Los mayores de Cuevas del Campo, en riesgo por los cortes de línea que afectan a la teleasistencia

Parte del municipio granadino ha estado once días sin teléfono por una avería de Movistar, lo que ha dejado sin servicio a personas vulnerables

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Una persona mayor en su domicilio | Foto: Archivo
Jero Camero
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El miedo de no poder llegar a tiempo a atender una llamada de socorro. Esto es lo que han vivido los vecinos de Cuevas del Campo, en la Comarca de Baza, durante el mes de enero y este inicio de febrero. Un caída en el servicio de telefonía de Movistar ha dejado incomunicados a parte de los vecinos del municipio en dos cortes diferenciados.

Un cese del suministro que, según ha confirmado este medio con el Ayuntamiento, ha afectado a zonas grandes del municipio. Calles enteras en las que no se podían realizar llamadas. "Somos una población en la que el 70% de los habitantes son mayores y muchos necesitan hacer uso de la teleasistencia", argumenta la alcaldesa, Carmen Rocío Martínez.

El primero de los cortes se produjo el pasado 7 de enero, justo después del Día de Reyes. Una de las afectadas fue la madre de Fernando Moya, que precisa de la teleasistencia para poder sentirse segura en el día a día. "Mi madre se ha sentido muy desatendida estos días", cuenta. Y es que, este sistema, por nimio que parezca, otorga mucha seguridad e incluso cierta dosis de compañía a los mayores.

Tras seis días, el 13 de enero, la empresa consiguió resolver la incidencia, aunque sin dar explicaciones sobre qué es lo que había sucedido. Cuando todo parecía volver a la normalidad, el pasado cinco de febrero la misma compañía volvió a sufrir un corte de sus servicio en el mismo municipio, que en esta ocasión duró otros cinco días, has este mismo jueves.

"Durante estos días he hablado con el Defensor del Pueblo e incluso me he llegado a poner en contacto en el Parlamento Andaluz, donde alguien del PP me colgó directamente", asegura Fernando sobre su periplo para buscar una solución urgente a la situación que estaba sufriendo su madre y el resto de mayores del pueblo.

Contactar con Movistar tampoco ha sido una opción: "A mi siempre me dirigían de un contestar a otro, tanto si llamaba a averías como si era a atención al cliente. Solo cuando en lugar de poner el teléfono de mi madre ponía el mío conseguía contactar con una persona real".

"El problema no es que no haya línea de teléfono para llamar, es el miedo a que estas personas se queden desatendidas. Mi madre ha estado asustada, por la noche le podría pasar algo y ella, que es viuda y vive sola, no podía avisar a nadie", lamenta Fernando.

Según cuenta Carmen Rocío, desde el Ayuntamiento también han intentado contactar con Movistar para buscar la solución. Sin embargo, al no afectarles a ellos el problema -tienen contratada a otra compañía- se les ha impedido poner una reclamación. "Contactamos también con el Defensor del Pueblo", explica, pero en la mayoría de ocasiones este tipo de trámites se tienen que efectuar por escrito, lo que lleva cierta demora en la tramitación.

En ninguna de las dos veces que los usuarios se quedaron sin teleasistencia recibieron explicación sobre cuál fue la avería ni de por qué se demoraron tanto en arreglarla en ambas ocasiones. Los afectados critican la falta de humanidad por parte de una empresa que en sus dos principales teléfonos de contacto para este tipo de situaciones solo recurre a los contestadores automáticos. Y que las pocas veces que al final de la línea se llega a una persona la única respuesta sea la incertidumbre y la indeterminación.