Más de media vida entre los fogones para atender a sus pequeños comensales
Pepe, el jefe de cocina del colegio Sierra Elvira, "cuelga" el gorro por su jubilación, después de más de 35 años preparando menús saludables para niños y profesores
A Pepe su jubilación se le está haciendo cuesta arriba, y eso que aún le quedan unos cuantos días para empezar a disfrutarla. A diferencia de otros que se retiran del mundo laboral, al jefe de cocina del C.E.I.P. Sierra Elvira le va a costar mucho desabrochar los botones del uniforme y guardar su gorro de cocina blanco impoluto. “Entiéndeme… Cada vez que entro a esta cocina, rejuvenezco varios años. Me gusta, me da energía… Amo mi trabajo”, se sincera Pepe, mientras intenta controlar que el brillo de sus ojos no rompa en lágrimas.
José Gómez Moreno – el cocinero Pepe - lleva más de 35 años trabajando en el servicio de comedor de este colegio granadino, pero le quedan pocos días al frente de los fogones, rodeado de su equipo de cocina y cerca de sus comensales más exigentes: casi 500 niños del cole.
“Sé que ha llegado la hora, pero no sé…” – y toma aire – “después de tantos años, voy a echar tanto de menos esto…”, añade mientras recorre la cocina con ojos vidriosos.
Son las 10 de la mañana y ya huele que alimenta en la cocina del colegio. Pepe señala con la mirada una gran olla en la que se cuecen a fuego lento kilos y kilos de verdura. “De primero hoy toca crema de verduras, totalmente natural, sin colorantes ni aditivos ni nada de eso…; de segundo, hamburguesas mixtas con patatas; y, de postre, manzanas o peras”, explica.
El equipo de cocina trabaja a destajo. Sobre una plancha gigante ya se marcan las hamburguesas. Sin dejar la tarea, todos escuchan la conversación que mantenemos con Pepe y alguna sonrisa nostálgica se escapa entre sartenes y ollas. Todos coinciden en la profesionalidad, entrega y pasión que Pepe pone en cada jornada. Está claro que delante del “jefe” los piropos están más que justificados, pero los ojos, como dicen, son el espejo del alma, y solo hay que mirar a los compañeros del cocinero granadino para ver que no mienten al hablar sobre sus bondades. “Tiene muy buen humor y hace muy ameno el día a día”, nos confiesan.
Pepe entró en las cocinas del Sierra Elvira en 1981, así que imaginad la de menús y menús que ha preparado a lo largo de todos estos años. Antes de esta etapa que está a punto de finalizar en el colegio, él ya había trabajado en la cocina del famoso Cunini y en los fogones del hotel Carmen o del antiguo Sudán, entre otros establecimientos.
La cocina del colegio Sierra Elvira destaca por ofrecer a sus niños y niñas platos saludables y equilibrados. Muchas verduras, poco o nada de fritos, carnes a la plancha y fruta. “Aquí el género siempre es fresco. No se guarda absolutamente nada para el día siguiente”, nos explica Pepe. “Yo solo de pensar que un niño se pueda poner malo, me entra algo por el cuerpo que ni te cuento…”, apostilla mientras se lleva el puño a la barriga y pone cara de agobio.
Alrededor de 15 alumnos del centro tienen una dieta especial por intolerancias alimentarias. Y, a diario, la cocina también se adapta a pequeños problemillas de salud que pueda tener algún alumno, como cuando vienen con el estómago revuelto, por ejemplo.
Así que los padres están encantados con la cocina del colegio y, por supuesto, con Pepe. “Comen como si estuvieran en casa”, cuenta Cristina Fernández, la presidenta de la AMPA del colegio, quién en nombre de los padres y madres, nos transmite que es una tranquilidad contar con él. “Y el sabor que le da a los platos… Ni te cuento”, admite.
De hecho, no son pocos los padres y madres que han interrogado al cocinero para saber cómo prepara las sopas y cuáles son sus secretos culinarios, porque por más que intentan copiarle en casa, al niño le gusta más la comida del colegio. Pepe no sabe decirnos cuál es el plato favorito del alumnado, pero confiesa entre risas que “se dislocan” con la tortilla de patatas que se hace en esa cocina.
Este cocinero ha servido a varias generaciones de alumnos. Algunos ahora son padres de alumnos y de vez en cuando pasan a saludarle. “Me llevo tantos recuerdos…”, dice Pepe.
A este cocinero la monotonía nunca le ha agotado. Se levanta a las siete de la mañana y a las y media ya está en su cocina, encendiendo las luces, colocándose el mandil y poniendo a punto los fogones. El género llega bien temprano y hay que revisarlo. Organiza el menú y se pone con su equipo a la faena. José Guerrero, Miguel Leyva, Toñi Carmona, Toñi Santos, Rafa Vega (que sustituye a María Marruecos, una compañera que está de baja), María Isabel Morales, María del Carmen Moreno y Aurora Sánchez son sus compañeros. “Hacemos buena piña”. Trabajan sin descanso hasta las 12.30 horas, su pausa para comer, antes de ultimar los platos que comerán los niños.
A partir de las 13.45 horas, los “clientes” más exigentes, los niños, empiezan a llenar el comedor. Van entrando por oleadas, según la edad. Desde la cocina se puede divisar el comedor. Pepe echará de menos ver sus "caritas" al comer, un recuerdo que le acompañará el resto de su vida.
¿Te despedirás de ellos con un menú especial?, le preguntamos. “Hablaré con dirección a ver si podemos ofrecer ese día un postre especial…”, contesta risueño.
Pepe ya está, muy a su pesar, con la cuenta atrás en su mente. “¿Y qué vas a hacer cuando no tengas que venir por aquí?”, le volvemos a preguntar. “En casa cocina mi mujer, así que no sé, imagino que daré paseos y me entretendré con lo que sea para no pensar mucho en esto…”, confiesa Pepe con cierta melancolía cociéndose a fuego lento en su interior.
“Le vamos a echar mucho de menos”, asegura su equipo, su familia del colegio, y un fuerte aplauso, de esos que se dan desde el corazón, rompe el silencio que se ha hecho en la cocina. Pepe se vuelve a emocionar. Les sonríe y devuelve el agradecimiento con sus manos, con las que se ha esmerado año tras año por alimentar de la mejor forma posible a sus niños del cole.
Comentarios
6 comentarios en “Más de media vida entre los fogones para atender a sus pequeños comensales”
Monica Arenas
27 de octubre de 2018 at 15:16
Solo tengo palabras de agradecimiento para Pepe y todo el equipo de cocina! Cuando no tienes más remedio que dejar a tus niños en el comedor y saben que comen natural, sano y equilibrado, es una gran tranquilidad. Graciassss al colegio Público Sierra Elvira por dar siempre lo mejor a nuestros peques! Y a ti Pepe por darnos todos estos años!
Concepcion
27 de octubre de 2018 at 15:32
En heste reportaje se abla mucho de su gran profesionalid,que es mas de lo que se publica pero quien ha trabajado cerca de el no pueden dejar al ladi el inmenso corazon y gran bondad de su corazon .
Siempre te admire como profesional y como persona,
Te deseo que tengas una buena juvilacion junto al lado de esa belleza de muger que te acompaña
Un fuerte abrazo para los dos
Sandra
27 de octubre de 2018 at 21:16
Los papás que no tenemos otra opción donde dejar a nuestros hijos a comer, estamos muyyy tranquilos por la calidad y profesionalidad de este equipo que lidera Pepe...muchas gracias por hacer vuestro trabajo tan bien!! No podemos olvidar que sus clientes son los más exigentes y sinceros que hay y yo que lo vivo día día tengo que contar que mi hijo no siendo un gran comensal, le gusta todo todo lo que se cocina. Estamos muy orgullosos de tener cocina propia y no catering como en otros centros donde la calidad es muy inferior, en los años que vivimos la alimentación de nuestros peques es de lo más importante. Sólo espero y confío en que una vez que Pepe disfrute de su merecida jubilación el resto del equipo de cocina mantenga ese nivel de calidad, ¡Gracias de corazón! os dejamos a nuestros tesoros más preciados en vuestras manos día a día.
Gemma
28 de octubre de 2018 at 10:26
Una gran persona, mis mejores recuerdos en el colegio los tengo en la cocina junto a Pepe que me consentía mucho, cuando había helado siempre tenía uno guardado para mí extra porque sabía que me encantaba repetir a pesar del trabajo nunca lo he visto con una mala cara, gesto o desplante cuando algún niño se colaba por su cocina.
Sin duda que los padres han podido estar muy tranquilos con el, va a dejar un hueco enorme en ese colegio. Enhorabuena Pepe y gracias por todo.
Nieves
28 de octubre de 2018 at 22:13
Soy una de esas niñas, de 37 años ya, que comía en el comedor del Sierra Elvira. Simplemente agradecer la labor de un gran profesional que ha alimentado a decenas de generaciones con cariño y buen hacer. Disfrute de la nueva etapa y muchas gracias!
David
29 de octubre de 2018 at 11:34
Pepe, hace 22 años que salí del Sierra Elvira, donde pasé 8 años magníficos. Y me acuerdo perfectamente de tí, de tu amabilidad, y del fantástico comedor que teníamos en el cole, porque además de ser uno de los chavales que comían allí, tambien trabajé como ayudante de comedor, que fue mi primera experiencia “real” de trabajo. Siempre me acordaré de vosotros y del Sierra Elvira. Muchas gracias por todo y feliz jubilación