DEPARAMO: "Quiero dejar huella en Granada"

Muere el sol en Granada y los últimos momentos del día los dedicamos a charlar con Miguel de Páramo -DEPARAMO- (Granada 1984). Paseamos con él por los jardines del Auditorio Manuel de Falla antes de entrar a la casa del compositor, que nos recibe fresca, silenciosa, como expectante. Nos deslizamos por la historia y de repente estamos en otra época. Me da la sensación de que el artista se mete en una particular madriguera de conejo, cual Alicia en el País de las Maravillas y que cuando sale, lo hace transformado. El piano le espera, sediento de caricias, de mimos que no tardan en llegar. Y a mí casi me avergüenza interrumpirle para comenzar ésta entrevista:

Pregunta: La tuya es una historia con final feliz… Haces lo que te gusta y en unos días te tendremos por Granada en un espectáculo como el que esta ciudad pocas veces ha visto. Pero no siempre fue así… 

Respuesta: El inicio no tiene nada que ver con el final. Estudié derecho y estuve trabajando en un bufete un tiempo. Luego ya empecé en un banco importante como gestor de banca personal. Estuve bien, con buenos compañeros, pero me di cuenta de que lo mio no era eso. De cualquier manera esto no me viene de ahora. Yo toco el piano desde los 7 años... Toda mi vida lo he tocado pero mi carrera profesional comienza cuando empiezo a fusionar música electrónica y piano. Comienzo a recorrer discotecas y festivales… esto fue alrededor de los 21 años. Cuando empecé en el banco ya venía de una carrera musical empezada pero no explotada.

P: No terminas los estudios de música y ya comienzas a despuntar... un poco como Steve Jobs ¿no? 

R: (se ríe) Soy muy fan de Jobs pero sí, se podría decir que sí. La decisión del cambio en mi carrera viene porque a mí me comienza a ocupar mucho tiempo la música y me doy cuenta de que si le invierto más, puedo mejorar. Es entonces cuando se comienza a convertir en obsesión el tema de hacer un espectáculo musical. Pero nadie de mi entorno pertenecía al mundo de la música, nadie me podía aconsejar.

P: Es llamativo que, casi de repente, saltes de una sucursal bancaria al escenario en un auditorio. 

R: Un cero a cien total. De hecho daba miedo. Cuando trabajaba en la noche me lo pasaba muy bien y he conocido a gente estupenda. El mundo del espectáculo es una pasada por la noche si te lo tomas en serio. He tenido la oportunidad de tocar en la noche de Madrid, Barcelona, Ibiza e incluso tocar en el otro lado del charco… Todo eso hay que captarlo como experiencia para el show. Pero realmente el salto fue muy bestia. Yo comencé a idearlo como un show en el que se tocaran todos los géneros musicales; junté el piano con una base real en directo: violín, saxo, batería… y también dj. Lo nuestro es un directo continuo durante hora y media.

P: Por lo que enseñas en el tráiler da la sensación de que podrías estar tocando días y seguirías enlazando temas uno con otro. 

R: Supongo que sí… mira, es una buena apuesta. Me has dado una idea brutal (Se ríe) Realmente no tiene límites pero claro, no puedes hacer un popurrí. La música tiene que emocionar.

P: El tema de las mezclas se lleva mucho en la red y sobre todo en Youtube. 

R: Me gustan mucho los mashup. Lo que pasa es que ellos enlazan temas que saben que van a funcionar. Así salen auténticas maravillas. Yo mezclo Linkin Park con Gaga, después los Beatles y enlazo con los Rolling... Luego toco una notas si Falla nos deja (Se ríe) Mira, la idea no es meter los 75 temas al libre albedrío. Están elegidos de manera que aunque se siente un señor de 50 años que se supone que no lleva en el Spotify todo el playlist de Avicii, cuando suene Levels, el señor alucine, porque es un temazo aunque él no está acostumbrado. Yo cojo y le doy la vuelta a esa composición y hago que le guste. Lo mismo con el chaval de 16, que dudo que se ponga un CD de los Eagles. Está compuesto de una manera que hace que el chico se pregunte qué tema es.

P: Oye, de Granada ¿qué esperas?

R: Yo soy granadino. Me fui de pequeño por el trabajo de mi padre y se puede decir que mi adolescencia la he pasado en Barcelona, pero tengo un arraigo total con Granada. Tenemos casa familiar y yo intento enseñarle a mi mujer lo que es esto. Es una cosa que ella ha captado al instante. Fue ella fue la primera que quiso casarse aquí. También lo tenemos fácil porque es Granada. Querer a esta ciudad resulta sencillo.

P: ¿Es especialmente dura Granada para el músico?

R: No lo siento así. Depende del campo en el que te muevas pero yo no me he abierto camino por no estar en Granada. Estoy fuera de Granada por unas circunstancias pero creo que si hubiera comenzado aquí lo que hago habría funcionado igual. La prueba es el cariño que he recibido y que no he tenido en otras ciudades. También tiene su punto bonito que alguien regrese a su tierra y presente algo que ha hecho fuera.

P: Después de Granada toca Madrid, luego de nuevo Barcelona… me han dicho que tu objetivo es llenar en Las Vegas... 

R: ¿Dónde puedo firmar? (Se ríe) Hay que ir paso a paso. Yo digo que cualquier oportunidad que salga hay que aprovecharla, haya una persona delante o haya mil. Gracias al buen trabajo han funcionado los dos conciertos de Barcelona, donde hemos llenado, y eso es importante. Yo soy una persona muy optimista y ambiciosa y ojalá llegue el momento en el que le diga a mi mujer que me apetece tener un día libre. Significará que no paramos. Pero poco a poco. Lo que quiero hacer es dejar huella en Granada para que se vea que hay artistas de su tierra que hacen cosas bonitas con la música y tener la oportunidad de volver el año que viene.

Terminamos y me dice Miguel que el eslogan de su show es: "la música no tiene límites". Nos despedimos y le deseo suerte mientras pienso que no, que no la necesita. Que es su carrera la que no tiene límites.