Un millar de personas cortan el centro de Granada en contra de la privatización de la sanidad

Alrededor de un millar de personas -según los organizadores- se han manifestado este sábado por el centro de Granada para protestar contra la privatización de la sanidad pública andaluza. Vestidos con camisetas blancas, en filas de a dos, ocupando toda la calzada y en silencio, los manifestantes han salido de la Fuente de las Batallas puntuales, a las 12.00 horas.

Sin embargo, entre la distancia de seguridad para cumplir las medidas sanitarias frente al Covid-19 y la cantidad de gente que ha asistido, la cabecera llegaba a las 13.00 horas a su destino, en Plaza Nueva, cuando casi no habían salido muchos de los participantes de la Acera del Casino, tal y como se puede apreciar en el vídeo que acompaña a esta noticia y que se puede encontrar en este enlace del canal de Youtube de GranadaDigital.

Se ha tratado de una concentración convocada por la Coordinadora Andaluza de Mareas Blancas y por la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública en la provincia que se ha celebrado simultáneamente en otras provincias de la Comunidad autónoma con una misma exigencia: "la necesidad de que la Junta de Andalucía trabaje para poner al cien por cien todos los recursos y medios para todas las enfermedades, no solo para los casos de Covid-19".

El temor de los convocantes, según indica uno de sus portavoces, Juan Luis Camacho, es que los "inadmisibles" retrasos en las citas con especialistas, pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas "han provocado un aumento exponencial de contratos con aseguradoras privadas", que, a su juicio, "no hacen más que parasitar el Sistema Público".

"Tras décadas de deterioro y reducción sistemática del gasto en la sanidad pública, que el gobierno actual también lo está acentuando, nos hemos manifestado para denunciar tal situación y reclamar que se recupere la inversión y transparencia en el gasto, incluido las ayudas de Europa. Exigimos más profesionales, con contratos dignos, para cubrir las necesidades actuales sanitarias, de tal manera que no se convierta en una atención de supervivencia", explica Camacho a GranadaDigital.

En este sentido, en el manifiesto que se ha leído en Plaza Nueva, se indica que para "salvar a la sanidad pública" es necesaria la contratación de 1.200 facultativos, 1.500 enfermeros y 500 miembros de personal de apoyo para la Atención Primaria, con el objetivo de "acabar con la saturación y asfixia laboral actual", lo que según los cálculos de los convocantes "tendría un coste 140 millones de euros al año".

Los organizadores también exigen el contrato "inmediato" de 500 rastreadores nuevos para el Covid y de los recursos suficientes para la realización rápida de PCR, para así minimizar las sucesivas olas de la pandemia, lo que permitirá que el grueso de los recursos de la Sanidad Pública puedan ocuparse de las patologías no Covid graves, "que no están siendo atendidas actualmente". Lo que conllevaría un coste extra en las arcas autonómicas de 15 millones de euros al año.

"El gobierno andaluz debe aclarar en qué ha invertido los 1.000 millones de euros estatales de ayuda Covid, previstos durante 2020, implementar un sistema de participación real de la ciudadanía en temas de salud y acelerar en lo posible la vacunación de la población", han puntualizado desde la organización de la manifestación.

En el documento, la coordinadora andaluza indica que “estamos en un momento histórico crucial”, ya que los efectos de la pandemia y su forma de gestionarla “es un escenario ideal para la privatización masiva de la sanidad pública”.

Señala que “nunca como ahora se ha decidido desmantelar el modelo de sanidad pública universal y gratuito por otro modelo de copagos, de contratos complementarios con seguros privados y del eufemismo colaboración público-privada, que no es otra cosa que un modelo de parasitación de lo público”.

De este modo, lamenta que “aquellos sectores que no puedan costearse los complementos privados quedarán marginados y atendidos con peor calidad en lo que se denomina beneficiencia”, al tiempo que se pregunta “para qué existen los gobiernos”. “Según nuestro criterio, para trabajar a tope con el único compromiso de mejorar las necesidades de la población. No lo cumplen con todas y todos”, asegura.

“En circunstancias excepcionales, como esta, son más necesarias que nunca las conductas solidarias, el apoyo mutuo, potenciar lazos comunitarios y luchar por nuestros derechos desde los barrios, desde los pueblos y las ciudades, teniendo como única prioridad al ser humano”, concluye Juan Luis Camacho.

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