María Elena Martín-Vivaldi: “Auguro un buen futuro para la Fundación CajaGranada" | Vídeo
La nueva presidenta de la institución, quien asegura que el presupuesto para 2018 será similar a los 6,3 millones de euros de 2017, está convencida de que se seguirá haciendo una gran labor
CajaGranada ha sido emblemática para la provincia durante un siglo. No solo como entidad financiera, sino por los importantes recursos económicos destinados a su obra social. De hecho, un tercio de los beneficios se dedicaban, año tras año, a proyectos de educación, emprendimiento, ciencia, empleo, cultura, social, medio ambiente, deporte… Basta indicar que hace diez años, el presupuesto anual destinado a esta labor se aproximaba a los 30 millones de euros. Pero los tiempos han cambiado. La crisis económica y la fusión con BMN provocaron que ‘la Caja’ se transformara en una Fundación, que ha pasado ahora a ser accionista minoritario de Bankia tras la integración de BMN en el cuarto banco más importante del país.
Los recursos económicos de la Fundación CajaGranada ha pasado a ser ostensiblemente menores y ya en 2017 el presupuesto de la institución sobrepasó en poco los seis millones de euros. Este panorama económico es que el se ha encontrado la nueva presidenta de este organismo, María Elena Martín-Vivaldi Caballero, quien accedió al cargo hace poco más de un mes -el pasado 15 de junio- tras el nombramiento del anterior presidente, José Antonio Montilla, como Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes
Sobrina de la conocida poetisa Elena Martín-Vivaldi, la nueva dirigente de la Fundación nació en Granada, a cuya Universidad ha estado ligada toda su vida. Licenciada en Filosofía y Letras, y doctora en Geografía, es profesora universitaria de Geografía Física y ha sido decana de la Facultad de Filosofía y Letras y vicerrectora de Extensión Universitaria y Deporte, entre otros muchos cargos. Martín-Vivaldi, que ya formaba parte del equipo de Montilla como vocal, afronta todo un reto para capitanear el rumbo de una nave zozobrada por los malos vientos, pero que ahora espera llevar a buen puerto. Así lo relata en la entrevista concedida a este periódico, en la que analiza el presente y el futuro de un ente emblemático de Granada.
Pregunta (P.). Lleva poco más de un mes en el cargo. ¿Qué tal lo lleva?
Respuesta (R.). Contenta y con ganas de trabajar día a día. Estaba en el consejo de administración de CajaGranada, cuando existía, y ya con BMN formaba parte del Patronato de la Fundación como un miembro más, quizás el más antiguo, por lo que conocía perfectamente el funcionamiento de la Fundación. Tras su marcha, José Antonio Montilla, y otros miembros del Patronato, me pidieron que asumiese esta responsabilidad. Aunque estaba en una etapa algo más cómoda de mi vida, tras haber ejercido con anterioridad otras responsabilidades, decidí dar el paso adelante por la solicitud de un amigo y asumirlo un reto como es la Fundación.
(P.) Una vida ligada a la Universidad y a la docencia, licenciada en Filosofía y Letras, y decana de esta Facultad, doctora en Geografía Física, autora de numerosos libros y estudios sobre hidrología, geomorfología y paisaje, así como proyectos de investigación, etc… Me surge una pregunta bastante ochentera. ¿Qué hace una chica como usted en un sitio como este?
(R.) La verdad es nunca he tenido mi vida programada; he tomado mis decisiones, pero no he sido una persona que tuviera un horizonte determinado. Acepté ser decana, y entendí que mis compañeros habían depositado su confianza en mí y, por tanto, a eso había que responder. Y ahí me metí de lleno. Y, después, el entonces rector, Francisco González Lodeiro, quiso que me hiciera cargo del vicerrectorado de Extensión Universitaria y Deporte y, por mi compromiso universitario, acepté. La Universidad es mi vida. Soy universitaria de tercera generación en mi familia, siempre he vivido en el ámbito universitario. Y me parecía lo más normal. Fue Antonio Jara, también amigo, quien me llamó para que me integrara en el Consejo de Administración de CajaGranada y lo hice con agrado, aprendí muchísimo. De todos los puestos en los que he estado he aprendido una barbaridad. Y eso te va dando un bagaje y una experiencia que cuando llega una ocasión de un cargo como este se encuentra una con la capacidad para poder desempeñarlo.
(P.) Antes de su marcha, José Antonio Montilla tenía puesto en marcha un plan estratégico desde 2016 con fin este año. ¿Tiene previsto elaborar un nuevo plan estratégico para los próximos años?
(R.) Las normas generales que se aprobaron en ese plan están vigentes. En esta trayectoria de cambios de CajaGranada, BMN y Bankia lo que hay que hacer es adaptarse al día a día. De ese plan estratégico, aquellas cosas que no se habían podido implementar en su momento o que haya que completar de alguna u otra forma, más las cosas nuevas que van surgiendo, pues no hay más remedio que hacerlas.
“Tenemos que cumplir con la función social de la Fundación recabando todos los recursos que estén a nuestro alcance”
(P.) ¿Cuáles van a ser sus prioridades, las nuevas directrices de la Fundación, las líneas de actuación para los próximos años? ¿O, por el contrario, habrá una línea de continuidad?
(R.) Ahora mismo la Fundación, que es sin ánimo de lucro, vive de los dividendos de unas acciones que tiene en un banco (Bankia) más la aportación que el Área de Responsabilidad Social Corporativa de Bankia ha depositado en nosotros, más otros convenios con Cajasol, El Monte, ICO, ONCE, etc... Nosotros tenemos que cumplir la función social que tiene la Fundación recabando todos los recursos que estén a nuestro alcance. Rentabilizamos lo que tenemos y buscamos recursos que nos permitan cumplir esa función social, que tiene una tradición enorme en Granada. Es nuestra responsabilidad seguir trabajando en esa dirección.
(P.) ¿Hay algunos proyectos concretos que merezcan la pena ser resaltados, alguno personal en el que tenga un especial empeño en sacar adelante, como un legado de su paso por la presidencia de la Fundación?
(R.) Acabo de llegar y no me ha dado tiempo aún, pero lo que nos gustaría es continuar en la línea que siguió José Antonio Montilla, y dejó Antonio Jara, para que la Fundación se quede consolidada. Lo más importante es eso. Después, todos los proyectos de acción social son pocos. La actividad cultural que tenemos es magnífica, desde el propio Museo hasta las exposiciones, así como la actividad con las ONG, nuestro colegio de sordos -donde se hace una labor importantísima-, explotar todo el patrimonio que tenemos, ya que existe una colección de arte que es una maravilla... Hay un abanico de posibilidades con los que, solos o acompañados de distintas instituciones, podemos lograr grandes cosas, porque somos una institución que, además, lleva el nombre de Granada. Estar dentro de Bankia como accionista nos puede ayudar mutuamente a que la gente quiera a Bankia y, por otra parte, a que los granadinos sintamos la Fundación CajaGranada como siempre. Es una tarea ardua, pero ahí estamos todos empeñados. La presidenta la primera, pero también el Patronato y todos los trabajadores de la Fundación que están al pie del cañón las 24 horas.
(P.) Ahora que lo ha mencionado, ¿está garantizada la continuidad y el apoyo al Centro de Educación Especial para sordos?
(R.) No vamos a prescindir de ese centro. Es una parte de nuestro buque insignia.
(P.) El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, anunció que, aunque la entidad bancaria y la Fundación CajaGranada tienen cada una su propia línea de acción social, la relación entre ambas será muy fluida y generarán sinergias y proyectos conjuntos. ¿Nos puede adelantar ya algún fruto de esta intención de Goirigolzarri?
(R.) Bankia tiene una serie de intereses de emprendimiento, de economía circular, de formación dual, etc... que es válida en cualquier territorio hoy día para que las personas se vayan formando lo mejor posible y para tener una economía sostenible. Y en eso creo que es fácil entenderse. Su fundación tiene un programa propio muy interesante, pero con las Cajas que han formado parte de Bankia y, en concreto, con CajaGranada -que es un caso muy especial por el peso que ha tenido en esta ciudad, con una raíz más que centenaria- es relativamente fácil continuar esa tarea de colaboración, realizando o finalizando objetivos que son propios tanto de un lado como de otro. De hecho, muchos trabajadores de hoy día de Bankia lo eran de CajaGranada o de BMN, y siguen sintiendo la Fundación como algo propio. Y eso creo que Bankia lo ha entendido. Hasta ahora la colaboración ha sido buena y queremos que siga siendo así y mejore todo lo posible.
(P.) El presupuesto en 2017 fue de 6,3 millones de euros. Este año en principio, se esperaban ingresos de 626.000 euros como dividendos por las acciones en Bankia, más 850.000 euros que aporta el propio banco. Eso suma casi 1,5 millones. ¿Cuál va a ser el presupuesto para 2018 y de dónde el resto del dinero?
(R.) Pues hay que sumar la colaboración de Cajasol, que son en torno a 120.000 euros. También otras colaboraciones más pequeñas, pero también importantes, de la ONCE, la Fundación El Monte y todavía no están cerrados algunos convenios con otras entidades. Hay un patrimonio bueno que se puede manejar, a lo mejor es un poco menos que el año pasado, o puede llegar a ser un poquito mayor. Aún no está cerrado. Tenemos pendientes una serie de contactos para redondear ese presupuesto, no sé exactamente cuál va a ser, pero va a estar en la línea del año pasado. Es importante que se consolide y de ahí para arriba lo que sea. Una parte del presupuesto nos ayuda a mantener la estructura, pero tenemos que seguir manteniendo todas nuestras tareas. En función del presupuesto nosotros no hemos suspendido ningún programa, sino que el presupuesto va siendo el que puede ser. Por eso queremos que esto se multiplique.
“Si ahora la economía está mejorando, tenemos que intentar mejorar nuestro presupuesto”
(P.) Hace diez años, el presupuesto de la Fundación era de 27 millones de euros, ya que CajaGranada distribuía un tercio de los beneficios que generaba la actividad de negocio en materia de obra social. Eran, evidentemente, otros tiempos. ¿Cómo se le explica al granadino, que piensa que las fusiones con BMN o con Bankia han sido para peor, por qué se invierte menos en acciones sociales?
(R.) Éramos una Fundación apoyada en una empresa financiera. Las Cajas no dejaban de ser unos bancos más y esa estructura era completamente diferente. El granadino sigue pensando en la Caja. Creo que BMN no llegó a calar en la población, porque fue un periodo de tiempo pequeño. Ahora pone Bankia, pero el granadino sigue diciendo "voy a la Caja". Por lo tanto, es posible que sea difícil que entienda que esto no es aquello. Pero esto sí puede ayudar a que se siga siendo haciendo aquello que se hacía entonces. Si no por esa cantidad tan importante, aunque ojalá llegase un momento que cogiésemos una etapa mejor. No hay que olvidar que hemos pasado una etapa difícil en todo el país. Si ahora la economía está mejorando, tenemos que intentar mejorar nuestro presupuesto, y que el granadino -que conoce perfectamente cuál es la situación- lo note lo menos posible y se sigan cumpliendo los fines. De hecho, a la Fundación sigue llamando a su puerta todo el que siempre ha llamado. Lo que hay que explicar es hasta donde se puede llegar ahora mismo, porque es posible que haya cosas que no se pueden abordar, pero mi objetivo es que cuanto más dinero consigamos, mejor, porque eso sería un gran objetivo: dejar una Fundación consolidada y con un presupuesto que ayude a todos los que colaboran a implantarse bien en el territorio, a poder realizar sus fines y que los granadinos podamos seguir presumiendo de nuestra Fundación CajaGranada.
(P.) ¿Cree que esta dinámica de reducción presupuestaria es revocable? Y si es así, ¿qué futuro le augura a la Fundación? Porque no sé si existe algún riesgo de desaparición o está lo suficientemente consolidada.
(R.) Ahora mismo la Fundación existe y, por lo tanto, lo que tenemos que hacer es mantenerla y seguir adelante. Si los dividendos que nos corresponden son menores es también porque Bankia está pasando por su etapa de arranque, pero no nos olvidemos del puesto que ocupa en la banca española (cuarto banco), con lo cual los accionistas también vamos a ir a mejor. No puedo pensar que vamos a ir a peor, sino a mejor, porque la situación financiera está mejorando. Si en los peores momentos, la Fundación CajaGranada se ha mantenido, lo lógico es pensar que se va a seguir manteniendo. Y nosotros estamos ahí para eso. Auguro un buen futuro para la Fundación. Soy optimista, si no, no estaría aquí. Eso está clarísimo.
(P.) Entonces, ¿debemos los granadinos reconducir nuestra mentalidad con respecto a la Fundación CajaGranada? Lo pregunto porque después de los cambios de los últimos años parece que hay sensaciones muy contradictorias y bastante confusión sobre si esto es a mejor o a peor.
(R.) Los granadinos, como cualquier español, deben entender que donde manda patrón no manda marinero. Aquí no ha habido fusiones por caprichos de nadie, gobernarse quien gobernarse. Las directrices las han marcado las directivas europeas que han dicho que no se pueden tener 50 bancos, sino 5. Otra cosa es que nos parezca bien o mal. Nosotros hemos vivido en una burbuja, una situación que posiblemente no nos correspondía, y es verdad que nos han hecho aterrizar de bruces. Pero lo importante es adaptarse a las situaciones y sacarle a esa situación el máximo rendimiento. Las reglas del juego han cambiado, Europa nos dice unas cosas y el Banco de España y los ministerios económicos ordenan. Las entidades financieras han hecho lo que tenían que hacer y los ciudadanos lo que tenemos que intentar es que no nos ahoguen del todo.
Ahora corresponde pelear a los que tenemos alguna responsabilidad para que eso se vea lo menos negativo posible y sea lo menos lesivo posible. Hay que hacer una labor de proselitismo y colaborar con Bankia, porque somos un buen vehículo para que el granadino se sienta acompañado y protegido. El valor que tenemos es que somos la marca Granada. Nuestra marca tiene un valor para los granadinos que lo que tiene que tender es a minimizar los impactos negativos que esta situación nos ha creado a todos los españoles.
Espero que la Fundación esté en el ADN de los granadinos y que podamos realizar nuestra tarea lo mejor posible.
“Que esta ciudad no tenga ya el AVE es una vergüenza para cualquier gobierno, sea del color que sea”
(P.) Ocupa usted un cargo de un cierto calado público. Es por ello que me gustaría conocer un poco su percepción sobre la Granada actual, cuáles cree que son las grandes virtudes y carencias de nuestra provincia. Y, sobre todo, hacia dónde debemos encaminarnos en el futuro para crecer. Ahora mismo hay un tema recurrente, que el de la desconexión ferroviaria y la llegada del AVE.
(R.) Eso es una vergüenza. Que esta ciudad no tenga ya el AVE es una vergüenza para cualquier gobierno, sea del color que sea. Todos los granadinos, de todas las tendencias e ideologías, tendríamos que estar peleando por ello. Hemos sido capaces de movilizarnos por el tema sanitario que tanto nos toca, y obligar a rectificar a un gobierno que se había equivocado, y ahora no sé cómo no estamos todos los días en la puerta del Ministerio de Fomento exigiendo que el AVE llegue a Granada. Es algo prioritario en esta ciudad para todo. Con el AVE se articula el territorio mucho más. Un territorio que no está bien comunicado es un territorio desarticulado, que no puede abrirse. Granada tiene unas enormes potencialidades que son muy buenas y las tiene que desarrollar. ¿Cómo siendo una ciudad tan monumental y turística el AVE no ha sido prioritario?
Si lo que se pretende es un equilibrio territorial lo que hay que hacer es proteger a aquellos que tienen una aportación menor al PIB o una renta per cápita más baja y ponerlos a la altura de los que tienen más. Eso es equilibrar la balanza y articular un territorio, pero invertir donde es más fácil no es una buena política.
A partir de ahí creo que Granada tiene grandes posibilidades desde el punto de vista cultural, donde la Fundación CajaGranada tiene un papel importante. La capital ha recibido el legado de Federico García Lorca y no sé si nos damos cuenta de lo importantísimo que es para el mundo entero. Federico es el genio más universal que existe. A eso hay que sumar la Alhambra, Sierra Nevada, la Vega, La Alpujarra, etc... Hay que invertir en desarrollo con un territorio articulado con vías de comunicación porque si no, no avanza.
(P.) ¿Apoyará la Fundación CajaGranada la Capital Cultural de Europa en 2031?
(R.) Nosotros mucha relación con el Ayuntamiento, que de hecho forma parte del Patronato del Museo de Memoria Histórica y colaboramos. Es un proyecto muy interesante y tenemos que tirar para adelante con todas nuestras fuerzas. Es una oportunidad de remar todo el mundo en la misma dirección.
(P) El Centro Cultural CajaGranada-Museo de la Memoria cumplirá diez años desde su inauguración en 2009. ¿Necesita una nueva inversión?
(R.) El Museo no para de renovarse y adaptarse a las nuevas formas de expresión. Desde el punto de vista de los mayores puede que se disfrute menos, pero no se imagina cómo lo disfrutan los niños, que es muy importante para la formación de los andaluces. Nosotros nos sentimos muy andaluces y ese Museo tiene una parte muy importante en nuestra formación. Las visitas que tiene a lo largo del año así lo demuestran. Y, además, se va adaptando día a día con nuevos proyectos, programas excelentes... Además, participa en el bono turístico de Granada que le está dando una cultura al ciudadano que lo visita de primera mano. Ahí se está haciendo una buena labor.
“Sentirse influenciada por la personalidad de mi tía Elena era fácil, porque era una persona interesantísima”
(P.) Y, por último, es imprescindible preguntarle por su tía Elena. Aparte del orgullo que le supone, ¿qué recuerdos tiene de ella? ¿Le ejerció alguna influencia?
(R.) Mi tía Elena fue una persona muy importante en mi familia. No sólo era un referente de puertas para afuera sino también dentro. Lo que pasa es que cuando una crece al lado de un personaje como ella, una piensa que es lo normal y no eres consciente. Cuando pasa el tiempo y la tratas ya como adulta y la conoces te das cuenta. Afortunadamente, como vivió 91 años, tuvimos la oportunidad todos los sobrinos de conocerla ya siendo adultos. Y yo, especialmente, tuve la suerte de que era la sobrina que vivía más cerca, con lo cual en los últimos 20 años de su vida fue un trato diario. Y ya con la madurez que te da la edad y la visión, era una persona que nunca te dejaba indiferente. Fue una mujer joven y fresca de cabeza hasta el día que murió. Murió sentada leyendo el periódico. Sentirse influenciada por la personalidad de Elena era fácil, porque era una persona interesantísima en todos los sentidos. Una bellísima persona, muy amiga de sus amigos, una intelectual magnífica, con un conocimiento de la realidad estupendo, con una manera de razonar que no se olvida, afortunadamente he tenido esa suerte y la tengo que aprovechar en positivo.
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