María Ángeles Esteban recuerda la evolución de la Semana Santa motrileña durante el pregón oficial
La locutora de radio incluyó en su discurso múltiples anécdotas y vivencias personales recordando cómo se vivía la Semana de Pasión en nuestra ciudad cuando sólo había tres cofradías
La alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, ha asistido al pregón oficial de la Semana Santa de nuestra ciudad, pronunciado por la locutora de radio María Ángeles Esteban y presentado por hermano mayor honorario de la cofradía del Nazareno, Juan José Escribano. El acto celebrado en el teatro Calderón ha contado con la actuación de la banda de cornetas y tambores de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia de Almuñécar.
En su discurso, García Chamorro ha afirmado que con el inicio de la Cuaresma marcado por el Miércoles de Ceniza, “Motril se estremece por sus cuatro puntos cardinales; desde la calle de las Monjas, al Santuario de nuestra Patrona; desde mi barrio de Capuchinos, a la Puerta Granada, perímetro donde se concentran y laten prestos los corazones de nuestras doce hermandades que durante el año han estado vigorosos, ansiosos en la espera, y concentrados en un laborioso trabajo. Más allá aún, por Santa Ana, el Río Ebro, Pozuelo, Comedias, o el Camino de las Cañas”.
La alcaldesa de Motril ha continuado su intervención recordando que “en el seno de cada una de las hermandades y durante todo el año, en vuestras Casas de Hermandad y locales de encuentro, es donde habéis depositado todos vuestros desvelos para que, lo que en apenas treinta y cinco días, vuelva a ser el mayor teatro sacro del mundo, que sólo nuestra tierra; Motril, Andalucía y España, la Tierra de María, sabe representar con la pasión, la entrega, la emoción, el respeto, el recogimiento y a la vez, la efusividad, que le caracteriza”.
En este sentido, García Chamorro ha declarado que “en un mes mal contado, el reflejo del sol se encontrará de lleno con la cruz de guía de la Hermandad de la Borriquita para ir indicándonos los caminos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Ese que escoltado en su borriquita por una chiquillería inquieta, se retirará a orar ante el Padre allá por el Camino de las Cañas, donde además le harán Preso en la atalaya del Carmen”.
“Allí en el barrio, un poco más arriba, nuestras Monjas Nazarenas, cuyo Monasterio cumplirá en breve trescientos años erigido en nuestra ciudad, serán las que dejen bajar a Cristo hasta convertirse en un río de plegarias. Plegarias de ahora, plegarias de ayer, y plegarias de siempre, como constatan los cuatrocientos años que en el Camino de las Cañas se están desgranando” ha indicado la regidora motrileña.
El acto también ha contado además con la intervención del arcipreste de Motril y consiliario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Semana Santa de nuestra ciudad, José Albaladejo, quien ha destacado que fue en Calahonda donde se aficionó “al incienso y a la cera y ahora como consiliario de la Agrupación y de las hermandades de la parroquia de la Encarnación” colabora en el desarrollo de los actos de la Cuaresma y la Semana Santa.
Por su parte, el presentador de la pregonera ha dicho de Esteban que es una persona relacionada con la Semana Santa desde pequeña y que desde su trabajo en los medios de comunicación contribuyó a dar a conocer a todo el público el fervor popular y las principales características de nuestra semana de Pasión.
Esteban ha recordado cuando la Semana Santa motrileña se reducía al Jueves Santo con el Nazareno y la Esperanza, el Viernes Santo con el Sepulcro y la Virgen de los Dolores y el Sábado de Gloria con la Soledad y el Cristo Yacente y cómo los jóvenes se implicaron en sacar a la calle a nuevas imágenes.
La pregonera también ha relatado cómo se vivía la Semana Santa en cada casa “no hace tanto, menos de 40 años, que parecía que en cada hogar se había muerto alguien”. Además, tuvo recuerdos de su infancia “de cuando las calles olían a roscos que se amasaban y cocían en las panaderías porque en las casas no había hornos y en las cocinas de las casas que estaban ocupadas por el aroma del arroz con leche y las natillas”.
Del mismo modo, Esteban hizo memoria de los días de ayuno que marcaba la Cuaresma y “como hasta los niños estaban deseando de que llegara la hora de comer y hasta el potaje de garbanzos se comía sin rechistar, con tortillas de bacalao la familia que podía y la que no con huevo, ajo, cebolleta y perejil picado”.
Esteban ha apostado por una Semana Santa que mantenga las tradiciones motrileñas porque “Sevilla es Sevilla, Granada es Granada y Motril tiene que ser Motril, aunque siempre está bien fijarse en lo que hacen en otros sitios”.
Por último, García Chamorro ha incidido en que la Semana Santa es una exaltación de la belleza, de las emociones, de los recuerdos y de nuestra fe, y “quiero enviaros el mensaje de la necesidad de un verdadero sentido de las cosas, porque una Semana Santa sin sentido, es una Semana Santa vacía, por mucho que queramos venderla turísticamente”.