Los motivos por los que ya no se monta la célebre cruz de Plaza Larga

Bernabé Pérez, de la Asociación Cruz de Mayo Granada, desgrana las causas por las que se abandonó esta laureada tradición del Albayzín

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Destrozos en la cruz de Plaza Larga en la edición de 2016 | Foto: Archivo
Pancho Spínola Bautista
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Este 2023 se cumplen cinco años desde que se montara la última cruz de mayo en la Plaza Larga del barrio del Albayzín, una tradición que se remontaba a los años 80, cuando se fundó la Asociación Cultural Cruz de Mayo, que en cada Día de la Cruz realizaba una laboriosa tarea construyendo la mencionada escultura en dicho espacio.

Como lleva ocurriendo desde 2019, este año tampoco se podrá encontrar ninguna cruz en la citada plaza, pese a que era una de las más reconocidas de la ciudad, amasando hasta doce primeros premios durante su existencia. Los motivos responden a una amalgama de factores generacionales, logísticos y económicos, según explica el lotero Bernabé Pérez, miembro de la Asociación Cruz de Mayo, a GranadaDigital.

"La gente se va haciendo mayor y no hay jóvenes que se animen a intentar echar una mano", comenta este vecino del Albayzín, que argumenta que no disponían de suficiente personal para hacer frente a la enorme tarea que supone montar la cruz cada año: "Incluso implicábamos a amigos que no tenían nada que ver ni con el barrio ni con la cruz para que nos echaran una mano y poder dejar todo en condiciones".

Al margen de estos problemas de personal, tampoco ayudó que la asociación perdiese el único local del que disponía para guardar los materiales que utilizaban cada año para la elaboración de la cruz. Bernabé cuenta que, ante esta situación, no les quedó otra opción que despojarse de todos sus materiales: "Nos quitaron el lugar donde teníamos todo guardado en La Chumbera, en el Sacromonte. Al acabar la última cruz, nos dijeron que teníamos que desalojar el espacio, así que tuvimos que deshacerlo todo, romperlo y tirarlo al punto limpio, porque nadie quiso hacerse cargo. Si hubiese podido, me la hubiese llevado a mi casa".

El lotero considera, además, que durante los últimos años se ha experimentado una mayor afluencia de jóvenes en las celebraciones de esta festividad, que ha provocado desperfectos como en 2016, cuando hubo que reparar la escultura de Plaza Larga ante algunos desperfectos provocados por los festejos. "Durante las últimas ediciones tuvimos problemas con la masificación de adolescentes haciendo botellón y eso era un desastre, eso no era Día de la Cruz ni era nada", relata.

Por último, la escasez de recursos económicos también ha tenido su papel dentro de la desaparición de esta costumbre. Tal como detallan desde la organización, los costes para la construcción de cada cruz eran difíciles de asumir, a pesar de tratarse de una de las entidades más laureadas cada año. "A nosotros nos costaba un dineral, porque con dos rifas y cuatro cosas que recicles no te da. Si te cuesta la cruz 5.000 euros y recaudas 3.000 estás pagando 2.000. Además, a las tres de la mañana nos obligaban a dejar la plaza desalojada y limpia bajo amenaza de multa. En fin, son muchos inconvenientes para poder montar todo este puzzle", lamenta Bernabé.

Por todos estos motivos, parece difícil que los vecinos del Albayzín puedan volver a disfrutar pronto de la cruz de Plaza Larga. Al menos, desde la Asociación Cruz de Mayo no creen que vaya a ser así, teniendo en cuenta la destrucción de todos sus recursos al perder su almacén en Sacromonte. "Nunca se sabe, pero es difícil que volvamos a retomarla", sentencian.