Marzo esperanza
Qué curioso y caprichoso es el fútbol. El Granada de Sandoval, entrenador que logró el milagro de la permanencia la pasada temporada, jugaba al fútbol (en bastantes ocasiones) como los ángeles, pero en esta campaña no le ganaba ni a un 'Benjamín'. Entonces, José González, el ayudante de Gregorio Manzano en el Beijing Guoan, un equipo de la 'todopoderosa' Superliga china, y exentrenador del Cádiz hace ya unos cuantos años, se hace cargo del equipo y tras tres días de entrenamientos y un partido discreto en Riazor, logra los tres puntos ante uno de los equipos revelaciones del curso. No me digan que el guión no es enrevesado.
No, el Granada de José González no tendrá nada que ver con el de Sandoval. Si nos dejamos llevar por su puesta en escena ante del Deportivo, el nuevo preparador nazarí quiere un equipo serio y bien cosido en campo propio, para ahogar los espacios del rival y salir al contragolpe aprovechando la velocidad y el desborde de Success, Peñaranda y El Arabi. Esa será la hoja de ruta del entrenador gaditano, apuesta personal de Pina para enmendar otro proyecto fallido.
Con estas cartas, lo que está claro es que no nos vamos a enamorar del Granada de José González, pero a estas alturas lo único que ya interesa es sumar de tres en tres, como hizo el equipo rojiblanco en Riazor. Para eso ha venido José González y no hay que exigirle nada más. Todos firmaríamos para el resto de la temporada un encuentro similar al sucedido contra el Deportivo. Jugar regular, sufrir, pero ganar. Y el calendario que viene invita a cierto optimismo: Sporting, Espanyol y Rayo en casa, y visita al Benito Villamarín. Se puede soñar con el doce de doce... Marzo esperanza.