Mensajeros del amor
Este cuarteto canta por cada esquina a la oportunidad hecha deseo, al encuentro hecho canción.
Las calles se tornan musicales para la reivindicación del amor. El trazado urbano incide en las vidas de las personas, teniendo éstas que adaptar su paso a la delimitación creada. Cada vez más aislados en los muros de cristal que nos protegen de lo imprevisto.
Estos mensajeros, venidos desde Uruguay y Argentina, rompen los moldes de lo íntimo, abriendo sus compuertas a cualquier rincón posible. El amor no es cosa de dos, sino un sentimiento que se desparrama, que gusta bailar al son de una buena serenata.
Si no fuera por este cuarteto, los viejos amantes olvidarían su deseo, las jóvenes perderían su vocación, las calles seguirían vacías. Los acompañamos por estos estrechos callejones del Albayicin dejándonos llevar por lo inesperado.
Se abre un balcón, es la habitación de la doncella medieval que, enclaustrada por su belleza, se deleita con este regalo en forma de canción que unos desconocidos le dedican por un par de minutos.
Los custodios pretenden protegerla aislándola así del resto de espacios, pero cuando la melodía llega hasta sus oídos, las bisagras de las ventanas revientan al abrirse con tanta virulencia. Es un mensaje hecho melodía el que entra y no hay aislamiento para el amor.
Un vídeo-artículo de 18010