María Jesús Dávila, campeona del mundo de Vela 420: "Hay que darles más importancia a estos deportes porque no todo es el fútbol"

La deportista granadina cuenta su experiencia por tierras japonesas, desde donde se ha traído un título que la sitúa como una de las mayores promesas del mundo de la vela

Maria Jesús Dávila Prensa
La campeona visita la redacción de Granada Digital | Foto: J.M
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Se muestra risueña, nerviosa... casi se diría que como pez fuera del agua. María Jesús Dávila no está acostumbrada a las entrevistas, aunque esta granadina de 22 años ya ha concedido unas cuantas a raíz de ganar el pasado mes de julio el Campeonato del Mundo de Vela. No es el primer título que consigue esta campeona, que ya tiene en su haber el Campeonato de España del año pasado así como medallas de varios metales en ediciones anteriores del torneo. Pero ha sido ahora, en Japón y con una nueva compañera, cuando la joven regatista ha conseguido un logro al alcance de pocos, situarse entre la élite de un deporte muy poco conocido en Granada. Ella lo lleva con una naturalidad sorprendente, como si la gesta ocurriera todos los días. En realidad, María Jesús se encuentra ahora centrada en sus estudios de arquitectura, que retoma dentro de unas semanas. La deportista no pierde la perspectiva y sitúa su carrera como futura arquitecta como una prioridad. Lo explica antes de esta charla, en la que recuerda una de las experiencias más emocionantes de su vida, una experiencia que tiene sabor a lejano oriente...

Konishiwa, ¿Qué tal va ese japonés?

Bueno aprendimos un poco, es muy complicado. Aprendimos los básico: a decir hola, adiós y esas cosas (explica entre risas), también aprendimos a escribir nuestro nombre pero el japonés es muy difícil.

¿Como ha sido la experiencia de competir en un país tan diferente a España?maria 1

Pues muy curiosa la verdad, hay muchísimas cosas que te llaman la atención, como el water que lanza chorros, los coches... y la gente es muy amable. Recuerdo que en una habitación gigante dormíamos 8 chicas en el suelo, porque allí en Japón no tienen camas.

Me imagino que no se iría de tapas para celebrarlo…

No, para nada (responde entre risas). Mira que a mí no me gusta el sushi, no comía nada de pescado porque no me gusta el pescado crudo ni las comidas de allí. Estuve dos semanas comiendo solamente arroz porque no había nada que me gustara.

Porque... ¿Cómo se inicia uno en este deporte?

Pues desde pequeñita. Mi abuelo navegaba cuando era joven, eso se lo transmitió a mi padre y a mi tío y ellos nos enseñaron a mis primos y a mí. Entonces, desde pequeños los cinco nos vamos a navegar a Málaga. Me viene de familia, además, es como una obligación para nosotros.

Es como un reto personal para mí

Y para hacerlo hay que salir de Granada.

Se puede decir que sí. Nosotros empezamos en el puerto de Motril pero allí no había suficiente nivel, porque en Granada casi nadie navega. Entonces nos tuvimos que ir a Málaga. Allí ya hay mucha más gente de nuestra de edad, nos lo pasábamos muy bien; entonces nos empezó a gustar y comenzamos a ir todos los fines de semana. En Málaga es más común que los niños pequeños hagan, por lo menos, un cursillo de vela.

Se me ocurre que, tal vez, podría comenzar en un futuro su propio club de vela en la Costa Tropical... 

La cosa está muy complicada porque tener que ir a Málaga a entrenar todos los fines de semanas es mucho sacrificio, apenas puedes tener vida privada con tus amigos, pero lo del club estaría muy bien. Es como un sueño idílico, aún queda mucho tiempo.

¿A qué edad comenzó a navegar?

Llevo en esto desde los 5 ó 6 años, cuando empecé con mi optimist, son las embarcaciones pequeñitas con las que se empiezan en el mundo de la vela.

¿Cómo ha compaginado su carrera deportiva con su vida personal?

Pues la verdad es que mal, (se ríe) porque ya tienes ganas de salir con tus amigos y pasártelo bien...  pero cuando te vas de regata también lo pasamos genial porque conoces a gente de todo el mundo y acabas haciendo muchos amigos.

¿Cuáles son las dificultades de practicar vela? Y a pesar de ellas, ¿que es lo que le ha enganchado de este deporte?

Pues la cosa de superarte a ti mismo, porque a parte de ser un deporte físico hay que tener mucha cabeza, mucha concentración. Es un deporte en el que tienes que estar muy bien contigo mismo, estar preparado en todos los aspectos. Es como un reto personal para mí. Además existen piques entre regatistas y ese afán de mejorar y superarme a mí misma y a mis rivales es lo que me gusta de esto.

Ha habido veces que me he planteado dejarlo

Por lo que cuenta, su familia es la responsable de que practique vela. ¿Cómo están viviendo todos sus triunfos?

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Pues muy contentos, porque además mi hermano también ganó el año pasado el campeonato del mundo en Alemania y cuando me proclamé campeona fue toda un fiesta. Además, mis padres me apoyan en todo, mi madre tiene una tienda de vela en Málaga y nos proporciona todo el material para entrenar, así no nos gastamos mucho dinero en esto. Mi padre es el que nos acompaña a todos los sitios; aunque no sea nuestro entrenador, psicologicamente nos apoya mucho. Al campeonato del mundo en Japón no iban a venir (sus padres) y me dieron una sorpresa porque decían que tenían un presentimiento y se presentaron allí en Japón, y yo me quede alucinada cuando los vi.

¿Echa en falta más apoyo de las instituciones?

Sí porque no hay muchas ayudas para este deporte. Ahora vamos a recibir dinero por ser campeonas del mundo, pero si no ganas no te dan nada. Lo entiendo pero creo que si haces buenos números y podios podrían ayudarnos un poco más. Cuando empiezas en la vela sí te ayudan algo para comprar el ‘kit básico’ de vela.

Con o sin ayuda, una regatista tiene que mantener una disciplina de entreno, claro. ¿Cómo es el día a día?

Pues le dedico mucho tiempo a mi carrera, pero lo que intento es mantenerme en forma, entre semana voy al gimnasio cuando puedo, salgo a correr y ya los fines de semana me paso todo el día navegando.

Es un deporte en el que la compenetración con la otra compañera tiene que ser máxima…

Sí, claro. Ahora estoy entrenando con una nueva compañera, Marta Garrido, ella es más joven que yo, tiene 19 años, y nos llevamos muy bien. Me llamó para que navegara con ella porque yo tenía más experiencia, que es una de las cosas más importante en la vela. Hacemos muy buen equipo porque nos compenetramos muy bien, lo que le falta a una lo tiene la otra y viceversa. Antes del Mundial solo había entrenado un par de meses y aunque el principio fue difícil, al final conseguimos nuestro objetivo. Sobretodo nos lo hemos pasado genial y nos hemos reído mucho. Ahora tenemos muchas ganas de seguir.

En un par de años o tres nos pondremos al 100% de cara a los JJ.OO

 El campeonato del mundo de 420 es el último de unos cuantos títulos que ya atesora. ¿El más difícil de lograr hasta la fecha?

Sin duda ha sido el que más nos ha costado. La primera dificultad es que llegas a un sitio que no conoces de nada, te sueltan en el agua y ya… a la aventura. Pero lo más difícil fue que, durante el campeonato, hubo un tifón y nos tuvieron que meter en el hotel hasta que se pasara. Pero cuando acabó, se quedaron los resquicios del mismo, que fueron dificultades para nosotras porque había fuertes rachas de viento que nos descontrolaron un poquito, pero con la experiencia que tenemos supimos adaptarnos rápido. Fue gracioso porque las inglesas se sorprendían de nuestra rápida adaptación al viento y nos decían ¿cómo sabéis que va a pasar? (entre risas)

¿Qué tal el resto de competidores?¿Como los viste a ellos?

Pues, en cuanto a España, los regatistas tienen mucho nivel porque así lo están demostrando en muchas categorías, consiguiendo campeonatos y muchos podios. Y en cuanto al resto del mundo, hay muchos deportistas que destacan pero puedo resaltar a los italianos, a los alemanes y a los japoneses.

Mi sueño es ganar el oro olímpico

maria 3Con un campeonato del mundo bajo el brazo el siguiente paso es…

Pues nos vamos a pasar a la categoría 470, que es la clase olímpica. Pero vamos a empezar poco a poco porque como para los JJ.OO de Río 2016 el equipo ya está casi cerrado, nos vamos a centrar en Tokio 2020. Pero para llegar ahí tenemos 5 años de preparación y no podemos ponernos ya a entrenar porque sino acabaríamos hasta las narices (bromea), entonces este año va a ser de contacto, de buscar apoyos, vamos a competir en todos los europeos y mundiales que haya para mantenernos en buen estado. Y cuando pasen un par de años o tres nos pondremos al 100% de cara a los JJ.OO.

¿Cuál es el gran sueño deportivo de María Jesús Dávila?

Mi sueño es ganar el oro olímpico.

Cuenta que lleva desde casi siempre en este deporte, ¿se ves algún día ajena a él?

Pues, de hecho, ha habido veces en que me he planteado dejarlo. Lo puedes dejar temporalmente pero nunca lo dejas de verdad. Mis dudas vienen porque también estudio arquitectura y es completamente incompatible con la Vela. Me quedan pocos años de carrera voy a terminarla, voy a seguir entrenando y después, cuando acabe, nos pondremos a prepararnos para Tokio 2020.

Por cierto, que este verano ya ha habido otras campeonas andaluzas de deportes minoritarios, como Carolina Marín en badmintón. ¿Hablamos de una edad de oro del deporte joven andaluz?

Yo espero que sí, porque los deportes que no suenan mucho ni en Andalucía ni en España están empezando a promocionarse; hay que darles más importancia a estos deportes porque no todo es el fútbol, que por cierto no me gusta nada (se ríe).

Terminemos con una reflexión ¿Qué hace falta para que sigan surgiendo más campeones en esta tierra?

Promocionarlos desde pequeños y, sobre todo, tener el apoyo de los padres. Por supuesto, que te guste lo que haces, estar motivado con lo que te gusta.