Las manos granadinas tras la pista de los desaparecidos en Valencia

Los pisteros de Sierra Nevada desplazados a las zonas más afectadas por la DANA regresarán este viernes tras cinco días de trabajo en un escenario "devastador"

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Antonio Morillas realiza labores de búsqueda y rescate en una de las zonas afectadas por la DANA en Valencia | Foto: Remitida
Chema Ruiz España
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A la voz de Antonio Morillas no le quedan fuerzas para disimular el desgaste. "Nosotros llevamos… No sé ya. Una semana, creo. El tiempo aquí pasa distinto. Parece que llevamos aquí como un mes", intenta recordar el jefe del Servicio de Pistas de Sierra Nevada, abriéndose paso en su memoria entre una nebulosa de barro y escombros. Es uno de los cinco socorristas de la estación de esquí que, junto con un perro adiestrado, se unieron por iniciativa propia a las labores de rescate, auxilio y reparto de víveres en los municipios arrasados por la DANA en Valencia el pasado 2 de noviembre, tras la pista ahora de los desaparecidos. "Está siendo devastador", expone con abatimiento a poco de emprender la vuelta a Granada, este mismo viernes. "A no ser que ahora, en el puesto de mando, nos den instrucciones de algún punto concreto que ellos consideren", impide que la fatiga entierre el sentido de la responsabilidad.

Al otro lado del teléfono, Morillas dialoga entrecortado. "Me parece raro que la cobertura esté dando para mantener la llamada", se sorprende, camino del puesto de mando. "Estaba en un dispositivo de búsqueda. Lo primero es lo primero", se explica conforme cae el sol de su quinto día en Valencia. En su retina, imágenes que encogen el corazón. "Coches enterrados, encima de árboles… En núcleos urbanos no hemos estado trabajando. Me imagino que será similar. Todo está devastado. En unas zonas más y en otras menos, pero por donde vas, ves  signos de lo que ha pasado", narra.

Antonio Morillas, durante las labores de búsqueda y rescate en Valencia | Foto: Remitida

Manolo Ruiz con su perra Ari, durante las labores de búsqueda y rescate en Valencia | Foto: Remitida

La expedición granadina ha ido pasando por distintos pueblos de los alrededores de Valencia en este tiempo. Paiporta, Chiva, Ribarroja… y poco más puede enumerar el jefe de Pistas de Sierra Nevada, abrumado por las labores. "Son términos que están juntos. Empiezas en un sitio, pasas por uno, luego por otro y acabas en un cuarto… Es difícil decir", afirma. En el último de los que logra hilvanar es donde se hallan ahora los pisteros. "Nos ha asignado con el grupo de Guardia Civil de montaña de Granada y de Barcos de Ávila, de Baleares… Para coordinarnos con ellos y hacer búsqueda conjunta", aclara. En ello se les consumen horas más largas de lo común y jornadas de límites sumergidos en el lodo. Aunque la organización en realidad la dictan las necesidades de cada zona de actuación.

"Salimos sobre las seis de la mañana para desplazamos y hasta las 20:00 horas o las 20:30 no llegamos al puesto de mando. Vamos andando. Después nos tenemos que organizar con otras fuerzas que hay aquí, porque estamos en continuo movimiento. ‘Oye, perdonad, tenemos el coche en tal ubicación. ¿Nos podéis acercar?’. Nosotros dejamos los vehículos y entramos en la zona de actuación de alguna manera. Esto es sobre la marcha. Se van tomando las decisiones y se va organizando el operativo", precisa Antonio Morillas. "Nos asignan una zona de búsqueda. Un barranco, una rambla… Lo que vamos a encontrar de orografía depende de dicho espacio. El perro va delante, buscando rastro, y nosotros revisamos todo por si encontramos algo", abunda antes de detener el relato. "Pff", suspira. "Estás viendo coches enterrados, personas que están desaparecidas, los familiares que te ven llegar y te preguntan si has encontrado algo, que su conocido estaba en tal sitio… Esto es lo que más te afecta", esgrime.

"El hotel Palace de Chiva"

Las lunas van pillando a los pisteros granadinos en constante movimiento. "Las distancias son cortas, pero los accesos están mal y tenemos que utilizar caminos alternativos, de tierra. Nosotros no somos de aquí. Hoy, con las tecnologías, sería fácil, pero aquí toda la red de comunicación ha cambiado. En lo que antes era una distancia en la que a lo mejor tardabas 30 minutos, ahora se te puede ir una hora, hora y media o dos horas", argumenta Morillas. Y en ese camino, el pueblo valenciano va entregando a los pisteros "el agradecimiento más grande que podría imaginar". "Están muy pendientes de nosotros, nos ven llegar y automáticamente se acercan a nosotros… ‘¿Habéis comido? ¿Qué tal el día? ¿Cómo ha ido? ¿Queréis agua? ¿Tenéis para asearos? ¿Queréis algo caliente?’", expone.

Los pisteros de Sierra Nevada se unieron a las labores de búsqueda, rescate y reparto de víveres por iniciativa propia | Foto: Remitida

Ricardo Bonal, uno de los pisteros de Sierra Nevada en labores de búsqueda y rescate | Foto: Remitida

Es esta la recompensa a su arduo trabajo, con lo que se sienten gratificados tras tras enfangarse hasta las cejas en busca de las personas que todavía no han aparecido, cuando llegan al cine en el que estiran sus sacos para ir a dormir. "Comparado con otra gente, estamos en el hotel Palace de Chiva, por cómo nos cuidan y nos tratan. Estamos como buenamente podemos, pero es fantástico", sostiene Antonio Morillas. Él lo tiene claro: "Lo que menos importa aquí son esas cosas. Hay que darle cariño a la gente, muchos ánimos, integrarte. Es lo que hemos hecho. La gente del pueblo nos conocía ya la noche en la que llegamos".

Porque lo que reclaman quienes lo han perdido todo de un plumazo, asegura, es "que estés aquí". "A ellos les da igual tu función, pero te ven. Ven que les estás ayudando. Y el pueblo valenciano está muy agradecido por ello", tiembla el hilo de voz que la cobertura permite enviar desde el otro lado del teléfono. Se despide rápido, sin mucho tiempo que perder en sus labores, por más que este sea una unidad incierta allí. "Mañana recogemos el equipo y salimos. Ahora, entraré a dar las novedades y, si no hay nada, nos organizaremos y marchamos para Granada. La apertura de la estación está próxima y tenemos que empezar nuestra actividad normal"