Más de 300.000 niños en India son forzados cada día a mendigar en las calles por las mafias
Se urge al Gobierno indio a que aumenten las labores de vigilancia y de protección de los miles de menores que viven en las calles
Más de 300.000 niños son drogados, maltratados físicamente y forzados a pedir limosna en las calles de India cada día, víctimas de una industria millonaria controlada por redes de tráfico de personas, según un informe elaborado conjuntamente por la Policía india y varias organizaciones de Derechos Humanos.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en India, más de 40.000 niños son secuestrados cada año, de los cuales 11.000 desaparecen de forma definitiva.
En el informe, que será enviado a todas las comisarías del país, se urge al Gobierno indio a que aumenten las labores de vigilancia y de protección de los miles de menores que viven en las calles.
"La Policía no cree que los niños que piden limosna constituyan un problema, ya que cuando ven que les acompaña un adulto automáticamente asumen que se trata de un familiar suyo o de alguien conocido", ha declarado la directora ejecutiva de 'The Freedom Project India', una de las organizaciones que participan en la elaboración del informe especializada en la trata de personas. "Sin embargo, de cada 50 niños rescatados unos 10 suelen ser víctimas de redes de tráfico humano. Es completamente necesario mantener vigilados a estos menores para poder identificarlos y evitar que esto ocurra", ha añadido.
De acuerdo con el informe, muchos de los menores secuestrados por estas redes son incluso mutilados o quemados por sus captores, para despertar más empatía en los transeúntes y recaudar más limosnas. Todo el dinero que ganan a lo largo del día suele ir a parar a manos de los traficantes, utilizado en mucha ocasiones en drogas y alcohol.
El informe está basado en los testimonios de oficiales de Policía y de las organizaciones benéficas de la ciudad de Bengaluru, anteriormente conocida como Bangalore, situada en el estado de Karnakata, en el sur de India.
Según fuentes policiales, existe un patrón estacional en la práctica de la mendicidad de estos menores. En ciudades como Bengaluru el número de niños vagando por las calles y pidiendo limosna aumenta radicalmente cuando se acerca algún festival o justo después de algún desastre natural.
En el año 2011, la Policía local de Bengaluru lanzó la 'Operación Rakshane', en la que con ayuda de varios departamentos del Gobierno central y algunas organizaciones humanitarias desarrollaron un programa para ayudar a niños forzados a mendigar. La operación consistía en establecer patrullas en toda la ciudad, que seguían a los menores, haciendo fotografías de su vida cotidiana y siguiéndoles hasta sus hogares, con el fin de comprobar si eran víctimas de tráfico humano o no, antes de rescatarles de sus posibles captores.
"Cuando comenzamos, no teníamos ninguna prueba de que existiera una conexión entre los menores mendigos y el tráfico humano. Sin embargo, nos propusimos observar todo meticulosamente para registrar cualquier posible signo de trabajos forzados en la ciudad", ha declarado Kanaiya.
De acuerdo con el inspector general de la Policía india, Pronob Mohanty, que encabezó la 'Operación Rakshane', los equipos policiales y los trabajadores sociales llegaron a rescatar hasta a 300 niños en un sólo día en una de sus redadas por la ciudad. Todos los traficantes arrestados por estos casos hasta la fecha han sido encarcelados.
"La 'Operación Rakshane' fue establecida con el fin de servir de modelo, que puede ser replicado a gran escala en un plan de cooperación entre las autoridades del país", ha escrito Mohanty en el informe, que incluye sugerencias de métodos para llevar a cabo esta vigilancia, así como formas de recolección de datos y de rehabilitación de los menores. Kanaiya ha añadido que planean llevar el informe a todas las comisarías de India y celebrar talleres de formación para los policías, para que gestionen estos casos de explotación infantil y puedan llevar a cabo operaciones de rescate diligentemente.