Más de un millar de alumnos de Granada 'prueban' este curso el nuevo contrato de comedores escolares
La Junta pone en marcha un programa de seguimiento y rechazo de menús con objeto de identificar qué platos no son aceptados por el alumnado e intentar detectar las causas
La Consejería de Educación y Deporte ha modificado los pliegos de contratación del servicio de comedor escolar para introducir nuevos requisitos que faciliten la participación de empresas del municipio y entidades más pequeñas, favoreciendo además un mayor uso de productos locales en los menús, un nuevo sistema del que se beneficiarán en Granada 25 centros que tenían que renovar la contratación de este servicio y que ofrecen servicio de comedor a 1.186 alumnos.
Ha sido en el último Consejo de Gobierno donde se ha autorizado a la Agencia Pública Andaluza de Educación este primer contrato, en régimen de concesión, que aplica las nuevas características.
En el conjunto de Andalucía, los beneficiarios serán 39.330 estudiantes de las ocho provincias. El contrato, por un importe total de 33,83 millones de euros, es para el servicio de comedor escolar durante los próximos dos cursos en 364 centros docentes públicos de la comunidad.
Los nuevos requisitos de licitación también potencian las actividades a realizar en los tiempos de ocio anteriores o posteriores a la comida. Las empresas concesionarias deberán realizar un programa pedagógico en el que el alumnado aprenda, a través de actividades lúdicas y de divulgación, los beneficios de una alimentación saludable y la importancia de realizar actividad física como elemento clave para prevenir la obesidad infantil.
Asimismo, se pone en marcha un programa de seguimiento y rechazo de menús con objeto de identificar qué platos no son aceptados por el alumnado e intentar detectar las causas (temperatura, presentación, textura, receta) para poder implantar medidas correctoras.
Con ello se pretende garantizar una alimentación completa y equilibrada al alumnado modificando las elaboraciones con mayor porcentaje de rechazo (respetando, en todo caso, los criterios nutricionales establecidos en los pliegos) y reducir los residuos generados en el comedor. En el caso de que las empresas tengan expedientes sancionadores no se les renovará el contrato.