Mireia Belmonte ultima su preparación en el CAR de Sierra Nevada de cara al próximo europeo de natación
Será en Berlín, del 13 al 24 de agosto, donde la barcelonesa tratará de confirmar el nivel competitivo exhibido en citas anteriores.
Ocho de la tarde de una calurosa tarde de julio. Mireia Belmonte llega puntual a la cita con Renault, uno de sus patrocinadores; baja del coche y desde entonces exhibe sonrisa y simpatía. Ni rastro en su cara del cansancio acumulado durante estas semanas de preparación espartana en el CAR de Sierra Nevada. La cita, el próximo Campeonato Europeo de Natación en piscina de 50 metros, a disputar entre el 13 y 24 de agosto en Berlín. Evento importante y estación de paso hacia los Juegos de Río 2016, tras haber arrasado con cuatro oros en los últimos europeos de piscina corta celebrados en Herning (Dinamarca), el pasado mes de diciembre.
Las jornadas de entrenamiento comienzan a las siete de la mañana y no acaban hasta las diez de la noche, hora en que se apaga la luz de la mesita de noche. Entre medias, trabajo duro dentro y fuera del agua a 2.320 metros de altitud, bajo las órdenes de Fred Vergnoux, técnico francés que ha sacado lo mejor de Mireia en los últimos años.
La nadadora olímpica, que no visita el CAR por vez primera, afirma estar “sorprendida de lo bien que me está yendo en el agua y fuera del agua, de momento vamos por buen camino para el europeo “. Y es que todo parece estar en su sitio en la carrera de Mireia. Desde el inicio del año pasado compite en las filas del Club Fuensanta, de la Universidad Católica de Murcia, aunque sigue viviendo, entrenando y estudiando en Sabadell, con los suyos. Además cuenta con el respaldo de importantes patrocinadores, que apoyan su carrera y que no dudan en unir sus nombres al de una deportista de éxito como ella.
Por eso, a las puertas de Japemasa, nuevo concesionario Renault en Granada, Mireia recibe un modelo Captur personalizado en rosa, que la nadadora mira con curiosidad. Lleva algo más de un mes concentrada y “siempre es agradable recibir sorpresas”. Aunque el deseado estreno de su nuevo coche tendrá que esperar un poco: “ahora me quedan aquí cuatro días y después ya en Barcelona sí podré disfrutarlo, e ir con él de arriba abajo”, concluye.