Más de la mitad de las escuelas del noreste de Nigeria están cerradas por la violencia de Boko Haram
Desde 2009, más de 2.295 profesores han sido asesinados en el noreste del país y otros 19.000 se han visto obligados a desplazarse
El 57 por ciento de las escuelas y colegios del estado de Borno, en el noreste de Nigeria, permanecen cerrados como consecuencia de la violencia y la amenaza derivada del grupo terrorista islamista Boko Haram, según informa el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En un comunicado, la agencia de Naciones Unidas ha explicado que, desde 2009, más de 2.295 profesores han sido asesinados en el noreste del país y otros 19.000 se han visto obligados a desplazarse. "Casi 1.400 escuelas han sido destruidas y la mayoría no han podido abrir de nuevo por la magnitud de los daños o porque están en zonas que siguen siendo inseguras", ha señalado.
La situación ha adquirido tal gravedad que hay unos tres millones de niños necesitan apoyo educativo de emergencia. "Los niños en el noreste de Nigeria están pasando por demasiado horror", ha afirmado el director adjunto de UNICEF, Justin Forsyth, tras realizar una visita de tres días a Maiduguri, el epicentro de la crisis.
Durante su visita, Forsyth conoció a familias y niños afectados por el conflicto, que le contaron que tienen miedo de Boko Haram y las condiciones en las que viven. "Además de la terrible desnutrición, de la violencia y de un brote de cólera, los ataques a escuelas amenazan con causar una generación perdida de niños, amenazando su futuro y el de su país", ha explicado.
UNICEF ha contado que algunos niños que viven en campos de desplazados en Borno están recibiendo educación por primera vez en su vida, como sucede en el campo Muna Garage, a las afueras de Maiduguri, donde cerca del 90 por ciento de los alumnos se matricularon en la escuela por primera vez.
En los tres estados más afectados del noreste de Nigeria, UNICEF y sus aliados han matriculado en la escuela a cerca de 750.000 niños este año, han establecido más de 350 espacios temporales de aprendizaje y han distribuido casi 94.000 paquetes de material educativo.
UNICEF y sus socios también están trabajando para rehabilitar las escuelas y las aulas, así como para formar a los profesores para construir un sistema educativo más fuerte para el futuro, según ha explicado la propia agencia de la ONU.
La organización no gubernamental ha señalado que la crisis en Nigeria ha dejado cerca de un millón de niños desplazados de sus hogares y que se espera que este año unos 450.000 niños menores de cinco años sufran desnutrición severa aguda. "El uso de niños como bombas humanas, unos 100 en lo que va de año, ha sembrado un clima de desconfianza entre las comunidades", ha asegurado. A esta situación se suma el brote de cólera que ha afectado a más de 3.900 personas, más de 2.450 de ellas niños. Por último, UNICEF ha explicado que sus programas de emergencia en el noreste de Nigeria siguen sufriendo un déficit de fondos del 40 por ciento.