Los minutos finales, la barrera entre Covirán y la victoria

El Covirán Granada ya se encuentra inmerso en la preparación de su quinto partido de la temporada con el único objetivo de lograr una estabilidad en su juego que les permita cosechar la primera victoria de la campaña. Las cuatro derrotas consecutivas en este inicio de liga comienzan a pesar sobre la plantilla rojinegra que se vio claramente afectada al término del encuentro ante Baskonia del pasado domingo. Nuevamente con una semana larga de entrenamientos, el equipo viajará el viernes hacia Bilbao, los granadinos seguirán poniendo el foco es esos pequeños detalles que aun le privan del deseado triunfo.

Uno de los problemas que arrastra Covirán Granada en esta temporada 23/24 de la ACB reside en los minutos finales de los partidos. A excepción del duelo ante UCAM Murcia, donde los parciales fueron prácticamente calcados para ambos equipos, en los choques ante Joventut Badalona, Bàsquet Girona y Baskonia se ha repetido un mismo patrón a partir del ecuador del último cuarto: un sinfín de errores en el tiro, acompañados de pérdidas, que han hecho que balanza de la victoria cayese del lado rival.

En el partido ante Joventut, correspondiente a la segunda jornada de la temporada, el último parcial arrancó con el 60 a 70 a favor del Covirán Granada. En tan solo cuatro minutos de juego, los de Carles Durán sumaron un parcial de 16 a 4 que les permitió darle la vuelta al marcador, aunque los rojinegros respondieron para poner el 76 a 78. Desde ese momento, la debacle. Cuatro lanzamientos fallados, entre ellos dos triples, cuatro pérdidas y una antideportiva de Artur Konontsuk llevaron a Covirán Granada a su segunda derrota de la temporada. En los últimos cinco minutos de partido, tan solo Cristiano Felicio fue capaz de anotar desde la línea de personal para colocar el 80 final en el casillero granadino.

Misma situación ante Girona. Los de Pablo Pin entraron en los diez últimos minutos de juego con una ventaja de dos puntos en el marcador (69-67), resultado que cambió al 79 - 81 para los de Salva Camps a falta de seis minutos para el pitido final. Con todo por decidir y aun tiempo suficiente para luchar, los errores en el plano ofensivo volvieron a relucir. Cinco lanzamientos fallados, de ellos cuatro desde la línea de triple. Tampoco entraron los tiros libres de los que disfrutó Evaldas Kairys. Aunque hubo un breve momento en el que Covirán Granada encadenó tres acciones positivas consecutivas de la mano de Thomasson y Felicio, los errores volvieron a condenarlos una vez más.

Aunque, quizás, el ejemplo más claro se pudo ver ante Baskonia este pasado fin de semana en el Palacio de Deportes. El último cuarto comenzó con el 58 a 62, cuatro puntos de diferencia que podía solventarse fácilmente. El Covirán Granada llegó a colocarse a tan solo un punto de distancia con el 70 a 71 a falta de 6:47 para el final del encuentro, sin embargo, aquí quedó todo ápice de esperanza de lograr la primera victoria del curso. Seis lanzamientos fallados, tres de ellos desde la línea de 6'75 y una pérdida hasta que Kwan Cheatham logró desatascar el ataque rojinegro. Para cuando llegó la canasta del ala-pívot estadounidense, solo quedaban 2:26 para el final. Aunque Covirán Granada peleó hasta el final, los minutos de apagón a nivel ofensivo volvieron a jugarle una mala pasada, sumando así su cuarta derrota consecutiva.

Más allá de las breves desconexiones que el equipo puede sufrir durante los partidos, momentos de sucesión de errores que la plantilla puede solventar como ya lo ha demostrado, la clave estará en los minutos finales, instantes tensos y decisivos en los que el Covirán Granada no ha sabido mantener la calma para tener, al menos, una victoria en su casillero. Estos instantes finales serán más importantes que nunca pues el próximo rival de los granadinos, Bilbao Basket, es otro de los conjuntos de esta competición que ha demostrado tener armas más que suficientes para arrollar al rival que se ponga por delante, sino que le pregunten a UCAM Murcia.