Las minas de Alquife continúan en fase de preexplotación a la espera de análisis del mineral
Cuando se confirme la viabilidad del proyecto, comenzará una segunda fase para su explotación
El delegado del Gobierno andaluz en Granada, Pablo García, ha explicado este viernes que las minas de Alquife (Granada) siguen en fase de preexplotación, a la espera de los análisis de las muestras de hierro extraídas, tras 23 años sin actividad en el yacimiento.
En la rueda de prensa de balance del primer año de esta legislatura, junto con la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, el delegado se ha referido al proyecto para la puesta en marcha de estas minas del Marquesado, en la comarca de Guadix, tras la agilización de la documentación pendiente en su departamento, en colaboración con áreas como la de Medio Ambiente.
Para que comience la fase de extracción propiamente dicha, la empresa ha de acometer antes "distintos análisis para ver la viabilidad de la pureza que tiene el mineral", en un proceso "complejo" que requiere del traslado a "altos hornos de Europa".
Una vez que el resultado de esta fase de preexplotación esté "atado y bien atado" y se confirme la viabilidad del proyecto, comenzará una segunda fase para su explotación, ha detallado el delegado de la Junta.
A finales del pasado mes de abril, en el balance de los cien primeros días del Gobierno andaluz, Pablo García resaltó el papel de la Junta "desbloqueando documentación que llevaba meses parada y que ponía en serio peligro la fase de pruebas", que caducaba, dijo, "por la incomprensible desidia de la anterior administración".
Detalló entonces que la empresa estaría medio año realizando diferentes test para evaluar la calidad del producto que se estaba extrayendo de la mina, al objeto de transportarlo por carretera hasta la provincia de Almería y de ahí a distintos puntos de Europa por vía marítima.
Los resultados previos habían sido positivos y se esperaba que a final del año pasado estuvieran listos los informes definitivos de cara a la puesta en marcha de la fase de explotación propiamente dicha durante, al menos, tres décadas.