Más afecto

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Frase ligada al artículo de opinión | Foto: Joan Carles March
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Mientras que las palabras de odio pueden destrozar el alma, las palabras cariñosas, que vienen del mundo de los afectos, pueden curar las heridas más profundas.

Y es que el ODIO es el patito feo de las EMOCIONES. Y la realidad es que no nos gusta oír a la gente que odia cosas de la vida cotidiana. Cuando no hay odio dentro, no hay enemigos fuera.

Nuestra personalidad y forma de ver la vida condiciona la manera en la que nos relacionamos con los demás. En esta línea, tener enemigos puede estar más relacionado con cómo afrontamos las situaciones en nuestra mente que con las circunstancias que objetivamente nos suceden.

Y ante ello, el afecto. El afecto emocional y físico, es uno de los pilares fundamentales de nuestra vida. Rodearnos de personas que nos aprecian, que nos quieren es un bálsamo para el alma. Dejarnos querer, mimar y achuchar, nos afloja las durezas emocionales que vamos acumulando a lo largo de los años. El problema es que a veces nos cuesta pedir ayuda. Esto dificulta poder recibir el afecto de los demás plenamente.

Podemos decir entonces, que las palabras curan. También duelen si las usamos para atacar, juzgar y menospreciar a los otros y a nosotros mismos. Curan si las utilizamos para expresar lo importantes que son las personas que están en nuestra vida.

Palabras de afecto que podemos utilizar para expresar lo que sentimos como:

⁃ Te quiero y te aprecio. “Te quiero mucho”
⁃ Eres importante para mi.
⁃ Me ayudas y me apoyas en todo lo que puedes.
⁃ Gracias por estar presente en mi vida.
⁃ Tienes mi confianza.
⁃ Gracias por escucharme y entenderme.
⁃ Valoro tu amistad y la agradezco.
⁃ Agradezco que la vida nos haya puesto en el mismo camino.
⁃ Cuenta conmigo para lo que necesites.
⁃ “Cuídate”, “te ves muy bien”, “avisa cuando llegues”, “te extraño”, “estaba esperando tu mensaje”, “eres muy importante para mí”, “quiero pasar tiempo contigo”

No tengamos miedo de decir “me encanta tu actitud, aprendo mucho de ti”, porque a veces las cosas no son tan fáciles para esa persona y puede sentirse motivada por tus palabras.

Podrían ser solo palabras, pero los afectos expresados en cada una de ellas nutren el alma. Y las palabras de afecto valen oro en estos días donde todo el mundo tiene algo que criticar. Porque las palabras cariñosas aportan identidad a las personas, les dicen lo bueno y valioso que hay en ellas y les motivan a hacer cambios en el resto de cosas. Con palabras de amor y afecto podemos inyectar fortaleza, motivación, valor, coraje y determinación en las personas. No tengas miedo de ser amable y decir a cada persona lo positivo que hay en ella.

Nadie puede dar aquello que no tiene por dentro, así que para dar palabras cariñosas que realmente nutran el alma de quienes nos rodean, es importante darnos a nosotros mismos palabras de amor cada día que nos ayuden a levantarnos con ánimo y enfrentar cada adversidad.

También, la crítica es buena porque nos ayuda a mejorar como sociedad. Sin embargo, nos hemos olvidado de las palabras de afecto, esas que necesitamos todas las personas, realmente nos motivan para seguir adelante. Cuando una persona solo recibe crítica, no puede reconocer lo bueno que hay en ella porque su panorama de sí mismo es solo negativo.

Lo que quiere oír una persona de nosotros/as es lo valiosa y preciada que es para nosotros, lo que nos gusta y lo bien que la vemos. Si la reforzamos con amor, tal vez tome las decisiones adecuadas para mejorar su estilo de vida y salud.

Es un mal social de estos tiempos el no querer usar las palabras afectivas por considerarlas “ridículas”. Pero al contrario, expresan fortaleza, porque estas palabras nos mantienen sanos y nos ayudan a esparcir sanidad en los corazones más lastimados.

El peso de los sentimientos, las emociones o los afectos en nuestra comprensión del prójimo es un tema de nuestra vida, con profundas implicaciones. Y palabras, miradas, posturas,..... CON AFECTO ayudan a la vida, ayudan a VIVIR.