Miguel Ángel Cortés: “La guitarra es todo para mí, es mi forma de vivir”
El artista granadino se siente orgulloso de ser considerado uno de los mejores guitarristas flamencos del panorama, pero afirma que "uno tiene que tener los pies en el suelo porque hay muchos compañeros pegando fuerte”
Con tan solo cuatro años de edad, Miguel Ángel Cortés ya descubrió cuál sería el acompañante perfecto para toda su vida: su guitarra. Era algo a lo que estaba acostumbrado, pues se trataba de un elemento adorado en su familia, pero fue cuando la tuvo en su poder y empezó a hacer vibrar sus cuerdas cuando supo que ese instrumento cambiaría su vida. Así, tras más de 40 años de carrera, se ha consagrado como uno de los guitarristas flamencos más importantes del panorama español y uno de los artistas más demandado como acompañante, llegando a tocar junto a personalidades como Antonio Canales, Arcangel, José Mercé o Estrella Morente.
Todo comenzó mientras sus padres trabajaban en las Cuevas del Sacromonte, donde la mayoría de los hijos de los trabajadores del lugar vieron en el cante y la música un entretenimiento. A pesar de ello y según él mismo relata a Granada Digital, "con el paso de los años, algunos niños se quedaron en la cuneta y solo algunos pocos nos dedicamos profesionalmente al flamenco”. Al contrario que la mayoría de sus compañeros, el granadino siguió su camino con paso firme con el sentimiento de que la guitarra "es todo para mí, es mi forma de vivir".
"Yo solo quería vivir de la guitarra y tocar bien, para lograr estar en esta posición y trabajar con los mejores”
El inicio de la carrera de Cortés tuvo que esperar hasta los ocho años, momento en el que el guitarra se lo tomó "más enserio". "Empecé a tocar en las Zambras del Sacromonte junto a mis padres y, más tarde, empecé a ir a academias de baile en la 'Escuela de Flamenco Mariquilla'. Ahí estuve algunos años y empecé a hacer mis primeras galas por peñas flamencas y pueblos de la provincia”, cuenta artista que también ha colaborado en la creación del trabajo cinematográfico 'Omega', nominado a mejor documental en los Premios Goya 2017.
Recordando todo lo que los años han dejado atrás y la posición que tras un arduo esfuerzo ha logrado y que le ha llevado a no solo trabajar como acompañante sino también en solitario y a sacar su propio disco -'Patriarca'-, Miguel Ángel Cortés indica satisfecho que "al principio nunca pensé llegar hasta este punto. Yo solo quería vivir de la guitarra y tocar bien, para lograr estar en esta posición y trabajar con los mejores”.
La lista de personalidades con los que ha tocado es interminable, habiendo acompañado a artistas de la talla de Mariquilla, Javier Barón, Manolete, Juan Andrés Maya, José de la Tomasa, José Mercé, Estrella Morente, Chano Lobato, Luis Heredia El Polaco, Morenito de Illora, Antonio Canales o Carmen Linares, entre otros.
"Cuando das conciertos solo, uno es el protagonista y tienes que estar muy preparado para ofrecer lo mejor de ti mismo"
Según cuenta el granadino, fue la necesidad de hacer su propia música lo que le llevó a sacar su disco 'Patriarca'. "Poco a poco empecé a grabar más y más, pero el trabajo en solitario es muy complico porque cuando das conciertos solo, uno es el protagonista y tienes que estar muy preparado para ofrecer al público lo mejor de ti mismo”.
Alcanzar esta posición privilegiada que ostenta en la actualidad no ha sido cosa de un día ni una victoria sin sacrificio, sino que ha tenido que convertirse en un “monje de la guitarra”, algo que le ha hecho perderse muchas cosas de su propia vida por el hecho de tener que estar "una media de diez o doce horas encerrado" únicamente con su instrumento. “Si uno quiere estar en lo más alto, tiene que renunciar a estas cosas y, claro, tiene un precio que al tiempo se paga, pero tiene la parte positiva de que la música a mí me hace feliz y creo que hago feliz a mucha gente “.
Un esfuerzo que le ha dado de recompensa la "satisfacción" de ser considerado uno de los mejores en su ámbito. "Es un trabajo duro de muchos años que empieza a ver la luz pero uno siempre tiene que tener los pies en la tierra y no despistarse porque hay muchos compañeros pegando muy fuerte”.
"Granada es una tierra complicada para el mundo del arte"
Durante toda su carrera, Miguel Ángel Cortés ha realizado largas giras por Europa, Turquía, Estados Unidos y Japón, lo que ha provocado que pueda 'pasear' el nombre de Granada por cada rincón del mundo, hecho que lleva con “mucho orgullo y honor”. Su tierra, según expresa, aportó en su día una forma de entender el flamenco al ser un lugar que tiene mucha personalidad en sus propios palos, en los que destaca los tangos o las 'granaínas'.
Sobre cómo se vive el flamenco en su ciudad natal, Miguel Ángel Cortés indica que “es una tierra muy complicada para el mundo del arte". "Todo está muy bien hasta que alguien destaca en algo y ya cambia la situación. Creo que los flamenco y las instituciones, si estuvieran unidos, podrían ayudar a cambiar todo a mejor, pero eso es casi imposible, y así va la cosa”, recalca.
Después de estos 40 años de carrera, su vida ya no es la que era, pues no solo ha cambiado su profesión, sino, también, su forma de ver el mundo y disfrutar la vida. “Antes era más feliz por ser niño y no era consciente, ahora sé que estoy en un nivel alto y tengo que defender mi legado, sobretodo tras haberme concedido el premio 'Giraldillo de la Bienal de Flamenco al Toque. 2014'". Un trayecto que Cortés volvería a realizar una y otra vez sin asomo de dudas al ser el flamenco lo que le ha dado "todo lo que tengo y estoy agradecido por ello”.