El metaverso de Mark Zuckerberg llega a la Alhambra

La realidad supera a la ficción, una simple frase o dicho popular que quizás más pronto que tarde puede llegar a ser completamente verídica. Hoy en día son muchas las series y películas que hablan de un futuro, no muy lejano, en el que las personas viven en realidades virtuales. Un ejemplo de ello es ‘Black Mirror’. En varios de sus capítulos, como puede ser ‘San Junípero’, los protagonistas trasladan sus conciencias a una especie de nube virtual donde pueden ser lo que deseen. La sociedad humana pierde cualquier tipo de importancia y la digital es el único mundo existente. Esto podría llegar a suceder con la nueva invención de Mark Zuckerberg, de hecho ya se están dando los primeros pasos y Granada tiene mucho que ver en esta historia. 

El creador de Facebook anunció hace unos meses, durante el evento de Facebook Connect, la creación del metaverso, un universo creado en el ciberespacio al que se accedería a través de, por ejemplo, unas gafas de realidad virtual. El objetivo de este proyecto es muy claro: dejar de ver el mundo a través de una pantalla para vivirlo en primera persona. 

Este universo se presenta como una nueva ventana llena de posibilidades y oportunidades. Parece un completo disparate, pero hoy día ya se cuenta con unos metaversos cerrados, como es el juego de Fornite. Con esta nueva realidad se podrá comprar, jugar y sociabilizar y se espera que las empresas dejen de reunir a sus trabajadores en oficinas para reunirlos de forma virtual en este nuevo mundo digital en 3D. 

Desde que Mark Zuckerberg anunció la llegada del metaverso han sido muchas las noticias que hablaban sobre varias empresas que ya estaban comprando parcelas y terrenos en este mundo virtual. Aquí es donde entra en juego Granada con la Alhambra y la empresa Next Earth. 

Tal y como lo explican en su página web, Next Earth es una plataforma virtual basada en una réplica exacta de la Tierra. Su objetivo es permitir la compra y comercialización de parcelas de tierra virtual sin necesidad de intermediarios, totalmente descentralizado, y mediante criptomonedas. 

Algunos usuarios cuentan entre sus propiedades con zonas como la Sagrada Familia, el estadio de Yokohama en Japón o la zona cero de Chernóbil. Así, un solo usuario se ha hecho con todos los terrenos digitales de la Alhambra de Granada. De momento la única utilidad que puede sacar de estos planos virtuales es con la especulación, pero quién sabe si en un futuro en lugar de pagar la entrada para ir al monumento como se hace en la actualidad habrá que pagar con criptomonedas para poder visitarlo desde el sofá de casa.