"No veo la malafollá como algo malo, en el humor me sirve para hacer ironía"
Martita de Graná regresa a su tierra con las pilas más cargadas que nunca: "Que nos cerraran los bares durante el confinamiento me ha venido hasta bien"
Si pronunciamos el nombre de Marta Martínez García (Granada, 1989) seguramente les cueste imaginar a quién nos referimos. ¿Cuántas personas con ese nombre y apellido tan característico pueden aparecer en la guía telefónica? Pero si por el contrario decimos Martita de Graná, entonces todo el mundo contesta: "¡Ah! La de los vídeos de Instagram". Con un toque cercano, guasón y, en ocasiones, algo sonrojante, la humorista granadina ha asaltado los cielos de la nueva comedia y los corazones de media España. Un país que ha soportado durante varios meses un confinamiento que parecía no tener nunca fin, pero que se ha hecho algo más llevadero cada vez que el círculo de 'stories' de Martita se coloreaba de rosa. El aperitivo virtual se ha traducido en entradas agotadas en Madrid, Barcelona, Sevilla, Benidorm o Pamplona en la nueva normalidad. Este viernes (23.00 horas) aterriza en el Palacio de Congresos. Una cita especial, pues supone reencontrarse artísticamente con la tierra cuyo nombre le ha aportado un granito de su fama. El resto, toneladas, son fruto de su talento. El mismo que le lleva ahora a la gran pantalla. Dice que prefiere que por la calle la llamen Marta. Quién sabe si su faceta cinematográfica consigue que al final la conozcan más como Eva, su personaje en García, García, la película de Ana Murugarren que ya rueda junto a José Mota y Pepe Viyuela.
Pregunta. Es el primer bolo que hace en Granada desde el confinamiento, ¿qué sensaciones tiene?
Respuesta. Sí, después de dos meses dando vueltas por España, es el primero que hago en Granada, así que con muchas ganas.
P. ¿Tiene preparado algo especial en el reencuentro con el público ‘granaíno’?
R. Estoy cambiando algunas cosillas porque, cuando actúas en la tierra, siempre algunas partes puedes acomodarlas a cosas que sabes. En general es el mismo show que en todos lados, aunque con algunas cositas de ‘Graná’.
P. ¿Cómo el típico chiste que hacía Goyo Jiménez sobre La Chana cuando venía?
R. Claro, alguna de esas caerá… (ríe)
P. Imagino que ha sido un confinamiento muy complicado, con la paralización del sector cultural, ¿cómo lo ha llevado?
R. En marzo la verdad es que fue un palo. Sobre todo porque ya tenía tres bolos agotados y de trece se suspendieron once. Sólo me dio tiempo a hacer dos. Pero al final, si te digo la verdad, el confinamiento me ha venido hasta bien. Tener tanto tiempo para generar material y haber conocido a tanta gente me ha hecho ver los resultados ahora. Está siendo una pasada la acogida de la gente, ir a cualquier parte de España y ver que te siguen y que te compran entradas. Al final, le saco el lado bueno.
P. Es que ha permitido descubrir una Martita más ‘instagrammer’. Ya usaba Instagram antes, pero ahora sube más stories. Imagino que se pasa todo el día dándole vueltas a la cabeza para reciclar ese humor costumbrista.
R. Como no tenía tiempo para hacer otra cosa en casa, era un poco pensar en eso para el futuro y darle vueltas a la cabeza para hacer vídeos, subir historias y estar todo el día liada. Ha sido un trabajo de mucha constancia. Constancia que yo ni sabía que tenía. Y ha sido al obligarnos a estar en casa y cerrarnos los bares, que a mí me ha venido muy bien.
P. Más allá de las posibilidades que ya conocemos de las redes sociales. Seguro que ha descubierto los matices artísticos y cómicos que ofrecen estos canales.
R. Es un poco crear tu forma de moverte en las redes. Mis vídeos tienen la seña de Martita de Graná, son generales y tienen cambios de registro. No sé si te referías a eso…
P. Más bien al hecho de encontrar lenguajes propios en las redes que permiten a los cómicos hacer cosas distintas por el hecho de mostrarlos a través de ese canal…
R. A lo mejor en un bolo tienes que hacer un monólogo, pero en las redes puedes buscar tu propia seña y tu propia manera de hacer vídeos o cortos que entretengan. Yo por ejemplo me grabo de diferentes posturas o voy haciendo personajes. Buscas un sello con el que parece que, al final, vas gustando a la gente.
P. ¿Como el vídeo de ‘métele una 'mijilla' de malafollá y le vamos a poner papada’, que es uno de los últimos que ha compartido?
R. Efectivamente. Ese estaba buscándolo hoy (por el jueves) para llevarlo al escenario de nuevo porque no lo había usado todavía y lo voy a meter por la cosa esa que tenemos en Granada con la malafollá. A la gente le gusta.
P. Sí, parece que la malafollá vende mucho fuera de Granada. Cuando se sale, la gente siempre reconoce muchos tópicos de esta tierra y que encandilan a la gente.
R. Totalmente. Además yo creo que en cada sitio tienen sus propios tópicos. Los catalanes son tal, los madrileños cual y los ‘granaínos’, malafollá. Pero si te digo la verdad, no veo la malafollá como algo malo. En el humor me sirve para hacer ironía metiendo esa malafollá, pero que a la gente le gusta. La ironía en el humor es muy buena y a mí me gusta usarla siempre.
P. Madrid, Barcelona, Sevilla, Benidorm… La hemos visto este año por varios puntos de la geografía nacional. ¿Qué le queda por delante ahora que recupera la normalidad?
R. En general he estado en toda España, es una locura. Esta semana ha sido más centrada en Andalucía porque he estado en Sevilla, San Fernando o anoche en Antequera. También Almuñécar. Pero ahora, por ejemplo, me ha salido un bolo en Pamplona que me ha sorprendido un montón. Son zonas a las que no había ido aún y va por el segundo pase en un recinto muy grande. Flipo viendo cómo se agotan las entradas en todos los sitios. Pamplona, Barcelona, Madrid, Gijón, Alicante, Valencia, Murcia… ¡Han agotado los pases en toda España!
P. Y también ha reventado la taquilla en el Palacio de Congresos…
R. Sí, y me he alegrado un montón porque parece que venir a tu tierra como que cuesta más. Es como si fuera gustaras más y, a lo mejor, en tu tierra es un ‘poquillo’ más duro vender entradas, pero esta vez no ha sido así. Ha ido muy bien y mucha gente se ha quedado fuera, por lo que eso te abre la posibilidad de volver pronto.
P. En un vídeo publicado en GranadaDigital durante sus inicios, un compañero le preguntaba: “Y tú, ¿por qué te has hecho famosa?”. Y es que todo fue como de la noche a la mañana, ¿no?
R. Sí, fue un poco locura. Yo lo cuento siempre en los espectáculos. Hice un vídeo en el que, precisamente, hablaba de mi tierra, de la que yo soy amante y la llevo por bandera hasta en el nombre. Decidí hacer ese vídeo y empezó como repentinamente. Pero en aquel momento que me dices no me consideraba aún famosa. Había gente que sí me conocía por aquel vídeo. Ahora que tengo un recorrido, me muevo por España y veo que me compran entradas paro y digo: “Lo mismo soy un poquillo famosa”. Ha habido un crecimiento paulatino, pero es que hace ya cuatro años desde el primer vídeo y ya ha llovido un poco.
P. ¿Cómo prefiere que le llamen, Marta o Martita?
R. Marta, Marta. No sé por qué me puse Martita. Es Marta.
P. A lo mejor dentro de poco le empiezan a llamar Eva…
R. (ríe) ¡Bueno! Ha sido un papelillo… un papel. Un papel importante que me han dado en la película que es el de Eva. Lo que sí creo es que eso de que te llamen por el nombre de un personaje es más propio de una serie, donde sales muy a menudo. A mi compañero Pepe Viyuela lo paran por la calle y le dicen “¡Chema, Chema!”. No es Chema, pero la gente lo conoce por Aída. Es mi primer papel, aunque espero que vengan algunos más y que nadie me llame Eva.
P. Es curioso porque la gente de mi generación sí que le conoce como Pepe Viyuela. Y ahí se demuestra la importancia de los cambios generacionales.
R. Claro. Cada vez que me tropiezo, mis amigas y yo decimos: “Has hecho un Pepe Viyuela”. Pero esta generación le dice Chema. Es normal.
P. La película se llama García y García, ¿qué se va a encontrar el público?
R. Me dijeron que había cosas que no podía desvelar de la ‘peli’, pero luego he visto un artículo en internet donde las han contado. Así que voy a por lo que me han dicho…
P. Pues tire por donde le dejen…
R. José Mota y Pepe Viyuela son los dos protagonistas. Los dos son García de apellido y en una aerolínea ‘low cost’ que está en las últimas porque el jefe es un trápala, a ellos dos los necesita. A uno como mecánico y al otro como ingeniero. El ingeniero es José Mota y el otro Pepe. Pero yo a Pepe lo confundo y me lo llevo creyendo que es el ingeniero y otra chica se lleva a José creyendo que es el mecánico. Al final la película se basa un poco en esa confusión de los dos personajes creyendo que son los otros, y es muy gracioso por eso. Pepe es el mecánico, un poco más desastre, y sin embargo lo tratamos como si fuera un Dios. Ahí está la gracia. Está habiendo todo el rato actuaciones muy cómicas que, si las montan guay, va a quedar una película muy divertida.
P. Claro, es que vaya pregunta la mía. Con José Mota, Pepe Viyuela y usted en el reparto no se podía esperar un dramón.
R. Pero es que también están Ricardo Castella; Jesús Vidal, de Campeones; o Carlos Areces, de Museo Coconut. Hay un reparto muy divertido.
P. José Mota y Carlos Areces… El humor manchego sigue teniendo tirón…
R. A mí es que el humor manchego de gente como ellos, o Ernesto Sevilla, me encanta. Me identifico con ellos siempre, ese humor me flipa.
Comentarios
Un comentario en “"No veo la malafollá como algo malo, en el humor me sirve para hacer ironía"”
Juanmi
28 de agosto de 2020 at 08:58
Siento decirte que no tienes malafollá, por suerte. Eres muy simpática , y eso es incompatible con lo otro. Mucha suerte en la profesión de hacer reír a los demás. Que es una de las más difíciles que hay.