Meditación: experiencia desde la inexperiencia
La meditación es una forma fantástica de autoconocimiento. Te brinda la posibilidad de reciclarte energéticamente y cambiar tu perspectiva.
La meditación es una forma fantástica de autoconocimiento. Te brinda la posibilidad de reciclarte energéticamente y cambiar tu perspectiva. Y lo mejor es que, para llegar a vivir todas estas sensaciones (y mucho más), existen varios caminos muy diferentes entre sí, los cuales podrás experimentar sin sentirte poseedor de una gran experiencia previa.
Aún recuerdo mi primer contacto con las palabras ‘energía’, ‘equilibrio’, ‘paz’… Pero no como las conocía hasta ese momento. Me hablaban de cómo cada un@ poseíamos nuestra propia energía, de cómo somos capaces de transformarla para beneficio propio, y como ello repercute en nuestro entorno.
Ya se sabe, ni se pierde ni se destruye, simplemente se transforma. Pero no voy a enfocar este texto en hablar de palabras técnicas, científicas ni filosóficas. Simplemente quiero transmitir el amor que siento por la meditación y lo que ello conlleva, y que sirva como empuje para quienes se decidan a probarla.
En mi clasificación desde la inexperiencia existen dos grandes vías, o maneras, de practicar la meditación: activa o pasivamente.
Dentro de las denominadas activas para mí, estarían las denominadas guiadas, en las que una voz guía te va llevando hacia el objetivo y tú sólo has de seguir las directrices, y las meditaciones en las que te concentras en algo concreto (eliminar la presión antes de un examen, aumentar tu capacidad de concentración antes de la práctica deportiva, focalizar una emoción que desees sentir en ese momento…).
Las denominadas pasivas son, para mí, aquellas en las que simplemente intentas dejar de controlar tu mente; a diferencia de las activas, en estas tu objetivo es dejar de tener el control, en dejar que los pensamientos fluyan sin emplazarse en tu mente, hasta intentar dejar de generarlos (cosa bastante difícil de conseguir).
Una de las grandes preguntas es ¿y qué postura adopto? Evidentemente tener la columna en las curvaturas pertinentes (la llamada espalda ‘recta’) se supone te ayudará a concentrarte y a que fluya mejor tu energía, pero sinceramente y desde mi experiencia, se puede realizar de múltiples posiciones: sentado en el suelo, en el sofá, con cojines, apoyando la espalda contra la pared, tumbado… La única que creo que se ha de llevar a cabo siempre es la de cerrar tus párpados para conectar mejor; el resto es cosa vuestra, como os sintáis más cómod@s.
He hablado de tipos, posturas… Ahora toca hablar de lo que realmente importa de la meditación: lo que te hace sentir.
Meditar te hace tomar consciencia de tu propio ser.
Meditar te da poder sobre tus decisiones.
Meditar aumenta tu capacidad de sanación.
Meditar hace que tu cuerpo funcione mejor.
Meditar te da perspectiva ante los conflictos.
Meditar…
Meditar te va a beneficiar directa o indirectamente en multitud de aspectos de tu vida.
Partimos de que cada persona es diferente, o sea que, cada persona recibirá diferentes aprendizajes de la práctica de la meditación. Para mí, por ejemplo, ha sido un auténtico descubrimiento para enfrentarme a mi vida, a mí mismo, a mi entorno.
Soy capaz de relativizar más y mejor cualquier problema que se me presente. Soy más consciente de que ocurre y por qué ocurre. Veo en ella mi oasis, tanto mental como espiritual, en el que puedo desconectar de la rutina, de mi cuerpo físico y de lo mundano.
Desde mi inexperiencia he acumulado en los últimos años diferentes formas de practicar la meditación. Sigo siendo un inexperto, sigo sin conocer una multitud de términos, posturas y técnicas.
Pero si he aprendido algo es a que puedo conformar mis propios términos, mis propias posturas y mis propias técnicas; que cada un@ se conoce mejor que nadie, y que cada un@ puede construir su propio ‘templo’, a su gusto. Un templo en el que sentirse libre para conectar con tu espiritualidad, energía, mente, ser… Escoge la o las palabras que más te apetezcan para definirlo.
Desde Color Carne os animamos a que construyáis vuestros propios templos de meditación donde podréis descubrir lo que puede ser más o menos conocido para cualquiera de vosotr@s.
Un artículo de Color Carne
Comentarios
Un comentario en “Meditación: experiencia desde la inexperiencia”
Omar Jerez
29 de febrero de 2016 at 11:30
Está demostrado en tomografías computarizadas de alta resolución y resonancias magnéticas funcionales con sensores localizados para determinar la actividad cerebral, que las personas que practican 15 minutos de meditación producen una serie de cambios a las dos semanas de ejercerlo.
Bajada de la presión arterial,mejora de memoria en el hipocampo,reducción significativa del estres , incremento considerable en los test de inteligencia.
En el contexto de la calidad personal,son personas que desarrollan compasión hacía el resto y estados de ecuanimidad difícil en los que no hacemos estados de meditación,ello conlleva la disolución del ego y relaciones con el entorno más equilibradas.
Me ha fascinado el artículo.
Omar Jerez.