Más de la mitad de inmigrantes con VIH se infectan después de llegar a Europa
Según los resultados de un estudio internacional que se presentará en el próximo congreso del Grupo de Estudio del Sida
Algo más de la mitad de los inmigrantes que viven en Europa y tienen VIH se infectaron después de llegar al continente, pero en hasta un tercio de los casos es difícil establecer cuándo se produjo el contagio, según los resultados de un estudio internacional que se presentará en el próximo congreso del Grupo de Estudio del Sida (Gesida) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).
El trabajo fue realizado por la Unidad de La Cohorte de la Red de Investigación en Sida del Instituto de Salud Carlos III, en colaboración con la University College London (Reino Unido), y participaron centros y hospitales de otros ocho países europeos.
En total participaron un total de 2.143 inmigrantes VIH positivos, de los que el 54 por ciento se contagió después de la migración a Europa. Esta adquisición 'post-migración' fue "especialmente elevada" entre los hombres que mantienen sexo con otros hombres (72%) y los usuarios de drogas inyectadas (67%) en comparación con los hombres y las mujeres heterosexuales (36%, respectivamente).
Con respecto al análisis de las áreas de origen, las personas provenientes de África Subsahariana son las que en mayor medida adquirieron el VIH antes de la migración (22%) en comparación con inmigrantes de otros orígenes.
En cambio, la adquisición post-migración del VIH se observó con más frecuencia en inmigrantes provenientes de Latinoamérica y Caribe (68%) y de Europa Occidental (69%), entre los que la proporción de HSH es especialmente alta.
No obstante, reconocen los autores, en casi un tercio de los pacientes participantes no se pudo asignar con certeza el momento de la adquisición del VIH, una proporción que fue especialmente elevada en el grupo de subsaharianos (47%), por lo que el equipo de investigación está desarrollando nuevos modelos para poder estimar el momento de adquisición del VIH.
Según los autores, estos datos alertan sobre la necesidad de establecer programas preventivos entre los inmigrantes hombres que mantienen sexo con otros hombres, y de romper las barreras de acceso al sistema sanitario que obstaculizan la atención sanitaria a las personas de origen extranjero.
EL CRIBADO TAMBIÉN DETECTA ENFERMEDADES PARASITARIAS
Por otro lado, otra investigación centrada igualmente en la población inmigrante con VIH, y que también se presentará en el VII Congreso de GeSIDA, avala la realización de programas de cribado para el diagnóstico precoz de enfermedades parasitarias, sobre todo en los pacientes procedentes del África subsahariana.
Sobre una muestra de 68 pacientes con VIH, se vio que en el 56 por ciento estaban asintomáticos la realización de programas de cribado permitió detectar numerosas enfermedades tanto cosmopolitas como parasitarias.
Así, el 32,4 por ciento de los pacientes estaba infectado por un solo parásito, el 8,8 por ciento por dos y el 6 por ciento por tres. Las enfermedades parasitarias más frecuentes fueron las intestinales. Las cosmopólitas más frecuentes fueron sífilis y hepatitis B. Cuatro pacientes tenían hepatitis C y 6 tuberculosis.
Por ello, los autores concluyen que los programas de cribado en población inmigrante con VIH son necesarios para el diagnóstico precoz de enfermedades tanto cosmopolitas como parasitarias en una gran mayoría de los pacientes, sobre todo los procedentes del África Subsahariana. Asimismo, subrayan que su realización debe ser independiente del nivel de CD4 y carga viral.