El mirador de San Nicolás: Una visita obligada en la ciudad de Granada
El mirador acoge a cientos de personas llegadas desde los rincones más dispares del mundo para contemplar una de las vistas más bonitas
El Mirador de San Nicolás es quizás el más famoso de Granada. Desde que Bill Clinton lo visitara en 1997 y dijera que vio “la puesta de sol más bonita del mundo”, se ha convertido en uno de los lugares más visitados por los turistas que visitan la ciudad. Desde rincón se pueden avistar la Alhambra y el Generalife con Sierra Nevada detrás, la ciudad y la Vega de Granada.
En un encantador entorno, junto a la que fue una de las antiguas mezquitas de la ciudad musulmana y en pleno barrio del Albaycín. Con sus calles empedradas, aljibes, bares de tapas y sus gentes, no deja indiferente a nadie. La Iglesia de San Nicolás fue construida en 1525 sobre una mezquita como muchas otras iglesias de Granada y da nombre a la plaza y al mirador. Este templo de estilo mudéjar y gótico está cerrado a la espera de una restauración. Reconstruida varias veces durante su historia, la iglesia de San Nicolás ha sucumbido al fin a las filtraciones de agua y a la humedad. Su imagen forma parte inseparable del mirador.
¿Cómo llegar al Mirador de San Nicolás?
Hay dos autobuses que suben desde el centro de Granada: C31 y C32. Ambas líneas pasan por Plaza Nueva, Paseo de los Tristes y Carrera del Darro. El C32 también tiene paradas en la Alhambra y en el barrio del Realejo, así que puede subir en cualquiera de éstas para ir al Mirador de San Nicolás. Estos autobuses son pequeños, con capacidad para unas 20 personas solamente, de manera que casi siempre están llenos. Posiblemente tenga que esperar al siguiente para subir en uno de ellos.
Desde Plaza Nueva sale también el C34, que también es un microbús y va al Sacromonte. Sacromonte. Estos no están tan llenos, pero tiene que bajarse a mitad de la Cuesta del Chapiz, justo cuando el autobús gira a la derecha en la Placeta del Peso de la Harina, donde está la estatua del gitano Chorrojumo.