MSF reclama ayuda "urgente" para los miles de refugiados atrapados en "tierra de nadie" en los Balcanes
La organización reparte guantes o chubasqueros tras detectar un aumento en los casos de hipotermia
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado de que al menos 3.000 personas han quedado atrapadas en "tierra de nadie" en la frontera entre Serbia y Croacia y han pasado horas al raso y sin ayuda, sin un "nivel básico de asistencia" que la ONG considera "urgente" para evitar enfermedades graves.
La organización ha denunciado en un comunicado las condiciones "extremadamente caóticas" generadas en el paso que comunica Berkasovo y Bapska. La asesora humanitaria Francisca Silva ha asegurado que estas personas están "nerviosas" y se han generado "tensiones" entre distintos grupos.
"Las madres lloran con sus hijos en brazos, preocupadas por que perderán su oportunidad de cruzar la frontera", ha apuntado Silva, que ha relatado cómo una zona que hasta ahora ha sido "sólo un punto de tránsito" ha terminado siendo una trampa "sin mínimas condiciones de refugio, sanitarias e higiénicas".
Para la coordinadora de emergencias de MSF en los Balcanes, Elisabetta Faga, la situación actual es producto de "una falta de coordinación y liderazgo que está dejando a refugiados vulnerables sin el refugio y el apoyo que necesitan desesperadamente".
"Es urgente proporcionar condiciones de tránsito adecuadas, ya que las constantes llegadas desde Grecia y Macedonia sólo van a empeorar las cosas, con el riesgo de que aumenten las tensiones en los próximos días o incluso horas", ha añadido Faga.
ASISTENCIA BÁSICA
Faga ha lamentado que, "después de huir de conflictos y de arriesgar sus vidas cruzando tierra y mar, bebés, niños, mujeres embarazadas y personas discapacitadas se han quedado atrapados sin la asistencia adecuada", sin una "asistencia humanitaria básica" que debería incluir comida, agua, refugio o baños.
MSF ha habilitado dos clínicas móviles y ha detectado un aumento en el número de casos de hipotermia y otras enfermedades relacionadas con el mal tiempo. La ONG ha repartido mantas, guantes y chubasqueros mientras intenta negociar con las autoridades locales refugios que eviten dormir a los refugiados dormir al raso.
MSF, que ya se prepara para recibir a un mayor número de pacientes, teme que si no se atiende inmediatamente a estas personas la vida de embarazadas, niños y ancianos corra peligro. La asesora humanitaria de la organización en materia de desplazados, Aurelie Ponthieu, ha avisado de que, sin una atención adecuada, "la situación no hará sino empeorar en invierno".