Más de 6.000 españoles se han apuntado ya como voluntarios al Cuerpo Europeo de Solidaridad, que cumple un año
España es el segundo país de la Unión Europea por detrás de Italia donde más jóvenes se han apuntado como voluntarios para participar en proyectos de este organismo
España es el segundo país de la Unión Europea por detrás de Italia donde más jóvenes se han apuntado como voluntarios para participar en proyectos del Cuerpo Europeo de Solidaridad, un total de 6.767 chicos y chicas menores de treinta años de los que 393 ya están sirviendo a iniciativas sociales en otros estados miembro, gracias a este programa de la Comisión que cumple estos días su primer año de vigencia.
Según ha explicado en declaraciones a los medios el portavoz de la Comisión Europea en España Lucas González, en toda la UE se han inscrito "alrededor de 42.000 jóvenes". Los candidatos se apuntan en la plataforma online del Cuerpo Europeo de Solidaridad exponiendo sus intereses y aptitudes y son "captados" por ONG que operan en distintos puntos de la UE y necesitan voluntarios. En suelo español hay en la actualidad 164 jóvenes de otros países haciendo voluntariado.
Conforme ha señalado, a diferencia del programa anterior de voluntariado europeo, el Cuerpo de Solidaridad tiene además de la parte altruista, otra de empleo. "En esta la vertiente ocupacional se tiene un contrato de trabajo que proporciona el contratante en el país donde se hace esa acción solidaria y en la vertiente de voluntariado la Comisión cubre los gastos de transporte, manutención y estancia en el país de destino", explica González.
Este programa, nacido bajo la presidencia de Jean-Claude Juncker, tendrá, a diferencia del anterior, "presupuesto propio y una estuctura jurídica propia". "Ya tenemos propuesto y hay acuerdo político en el Consejo de Educación y Cultura para destinar 341 millones de euros para este proyecto. Lo que ha dicho Juncker es que entre 2021 y 2027 haya un presupuesto de seis mil millones porque es una acción muy interesante para los jóvenes", ha apuntado el portavoz.
Con estos fondos se cubren las estadías de los voluntarios, que van de seis meses a un año y que dependen de las necesidades que tengan las distintas organizaciones y de los proyectos que presenten al Cuerpo de Solidaridad Europeo, pues tal y como señala González, "no se trata de sustituir" a los profesionales, sino de apoyar su labor.
Pone como ejemplo el terremoto de Italia, por el que en agosto del año pasado se desplazó un grupo de voluntarios a la zona damnificada en Nusria para apoyar labores de reconstrucción y asistir a las personas afectadas. No obstante, también hay proyectos de acción social, como el que mantiene ocupada a Francesca, una joven voluntaria italiana que lleva ocho meses en un centro de reinserción de personas con drogodependencias en la Comunidad de Madrid.
La integración con la población local y el intercambio cultural son los dos aspectos que más destacan los voluntarios de su experiencia pues inciden en que es más intenso que en un Erasmus. "En esta experiencia tienes muchas más posibilidades de integrarte en la cultura local, algo que con 'los Erasmus' no pasa tanto porque suelen relacionarse entre ellos. Esto te perite conocer la gran diversidad cultural que hay en Europa", explica Pablo, que hizo voluntariado en Hungría.