El Ministerio de Cultura inicia los trámites para declarar al Puente del Hacho como Bien de Interés Cultural
El viaducto ferroviario de finales del siglo XIX es de una gran singularidad y es altamente representativo del periodo histórico en el que fue construido como exponente de la tecnología de la época
La Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, dependiente del Ministerio de Cultura, ha incoado el expediente para declarar Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, el viaducto de la antigua línea de Ferrocarril Linares-Almería sobre el río Guadahortuna, también conocido como Puente del Hacho, en los municipios de Alamedilla y Guadahortuna.
El Boletín Oficial del Estado (BOE) recoge este viernes la resolución emitida al efecto por la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes, que ha iniciado de oficio las acciones oportunas para llevar a cabo la protección legal de esta construcción, aumentar el conocimiento del bien y tomar las medidas adecuadas para su correcta conservación.
Este viaducto ferroviario es una estructura monumental de hierro de finales del siglo XIX que se encuentra junto a la estación de Alamedilla-Guadahortuna, sobre el río Guadahortuna salvando una fuerte vaguada y constituye un testimonio de la llamada arquitectura del hierro en la que adquiere un papel predominante lo técnico, habiendo una fusión de arquitectura e ingeniería.
Con la arquitectura del hierro fue desterrada la idea tradicional de que las obras de ingeniería no poseen cualidades estéticas. La belleza formal del Puente viene dada por la simetría y rotundidad de las líneas. Es sin duda un hito visual y paisajístico, con una relevante presencia en el territorio, según se detalla en la resolución publicada en el BOE, consultada por Europa Press.
El puente está formado por tres tramos apoyados en once pilastras, siete de hierro y cuatro de piedra. El primer tramo, de unos 32 metros de longitud, es una viga armada que parte del estribo del puente y tiene como segundo apoyo un pilar de cantería. El siguiente tramo, está constituido por una viga continua apoyada en las siete pilastras de hierro. El tercero, es una viga continua independiente sustentada por tres pilastras de piedra y el otro estribo del puente.
La peculiaridad de la construcción radica en que presenta perfiles estructurales de tres tipos exclusivamente: ángulo, pletina y 'U'. Todos los elementos son de acero laminado y las piezas están unidas entre sí mediante la técnica del roblonado. En el punto de contacto entre la viga continua y las pilastras metálicas existen juntas de dilatación auxiliadas por rodillos cuya finalidad era asegurar la estabilidad de toda la estructura; exceptuando la pilastra central, que tiene un apoyo fijo.
El Ministerio de Cultura ha recabado informe a la Universidad de Granada, para la incoación como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Monumento, de este viaducto. El informe señala la idoneidad de esta declaración atendiendo a su gran singularidad y a que es altamente representativo del periodo histórico en el que fue construido, exponente de la tecnología de la época, que ha formado un paisaje característico y tiene la suficiente entidad como para ser valorado como obra arquitectónica de naturaleza artística.
Por todo lo cual, se considera que está completamente justificado su reconocimiento como Bien de Interés Cultural, de acuerdo con la normativa vigente y a efectos de que se garantice la adecuada preservación de él mismo y su entorno.
Datos históricos
Para afrontar este proyecto, en 1889 se creó la Compañía de los Caminos del Hierro del Sur de España, encargando las obras a la empresa francesa Fives Lille y modificando el trazado inicial, proyectado por Úbeda y Baza.
La compañía francesa Fives-Lilles, una de las más importantes de Europa, levantó numerosos puentes en Francia, Italia, Rusia y España, con obras civiles tan importantes como La Torre Eiffel o el Puente de San Jorge en Oporto. El estudio para la construcción del Puente lo firman dos experimentados ingenieros franceses, Duval y Boutilliea, que había sido colaboradores de Gustave Eiffel.
El Puente del Hacho fue construido en el término municipal de Guadahortuna justo en el límite con el término de Alamedilla, a la salida de la estación denominada Alamedilla-Guadahortuna. Ya desde su construcción se convirtió en un claro referente de la ingeniería y de la arquitectura, al ser el puente de hierro más largo de España.
Socialmente, dio trabajo de forma directa a cientos de personas durante su construcción a lo largo de casi una década, originando un poblado que se ubicó en los alrededores de la estación Alamedilla-Guadahortuna y se mantuvo hasta la década de los años cincuenta.