Más problemas en el Albayzín: suciedad y movilidad
Algunos vecinos y empresarios señalan la suciedad y la movilidad como los principales problemas del barrio
Ayer visitamos el Albayzín con el objetivo de conocer qué opinan sus vecinos del estado del barrio. Paseando por sus calles nos encontramos con una joven que nos invita a subir a su casa. Vive justo frente a la Placeta de Carvajales, lugar que cuenta con un mirador menos popular que los de San Nicolás o San Cristóbal, pero con un encanto muy especial. En la puerta, hemos evitado pisar varios excrementos de perro en lo que ella ha denominado "una carrera de obstáculos". Al subir a su apartamento nos muestra orgullosa las vistas traseras del mismo que dan a la imponente Alhambra, despertar idílico para cualquier mortal. La parte delantera ya es otra cosa.
Esta vecina señala que durante las noches de viernes y sábados, la Placeta de Carvajales es un "botellón descontrolado". "La policía no aparece por aquí, no pueden acceder con el coche y no les interesa venir", asegura la vecina que ya ha sufrido diferentes altercados por culpa de estas concentraciones frente a su casa. Destaca como principal problema que los que asisten a estos botellones utilizan la pared que está frente a su casa como urinarios. "El Ayuntamiento debe hacer algo, el olor es insoportable en una zona que es referente del turismo".
Continuamos nuestra visita. Hemos quedado con el propietario de un establecimiento de hostelería que no quiere dar su nombre. Nos abre las puertas de su negocio que cuenta con el encanto típico del barrio que esconde lugares increíbles tras cualquier puerta. Aquí no hay ruido, sólo el sonido del agua de una fuente y el piar de los pájaros.
Destaca que hay pocos policías que paseen el barrio a pesar de que opina que "el Albayzín es un lugar seguro". Echa en falta que "un barrio Patrimonio de la Humanidad tenga sus calles limpias". Además, el hostelero nos indica que sus clientes tienen muchas dificultades para llegar a su establecimiento desde que la Calle San Juan de los Reyes cambió de sentido. "Los taxis no quieren subir porque tienen que dar la vuelta por la Carretera de Murcia".
Por último, preguntamos a los taxistas que están esperando clientes en la parada ubicada en Plaza Nueva. Uno de ellos nos cuenta que "con el cambio de sentido le das un golpe al coche casi seguro. Muchos no subimos por ahí".