Marea Blanca convoca este sábado protestas para exigir mejoras en la sanidad pública

Desde la organización reclaman presupuestos suficientes que permitan el funcionamiento correcto del sistema sanitario público y contra la derivación de fondos públicos al sector privado

FOTOS Unas 300 personas se han manifestado en Granada en contra de la privatización de la sanidad pública andaluza
Manifestación en Granada en contra de la privatización de la sanidad | Foto: Javi Gea
Europa Press
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La Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas ha organizado movilizaciones para este sábado, 23 de octubre, en Sevilla, Granada, Cádiz y Huelva, bajo el lema 'Recuperemos la sanidad pública', con las que reclamarán presupuestos suficientes que permitan el funcionamiento correcto del sistema sanitario público y contra la derivación de fondos públicos al sector privado.

Según la información difundida por la coordinadora, la manifestación en Sevilla comenzará en el Palacio de San Telmo y concluirá en Las Setas, mientras que en Granada habrá una concentración en Fuente de las Batallas y en Huelva, en la Plaza de las Monjas. En Cádiz, por su parte, habrá una marcha desde el Hospital Puerta del Mar hasta la Delegación Territorial de Salud y Familias. Todas las acciones se celebrarán a las 12,00 horas.

Esta protesta se produce después de que el pasado 12 de junio cientos de personas participasen, también convocadas por las mareas blancas, en diversas protestas en todas las provincias salvo Jaén y Almería para exigir "un plan urgente de recuperación" de la atención primaria.

En la convocatoria de la manifestación de Sevilla de este sábado, la Marea Blanca señala que la sanidad pública "está en quiebra" tras "un proceso lento y progresivo", cuya raíz sitúa en la crisis de los bancos de 2010, que "se acompañó de intensos recortes en sanidad que se prolongan hasta ahora".

Además, el gobierno regional de PP y Ciudadanos "ha aprovechado la crisis sanitaria creada por la pandemia de la Covid-19 para deteriorar aún más el sistema, especialmente la atención primaria, hasta bloquear su funcionamiento (sobrecarga insoportable del trabajo de los sanitarios e imposición a los mismos de agendas de consulta telefónica para la atención a los paciente a 10-20 días)", asegura la Marea.

Asimismo, cree que la Junta "no ha afrontado con eficacia la patología no-covid, lo que ha provocado la existencia actual de listas de espera" para consultas de especialistas, exploraciones complementarias y cirugía desbordadas y fuera de control, lo que "ha dado lugar a que muchos andaluces, aquellos que puedan hacerlo, hayan tenido que contratar seguros privados".

Para la Marea, todo esto está ocurriendo por "lo escaso y la mala utilización del presupuesto" y porque una parte del dinero del sistema sanitario público de Andalucía (SSPA), "en vez de gastarse en reforzar los recursos de la sanidad pública, se está derivando al sector privado (derogación de la incompatibilidad, aumento de los conciertos, gastos indebidos en medicamentos)".

Actualmente, cuando la pandemia está cediendo, "la situación es de auténtica crisis sanitaria provocada por las decisiones políticas del gobierno andaluz, que van encaminadas a ahondar el deterioro de la sanidad pública e incentivar la privatización". Ante esto, la Marea Blanca propone iniciar una campaña de lucha ciudadana para "recuperar" la sanidad pública.

Ven "intolerable" la no presencialidad en Atención Primaria

Por su parte, la Marea Blanca gaditana apunta que después de año y medio de pandemia por el Covid-19, los centros de atención primaria "continúan cerrados a la atención presencial, pilar fundamental y garante del derecho a la salud", un extremo que considera "intolerable" al producirse "una degradación de la atención de la salud, al no garantizar el acceso de los pacientes de forma rápida y resolutiva, socavando la calidad del acto clínico, al menoscabar el vínculo profesional-paciente, al convertirlo en un acto técnico, descontextualizado, donde no hay posibilidad de priorizar ni de discriminar la atención que se necesita, es decir, un acto deshumanizado".

Además, lamenta que contribuye "al aumento de la inequidad" para la población más vulnerable y precarizada: población de mayor de edad, de pocos recursos económicos, población con difícil acceso a la tecnología, tanto por la escasez de medio como por la imposibilidad de usarlos.