El motivo por el que los electrodomésticos se averían más en verano
El calor provoca una mayor utilización de ciertos dispositivos domésticos, por lo que corren mayor riesgo de sufrir un percance, que no siempre cubre el seguro
Las vacaciones de verano suponen a los españoles un incremento en el consumo energético, tal y como señalan los datos ofrecidos por Red Eléctrica de España (REE). Estos ponen de manifiesto el aumento significativo en la demanda de gas para generación eléctrica experimentada en el pasado mes de julio, en el que se alcanzaron cotas superiores a las de 2010, año de cifra récord hasta el momento. Sin duda, las altas temperaturas registradas en la época estival se traducen en un incremento en el coste de la factura de la luz. Además, esto supone una sobreutilización de aparatos que nos hacen la vida más fácil y confortable en estos días de sofoco. Por eso, el comparador de seguros de hogar Acierto.com ha analizado qué electrodomésticos sufren más en esta época y por qué.
Todos los aparatos tecnológicos sufren si los sobrecargamos, pero hay que tener en cuenta cuáles son los más necesarios en nuestro día a día. Por ejemplo, el frigorífico, la lavadora, la caldera o el aire acondicionado son dispositivos que se convierten en imprescindiles estos días. Este último es, quizás, el que más atención recibe durante los meses de más calor, pues realmente es el que más protagonismo adquiere en el estío. Hay que cuidar y prevenir ante un imprevisto.
En estos casos es imprescindible saber qué potencia se tiene contratada con la compañía eléctrica, pues con una de 3300 kW (la media española) pueden darse sobrecargas que afecten a los electrodomésticos. En horas de máxima necesidad, en las que es usual tener encendidos varios aparatos a la vez, los cortes de luz son más frecuentes y estos pueden tener consecuencias fatales para los aparatos.
Ante este supuesto, podemos recurrir a un seguro de hogar con varias coberturas que garanticen la reparación de los aparatos eléctricos de la vivienda.
Para empezar, hay que tener muy claro qué tipo de seguro hemos contratado y qué incluye cada póliza. Por norma general, los daños eléctricos suelen estar incluidos, lo que supone una cobertura en los daños materiales de instalaciones y aparatos eléctricos. Estos percances en los dispositivos domésticos de la vivienda pueden ser consecuencia directa de corriente anormal, un cortocircuito, sobretensión de la red u otros fenómenos eléctricos similares.
Por tanto, las aseguradoras que incluyen esta cobertura deberán hacerse cargo de todo lo que esté conectado a la red eléctrica, como pueden ser el frigorífico, la lavadora, el horno, la vitrocerámica, etcétera. Pero ojo, es difícil que se hagan cargo de aires acondicionados, calderas u otros aparatos de suministro.
Así que, para evitar situaciones límite en dispositivos que probablemente el seguro de hogar no cubra, debemos tener en cuenta algunas claves para no llegar a esta coyuntura.
Aire acondicionado: la limpieza es crucial
Encender el aire acondicionado es uno de los placeres del verano, sobre todo cuando se instala alguna ola de calor en nuestro país. Por eso, si queremos disfrutar de él, debemos tener en cuenta ciertos cuidados que alargarán su vida útil y, además, nos evitarán averías o sustituciones indeseadas.
La clave para que esto no suceda es la limpieza. Realizar un exhaustivo saneamiento de los filtros y compartimentos interiores del aparato tiene una doble ventaja: funcionará mejor y ahorrará energía. De hecho, un aire acondicionado sucio puede incrementar hasta en un 10% la factura de la luz.
Por tanto, dedicar un tiempo a quitar toda la suciedad de los filtros es una muy buena idea si queremos esquivar ese gasto innecesario. Además, otro aspecto a tener en cuenta, y no menos importante, es el cuidado de la salud. Un aparato limpio es sinónimo de respirar un aire de buena calidad, sin ácaros u otros elementos perjudiciales. Para ello, es fundamental limpiar la suciedad que pudiera acumilarse en el split interior, para que el intercambiador de frío no se vea afectado.
De igual modo, otro elemento clave a revisar en los aparatos de aire acondicionado es el gas. Un nivel óptimo de este es crucial para alcanzar una temperatura óptima y no sobrecargar el propio dispositivo. En este caso, lo más recomendable es recurrir a un técnico.
Frigorífico: deja de abrirlo cada poco tiempo
El gesto más cotidiano que se puede realizar en una cocina no es otro que el de abrir el frigorífico. Buscar una simple botella de agua se convierte en una de las actividades más recurrentes a lo largo del verano y, además, es una acción que se repite varias veces al día por parte de todos los miembros del hogar.
Esta reiteración es uno de los principales problemas para la conservación del frío en el interior del electrodoméstico. El termostato -que además estará expuesto al grado más bajo de su capacidad- sufre en este periodo estival una carga alta de trabajo, pues las repetidas aperturas provocan cambios en la temperatura interior que deben ser regulados para conservar los alimentos correctamente.
Además, como hemos comentado, un corte eléctrico puede tener consecuencias en el electrodoméstico. Si este no está conectado a la corriente puede perder el gas refrigerante y, debido a ello, suframos una pérdida de los bienes refrigerados en su interior. Ante este supuesto, no todas las compañías de seguros se hacen cargo de esta pérdida, como en anteriores casos, por lo que es importante revisar la póliza contratada y comprobar las coberturas de su seguro de hogar.
Las calderas también sufren
Es bien sabido por todos que ducharse en verano es uno de los remedios más eficaces contra el calor estival. Hay quien prefiere el agua fría, aunque esta pueda provocar aún más calor, pues el propio cuerpo detecta que la temperatura corporal se sitúa por debajo de lo normal e intenta corregirla.
Por eso, ducharse con agua caliente -por templada que esté- es más recomendable que hacerlo con agua fría, para que al salir de la propia ducha el cuerpo perciba una sensación de alivio y frescor al entrar en un ambiente menos cálido. Por tanto, es habitual sobrecargar la caldera del hogar y esto puede desencadenar una avería justo cuando es más necesaria. Habida cuenta de que probablemente un seguro de hogar no cubra este inconveniente, revisar periódicamente este aparato se hace muy necesario.
Más coladas, lavadora expuesta
Otro electrodoméstico vital que sufre las altas temperaturas es la lavadora. El verano hace que echemos más ropa sucia a la lavadora y, con ello, pongamos más coladas a lo largo de la semana. Estas sobrecargas pueden provocar un percance en el funcionamiento normal del aparato y esto supone un imprevisto realmente molesto. Nada peor que quedarse sin lavadora cuando más hace falta.
Entonces, ¿cómo cubrirse las espaldas? Un seguro de hogar a tu medida
Como hemos comentado, sufrir la avería de uno de estos aparatos es uno de los mayores contratiempos que se pueden producir durante el año y, especialmente, durante el verano. Es importante, por tanto, echar un vistazo a las coberturas de tu póliza de hogar para prever un problema de esta envergadura. Antes de contratar deberás comparar los seguros de hogar disponibles en el mercado para elegir aquel que mejor proteja tu vivienda.
Una póliza completa debería cubrir no sólo el continente sino también el contenido de la casa e incluir asimismo la cobertura frente a reparaciones por averías de los electrodomésticos u otras posesiones importantes para cada asegurado/a.
Hay diferencias sustanciales entre aseguradoras, tanto en precio como en coberturas, pero también en los capitales asegurados en una misma cobertura en diferentes compañías, por lo que la manera más segura y eficaz de salvaguardar los objetos imprescindibles en nuestro día a día, como los electrodomésticos, es hacer una comparativa exhaustiva.