Más de 24.000 gibraltareños están llamados a votar en el referéndum, con el 'sí' a la UE como opción preferida
Temen que un 'Brexit' acabe con la prosperidad económica de la que goza el Peñón y un nuevo pacto de cosoberanía entre Madrid y Londres
Un total de 24.117 ciudadanos residentes en Gibraltar están llamados a votar en el referéndum de este jueves sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, opción claramente mayoritaria entre los habitantes del Peñón, donde las encuestas vaticinan un respaldo a la UE cercano o incluso superior al 90 por ciento.
Gibraltar es el único territorio británico de ultramar que está dentro de la UE, y por lo tanto también es el único autorizado a participar en la consulta.
Los 14 colegios electorales repartidos por el Peñón abrirán desde las 7.00 a las 22 horas. El ministro principal, Fabian Picardo, que prevé un respaldo "masivo" de los gibraltareños a la permanencia en la UE, tiene previsto votar a las 10:00 horas en Central Hall.
Una vez que se sellen las urnas a las 22.00 horas, se llevarán a la Universidad de Gibraltar para su recuento, que comenzará a las 23.00 horas, por lo que los primeros resultados no estarán disponibles hasta la madrugada.
Solo podrán participar en el referéndum aquellos ciudadanos británicos, irlandeses o de la Commonwealth que residan en el Peñón y que figuren convenientemente registrados para participar en esta consulta.
Este respaldo sin fisuras a la permanencia en la UE se explica por las consecuencias que una salida del Reino Unido del club comunitario (escenario conocido como 'Brexit') acarrearía para el Peñón, que también se quedaría fuera y no podría solicitar adherirse a la Unión al no ser un Estado soberano.
La próspera economía de Gibraltar está basada en un régimen fiscal con bajos impuestos, lo que ha hecho, por ejemplo, que las grandes empresas que se dedican al juego de apuestas on line se hayan instalado en el Peñón. A este atractivo se le une el hecho de que las empresas con sede en Gibraltar tienen acceso al mercado único europeo. Las compañías de servicios financieros, seguros, de juego on line, además de la actividad de su puerto, son hoy el motor económico del Peñón.
Pero al miedo de que un 'Brexit' acabe con la prosperidad económica de la que goza actualmente el Peñón, se une el terror a que la salida de Reino Unido de la UE permita a España avanzar en su reivindicación de la soberanÍa del Peñón, donde pesa como una losa el recuerdo del cierre de la Verja entre 1969 y 1982.
Como consecuencia de la adhesión de España a las Comunidades Europeas en 1986, España perdió la potestad que le concedía el Tratado de Utrecht de 1713 de abrir y cerrar la Verja a discreción, y quedó obligada a permitir la libre circulación de personas y mercancías, si bien España puede realizar controles con la debida proporcionalidad por el hecho de que Gibraltar no forma parte del espacio europeo sin fronteras Schengen, como recuerda la catedrática de Derecho Internacional Araceli Mangas en un reciente análisis para el Real Instituto Elcano.
LA UE, NADA QUE DECIR
En qué situación quedaría Gibraltar en caso de 'Brexit' sigue siendo una incógnita. Si el Gobierno gibraltareño ha pedido a Londres que no se olvide de ellos en sus negociaciones con la UE para concretar la desconexión y fijar una nueva relación, España ya ha avisado de que el futuro del Peñón es algo que corresponde negociar exclusivamente a España y Reino Unido, y que la UE nada tiene que decir.
En un informe remitido en primavera al Parlamento británico, el Gobierno gibraltareño exigió que "queden claros qué derechos de Gibraltar defenderá el Gobierno británico en el contexto de sus negociaciones en caso de que el referéndum decida la salida de la UE".
Si se confirma el 'Brexit', añadía el documento, es esencial que el Reino Unido brinde protección frente a los intentos de España de sacar partido de la actual situación para avanzar sus reivindicaciones sobre Gibraltar.
El actual Gobierno español sostiene que si hay Brexit, lo más inteligente sería que Madrid y Londres volvieran a estudiar la fórmula de la cosoberanía, una opción que los gibraltareños rechazaron en referéndum en el año 2002.