Miles de usuarios granadinos, afectados por un problema informático con la tarjeta sanitaria
El problema afecta a toda Andalucía desde principios de semana e impide que a muchos pacientes les dispensen en las farmacias los productos que necesitan
Desde finales de la semana pasada, miles de granadinos han acudido a las farmacias a que les dispensen uno o más medicamentos incluidos en su tarjeta sanitaria y no se los han podido dar porque un fallo informático lo impide. Las quejas de los usuarios y de los farmacéuticos, en ambos casos por impotencia, están siendo una constante desde entonces.
Según explica María José Ferrer, directora del Centro de Información del Medicamento, los problemas comenzaron a detectarse en lo que se conoce como la interoperabilidad, el sistema que permite que un usuario, con independencia de la comunidad autónoma en la que resida, pueda obtener medicinas usando su tarjeta sanitaria en otra región. Un granadino puede disponer de lo que precise si está de viaje en Cataluña y viceversa. Pero a finales de la semana pasada se dieron casos de personas que estaban de vacaciones en la Costa Tropical o en La Alpujarra y a los que no les sirvieron sus tarjetas de otras comunidades autónomas.
Este fallo es atribuible al sistema que gestiona el Ministerio de Sanidad, pero a principios de esta semana se reprodujo ya exclusivamente para los poseedores de la tarjeta sanitaria que gestiona la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Se produjo una caída del sistema masiva que duró entre seis y siete horas y afectó a la que se conoce como Receta 21, la receta electrónica asociada a la referida tarjeta sanitaria. En esa tarjeta, el paciente tiene registrados los medicamentos que deben serle suministrados en la farmacia. Si no se puede leer el contenido de la tarjeta, como es el caso, hay que recurrir a otras vías para conseguirlos.
Porque existe un protocolo para estos casos, resalta María José Ferrer. En caso de caída masiva del sistema se puede proceder a la dispensación manual, para lo que sirve tanto la receta manual (la tradicional, de toda la vida) o la hoja de instrucciones que por obligación el centro de salud debe proporcionar al paciente (otra cosa es que siempre lo haga) y en la que el doctor menciona los productos que deben ser dispensados e imprime las instrucciones que debe seguir el farmacéutico.
Quienes llegaron a la farmacia con alguna de esas dos cosas, no tuvieron problemas. Los que sólo acudieron con la tarjeta sanitaria, salvo casos aislados en los que los farmacéuticos los conocieran bien y, por decirlo de alguna forma, se fiaran de ellos, tuvieron que volver a su centro de salud (o a un hospital, porque los centros no están abiertos todo el día) y conseguir una receta manual o una hoja de instrucciones. Una tarea que con seguridad les requirió bastante tiempo.
"Los farmacéuticos lo están pasando fatal y los pacientes también", confiesa la directora del Centro de Información del Medicamento, que subraya que, desde el lunes hasta hoy jueves, se han producido numerosos "microcortes" y que, mientras están sin conexión, los usuarios y los profesionales se sienten impotentes. En Granada y en toda Andalucía, aclara.
"No tenemos ningún tipo de información sobre cuánto va a durar esta situación, sólo sabemos que de repente no hay conexión y todos, por decirlo de alguna manera, entramos en pánico", comenta María José Ferrer, que ha querido resaltar "el gran esfuerzo" que están haciendo todas las farmacias de Granada para atender a los clientes "lo mejor posible dadas las circunstancias".
Por su parte, el presidente del Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, Antonio Mingorance, se ha dirigido hoy por escrito a los profesionales del sector para decirles que "desde el jueves 18 de julio, la Junta está migrando todas sus comunicaciones a otro operador", un proceso "que coincide con la caída del nodo del Ministerio para la interoperabilidad".
Esta información contrasta con la ofrecida por la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Un portavoz en Granada indicó a GranadaDigital que, desde el órgano dependiente de la Junta de Andalucía "no se tiene constancia oficial de ninguna avería".