubo un gran ambiente en el Palacio.
R: ¡Por supuesto! ¡Siempre! No me canso de agradecer a la afición todo el apoyo y toda la energía que nos transmiten independientemente de que ganemos o perdamos. Lo valoro y agradezco muchísimo, también el equipo.
P: No es la primera vez que se habla de las actuaciones arbitrales en vuestros encuentros. Contra Joventut fueron 40 tiros libres para los visitantes que influyeron claramente en el partido. ¿Qué opina sobre esto?
R: Son demasiados. Es la primera vez que juego contra un equipo que lanza tantos tiros libres. Fueron demasiados y obviamente los ayudaron a volver al partido. Aun así, a pesar de esto, supimos dejarlo a un lado y seguir unidos para ganar.
P: ¿Cómo se maneja esa frustración de verse ganando de forma tan solvente y acabar peleando hasta el final para lograr la victoria?
R: Es normal. Ningún equipo juega perfecto los 40 minutos del partido, pero tienes que tratar de limitar los errores y jugar los mejor posible todo el tiempo que puedas. No puedes dejar que tu cabeza se vaya del partido.
P: Usted llegó a Granada en enero, pero en sus primeros encuentros pasó un poco desapercibido. ¿Cómo fue su adaptación al equipo?
R: Es normal que cuando te unes a un equipo a mitad de temporada, que todo el mundo está ya en dinámica, es complicado porque ellos están ya unidos y motivados desde la pretemporada. Necesité un tiempo para que ellos se adaptasen a mí y yo adaptarme a ellos.
P: Las semanas pasaron y sus minutos aumentaron progresivamente, así como sus números. Es uno de esos fichajes "tapados" de este temporada, que llegó sin hacer mucho ruido y se está haciendo un hueco importante en el equipo.
R: Soy un tipo de jugador que solo intento hacer lo que sé. Hago en la pista lo que mejor sé hacer. No voy a intentar hacer cosas diferentes por "demostrar". Lo que me pide el entrenador intento hacerlo lo mejor posible, porque eso es lo que sé. De momento lo que hago funciona.
P: ¿Cree que está dando su mejor versión?
R: Creo que aun tengo mucho más por dar. No estoy del todo satisfecho, estoy contento porque estamos ganando y ahora mismo eso es lo único que importa, pero tengo claro que tengo muchas más cosas para dar al equipo.
P: Ahora que está ganando más protagonismo en la rotación, ¿Lo que le pedía Pablo Pin al principio ha variado con lo que le pide ahora?
R: Él siempre me ha dicho lo mismo: sé tu mismo. Simplemente juega como tu sabes.
P: ¿Qué parte del juego es la que más le gusta?
R: Cuando veo a mis compañeros ahí, en la pista, haciendo bien los sistemas, defendiendo, cogiendo los rebotes y volviendo para realizar un ataque y haciéndolo. Es inexplicable lo que siento cuando veo a mis compañeros felices cuando juegan. Para mí esa es la mejor parte del baloncesto. Si veo a mis compañeros felices, yo estaré bien. La energía positiva siempre es contagiosa.
P: Desde fuera se ve que le gusta el espectáculo, que le gusta levantar al público con sus tapones y mates de concurso, ¿Es así?
R: (Risas) Sí, sí. Me encanta, es algo que nunca he tenido que trabajar. La gente me pregunta que cómo hago los tapones y es algo que me sale de forma natural. Es algo mío y me encanta y a la afición y a mis compañeros también.
P: La llegada de Jacob Wiley trajo muchos cambios en el equipo, pero con usted particularmente hace muy buena pareja. ¿Le hace Wiley mejor jugador?
R: Ese chico es completa energía, es como un cargador. Su energía es incontenible, contagiable. Él juega con mucha pasión y todos quieren jugar mejor cuando tienes a alguien como él en el equipo. Yo lo conocía desde la universidad, solíamos entrenar juntos y jugamos juntos durante unos meses. Cuando el entrenador me dijo que él estaría en el equipo me puse muy contento. No es solo un gran jugador, es también un gran compañero y eso es muy importante porque se necesita no solo un grupo de jugadores que jueguen bien juntos, sino también que fuera de la pista sean un buen grupo.
P: Ahora viene Andorra, su exequipo en la ACB, ¿Qué recuerda de aquella temporada en el Principado?
R: Fue mi primer año en la ACB, tuve grandes compañeros con los que aun hablo y se siente muy bien volver allí. Aunque nuestro objetivo es conseguir la victoria. Ahora juego para Covirán Granada no para Andorra (risas). No hay amigos en ese partido. Después del partido sí podemos tomar algo, pero queremos la victoria.
P: ¿Qué espera de ese partido?
R: Va a ser un partido duro. Ellos necesitan la victoria tanto como nosotros. Si ganamos los empatamos en la tabla y le tendremos el average ganado. Si ellos ganan tendrán dos triunfos más que nosotros. Es como un final. Tenemos que estar preparados mentalmente para pelear de principio a final.
P: ¿Usted sabe que a Pablo Pin no le gusta la palabra final?
R: Sí lo sé, pero tenemos que tomarnos este partido como una final. Si ganamos vamos a tener una posición muy buena de cara al final de la temporada.
P: ¿Se siente identificado con el club, la ciudad y la afición?
R: Soy una persona que, donde sea que vaya, no importa el lugar, siempre intento adaptarme al lugar. Granada es increíble. Vengo de Sudamérica y aquello era demasiado frío para mí. Aquí ya empezamos a tener buen tiempo y no puedo esperar a visitar más ciudades y lugares de aquí. Me encanta todo, la ciudad, mis compañeros y el equipo.
P: ¿Le gusta tanto como para quedarse?
R: ¿Por qué no? No lo sé aun, pero veremos en un tiempo.