El día a día de médicos de Atención Primaria en el SAS en Granada: "Estamos saturados"

El personal sanitario se encuentra “desbordado”, pero los médicos son especialmente quienes más lo sufren y cuatro de ellos cuentan la situación con la que tienen que lidiar a diario

pediatras y medicos familia
Vega Almazán y José Emilio Callejas, pediatras, y Juan Sergio Fernández, médico de familia | Fotos: Remitidas
María José Ramírez
0

Fueron considerados héroes durante la pandemia del Covid-19, tuvieron que hacer un esfuerzo brutal y desde entonces hasta ahora, la situación ha cambiado mucho para los profesionales sanitarios, que están “desbordados” por la gran carga asistencial que tiene en su día a día. Enrique Maresca y Juan Sergio Fernández, dos médicos de familia, y Vega Almazán y José Emilio Callejas, pediatras, nos cuenta su experiencia en sus respectivos centros de salud de la provincia de Granada, cuyos testimonios reflejan cuál es la situación con la que tienen que lidiar a diario estos profesionales, que están “saturados”, algo que se repite también entre los profesionales que trabajan en los hospitales.

Enrique Maresca es médico de familia y director en el centro de salud de Maracena. Este profesional asegura que hay “muchas demoras” en la atención sanitaria, “tanto a nivel especializado como a nivel de Atención Primaria” y considera que básicamente es “por dos factores”. “Uno es la falta de personal. En general, hay falta de personal a todos los niveles. No solo de médicos, pero fundamentalmente sí. Y también hay una creciente demanda sistemática por parte de la población. A partir del Covid-19 se ha vuelto desmedida. Yo tengo esa percepción, desde luego, de que la gente acude a los centros de salud por cosas por las que antes no acudían”, explica. Además, señala que hay un ‘boom’ en citas telefónicas porque “la gente no tiene tiempo” para acudir a la consulta porque está trabajando y las solicitan. “No nos ahorra tiempo, realmente se le dedica a esos pacientes el mismo tiempo e incluso a veces más, porque es más difícil valorar algo vía telefónica”, comenta.

Los médicos de familia tienen cupos de más de 1.500 pacientes, cifras que están por encima de lo estipulado en el Marco Estratégico de Atención Primaria establecido por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. “La mayoría son de 1.600 y hay algunos incluso de 1.700 pacientes. En las condiciones que estábamos antes ya era complicado de llevar, pero no lo decimos nosotros, lo dice la sociedad científica. Un cupo con el que se puede trabajar más o menos de forma normal y que no genera esas demoras es que no supere los 1.200. Entonces, todo lo que vaya por encima de eso, va generando una carga que atasca el sistema”, apunta el doctor Enrique Maresca.

Las listas de espera con los especialistas también han aumentado mucho. “Hay algunos servicios que funcionan mejor que otros y en distintas áreas hospitalarias no son siempre los mismos servicios los que funcionan bien o mal. Supongo que tendrá que ver más con la gestión a nivel hospitalario y también, obviamente, la falta de personal”, indica Enrique Maresca, quien señala que otro de los problemas que hay es “la falta de médicos”, que se debe porque “básicamente las condiciones que tienen no son las mejores en muchos aspectos, tanto a nivel de sueldo con respecto al entorno, a nivel de condiciones de trabajo o a nivel de estabilidad”. Esta situación provoca que muchos médicos y también enfermeros opten por trabajar en el ámbito privado o en otras comunidades autónomas u otros países. “En las últimas convocatorias MIR solo sobraban plazas de familia. Son plazas de formación para médicos de familia y sobran porque no es nada atractivo. Es un trabajo que, ahora mismo aquí, tiene una carga de trabajo enorme y no compensa”, lamenta Enrique Maresca.

Entre las reivindicaciones que tienen los profesionales sanitarios para mejorar la situación, tanto en la Atención Primaria como hospitalaria, está la de “equiparar las condiciones de trabajo con los países del entorno, para que los profesionales no se vayan”, apunta Maresca. “La falta de personal médico es algo que se veía venir desde hace años, porque venía toda la generación de baby boom y se iban a ir jubilando a más ritmo que se producían médicos. Ha habido una falta de previsión. Entiendo que tendría que haber sido una política de Estado directamente, es decir, vamos a encontrarnos con este problema y vamos a empezar a poner las soluciones a tiempo, porque desde que un médico empieza hasta que está para trabajar pasan un mínimo de diez años. No podemos empezar a arreglar ahora el problema. Lo mitigaremos un poquito para dentro de diez años, pero no para ahora, que lo único que nos queda es buscar médicos y hacerles atractivo el tipo de trabajo”, explica.

Juan Sergio Fernández es médico de familia en el centro de Salud de Armilla, donde lleva 18 años ya. Este experimentado profesional sanitario asegura que las demoras en las citas de Atención Primaria están “entre diez y quince días”, algo que “no es deseable” y apunta que la razón de esto se debe no solamente a la falta de médicos, que es notoria, sino también a “un problema estructural”.  “Hay una razón teórica y filosófica y es que en un sistema sanitario como el nuestro, que es gratuito, público y universal y que tiene accesibilidad infinita, cualquier persona puede acudir al sistema sanitario sin ningún coste, cuando quiera, como quiera, por lo que quiera, por motivos banales o por gusto. Y esto generaliza la espera necesariamente, o sea, esto ya está estudiado. Y además de este problema filosófico hay un problema real, que en mi dilatada vida profesional estoy percibiendo y es que en los últimos 30 o 40 años la población ha envejecido y le hemos ganado a la muerte aproximadamente 20 años de vida. Es decir, hoy las mujeres mueren con casi 90 años y los hombres con 85 de media. Esto ha generado que tengamos una población muy anciana con patologías crónicas y no solo una patología, sino que hay pacientes con cuatro, cinco o seis patologías. Y, por tanto, generan un número importante de consultas en su centro de salud y con su médico, y en algunos casos con la enfermera”, asegura.

Para Juan Sergio Fernández, “la patología crónica contribuye en una manera considerable a que haya un aumento de la demanda que se está asumiendo en los centros de salud y que hace 20 ó 25 años no existía”. Además, este médico de familia considera que otro factor importante, a su modo de ver, son “las patologías de baja complejidad”, como son “un catarro, un dolor de espalda no grave, una infección de orina o una gastroenteritis banal en personas muy jóvenes sin factores de riesgo”. Para Juan Sergio Fernández, “estas patologías antes no llegaban al sistema sanitario. Yo he sido niño y mi madre me llevaba al médico excepcionalmente. Hoy un proceso catarral banal en una persona joven puede ocasionar cuatro visitas”.

La demora en la Atención Primaria también viene provocada, según Juan Sergio Fernández, porque los médicos de familia han asumido más competencias que antes no tenían y hacen revisiones a pacientes que han sufrido un infarto o que tienen diabetes, algo que antes se realizaba en consultas de Cardiología del hospital y consultas del Endocrino, respectivamente. “Esto genera también muchas consultas. Las competencias del médico de familia no tienen nada que ver las actuales con las que asumía en mis comienzos hace ya 35 años. Hoy hacemos una medicina de alta calidad en Atención Primaria”, apunta Juan Sergio Fernández.

Para intentar mitigar las demoras en las citas en Atención Primaria, Juan Sergio Fernández afirma que habría que “idear algún sistema para poner freno a aquellas patología banales o de baja complejidad que no requerirían asistencia sanitaria inmediata y que van en detrimento de pacientes que si la requieren y que se ven inmersos en una lista como los demás, porque este tipo de patologías bloquean el acceso al sistema”. Así, este médico de familia asegura que esta situación requiere “un pacto de la sanidad de los grandes partidos” que “redefina un poco el sistema actual, porque no se puede pervivir de esta manera mucho tiempo”. “Se ha invertido mucho dinero en el sistema sanitario y no conseguimos eliminar el gran problema tanto en hospitales como en Atención Primaria, que son las listas de espera, para dar una respuesta a la población con agilidad”, comenta. “A mi modo de ver, hay que actuar sobre la demanda necesariamente”, resalta.

Situación de la Pediatría en Granada

Vega Almazán es pediatra en el centro de salud de Maracena desde hace 14 años. Esta profesional sanitaria asegura que la Pediatría en Granada tiene “un déficit de cobertura”, sobre todo en “zonas con mayor dispersión geográfica y en las zonas del nordeste de la provincia, donde hay menor ocupación de cupos por Pediatría y están atendidos por médicos generales o médicos de familia en funciones de Pedriatría”, aunque no tanto como en otras provincias andaluzas. “Actualmente, en Granada hay un 27% de niños menores de 14 años que no tienen pediatra. Es una muestra un poco representativa de toda la situación andaluza, porque realmente hay provincias, como Huelva, en la que hay hasta un 88% de menores de 14 años sin pediatra”, comenta.

“En épocas de masificación, que en Pediatría fundamentalmente es la época de invierno, desde los meses de noviembre a marzo, hay un agravio en la asistencia y supone, lógicamente, una demora en la atención”, explica Vega Almazán. Los pediatras tienen un límite de 25 pacientes, que “en realidad no se cumple en la mayoría de los centros de salud”, señala.

Desde la Asociación Andaluza de Pediatras de Atención Primaria, de la que Vega Almazán es vocal en Andalucía Oriental, se ha hecho un mapa de la situación actual de la Atención Primaria en toda Andalucía y proponen mejoras que deben ir desde la equiparación salarial. “Los profesionales de hospitalario tienen un 25% más de retribuciones que los pediatras de Atención Primaria, teniendo la misma titulación, el mismo escenario clínico. Creemos que se debería incentivar también económicamente y curricularmente a los puestos de difícil cobertura. Cuando hay ausencias de profesionales, que suponen un perjuicio en el acúmulo de cupos para el resto de profesionales, se deberían también remunerar todos esos cupos de consulta, que a veces es durante un tiempo largo”, explica.

“Dentro de la Pediatría debería existir una figura también de coordinador de la asistencia pediátrica en cada distrito, para poder reorganizar en aquellos cupos en los que hay una situación muy diferente de porcentaje de población a la que se atiende. Poder hacer una reagrupación de esos cupos, para que sean liderados por un pediatra de Atención Primaria, para que mejoren los resultados de salud de esa población y, al final, consigamos equidad de la atención infantil”, añade Vega Almazán. “Y luego, por supuesto, poder mantener la figura de la enfermería pediátrica, que es muy importante para mejorar el seguimiento de hasta un 30% de pacientes crónicos que hay en los cupos de Pediatría”, agrega.

José Emilio Callejas también es pediatra en un centro de salud de la provincia granadina, concretamente en el de La Zubia, desde hace 24 años, además de vocal de docencia de la Asociación Andaluza de Pediatras de Atención Primaria. Callejas asegura que el principal problema que tiene la Pediatría en Andalucía es que hay “muchas plazas que no están cubiertas por pediatras” porque “muchos prefieren irse a otro ámbito, a la Atención Primaria o a otras zonas” y hay plazas que son “difíciles de cubrir y se cubren por otros médicos que no tienen la especialidad de Pediatría”. Callejas insiste en que debería “aumentar la rotación por Atención Primaria de los residentes para que tengan la oportunidad de ver en qué consiste y ver que es un ámbito de trabajo atractivo para la Pediatría”. “Están mucho tiempo a nivel hospitalario dentro de su especialización y quizás es más atractivo seguir trabajando en el hospital que irse a la Atención Primaria, porque las rotaciones que han hecho han sido poco tiempo y en ámbitos que igual no lo han visto atractivo”.

Manifestaciones por el estado de la Sanidad Pública en Andalucía

Las movilizaciones por el estado actual de la Sanidad Pública en Andalucía se suceden. El pasado domingo, Granada salió a la calle para protestar en la manifestación convocada por la Asociación Justicia por la Sanidad, fundada por el médico Jesús Candel ‘Spiriman’, para pedir una sanidad "digna y de calidad". Además, en Sevilla, la Plataforma Enfermera Por Andalucía (PEPA) también convocó una manifestación para denuncia la precariedad laboral en el sector. Este pasado miércoles, los sindicatos volvieron a salir a la calle, en este caso en los centros de salud de las ocho provincias andaluzas, "para exigir el cumplimiento de los acuerdos alcanzados en Mesa Sectorial de Sanidad hace más de un año". Y están dispuestos a continuar con las movilizaciones la semana próxima en los hospitales para que el SAS “cumpla sus compromisos” y se resuelvan los conflictos "por el bienestar de los profesionales, usuarios y para el buen funcionamiento del sistema sanitario en Andalucía".







Se el primero en comentar

Deja un comentario