Mandela vuelve a sus orígenes para ser enterrado
El cuerpo sin vida de Nelson Mandela volvió hoy entre vítores a su pueblo natal de Qunu, en el sureste de Sudáfica, para ser enterrado mañana en el terreno de la casa de su familia. El expresidente regresó a la aldea en la que vivió su infancia en medio de una nutrida comitiva precedida por agentes de la Policía Militar motorizados, escoltada desde el aire por helicópteros castrenses y cerrada por tanquetas caqui del Ejército.
Miles de vecinos de la zona salieron al paso del convoy para homenajear a su héroe, cuyos restos mortales llegaron después del mediodía al aeropuerto de Mthatha, a unos treinta kilómetros de Qunu, procedentes de Pretoria y a bordo de un avión militar. A lo largo del tramo de la carretera N2 que une esa ciudad con Qunu, ciudadanos locales y otros procedentes de muchos puntos de Sudáfrica aclamaron al cortejo fúnebre con canciones de agradecimiento, bailes e imágenes del antiguo activista.
Un gran despliegue policial vigilaba el perímetro y cortaba el paso al tráfico, a los periodistas y a cualquier persona ajena a la pequeña localidad, situada en una zona rural donde pastan a sus anchas las vacas. Dentro de algunos vehículos, que llevaban los cristales oscuros bajados, pudo verse a jefes tribales vestidos al estilo tradicional, a hombres con traje y a antiguos miembros uniformados del Umkhonto we Sizwe, el extinto brazo armado de lucha contra el régimen racista del "apartheid" que fundó Mandela.
Algunos saludaron alzando el puño, a la manera revolucionaria, como lo solía hacer Mandela, mientras desde los márgenes se ondeaban banderas de Sudáfrica y del hoy gubernamental Congreso Nacional Africano, que lideró la lucha contra el segregacionismo y fue dirigido por Madiba.