Muere Candi, presidente histórico del Granada matagigantes

Cándido Gómez Álvarez (Porriño, 1928), conocido por todo el granadinismo como Candi, ha muerto este lunes a los 96 años. Su nombre es uno de los que permanecen grabados en un lugar importante de la historia del Granada, como jugador primero y más tarde como presidente. Dirigió al club en varias etapas, hasta acumular en el puesto 14 años, cinco meses y cuatro días, con lo que se convirtió en la persona que más tiempo ha ostentado el cargo. Entre esos ciclos, el brillante origen del mítico matagigantes.

Nacido en Porriño y de padres portugueses, Candi comenzó a jugar al fútbol casi por casualidad. Cuando tenía 14 años, el Celta de Porriño se quedó sin guardameta y, dada su corpulencia, fue reclutado por el conjunto gallego. Al año siguiente ingresó en el Rápido de Bouzas a cambio, según explicó en alguna entrevista, de que le pagaran el tranvía y 25 pesetas para el almuerzo, aunque solía acudir en bicicleta. Se marchó después a Logroño con su hermano, que había abierto una industria, y se incorporó al filial del Logroñés con 16 años. Con 17, sin embargo, su rendimiento le permitió enrolarse en el Athletic de Bilbao. 

En San Mamés compitió a la sombra de Lezama, indiscutible bajo palos, lo que le llevó cedido a Valladolid, Valencia y Hércules, sin éxito. Le surgió la oportunidad de unirse al Celta de Vigo, pero una llamada de su hermano le invitó a fichar por el cuadro nazarí. Su insistencia terminó por convencer a Candi, como relatan José Luis Entrala y José Luis Ramos en La Historia del Granada CF. El club buscaba a un guardameta joven, con proyección, y la detectaron en el gallego, pese a que había sido suplente en Pucela. 

Candi llegó a la ciudad en agosto de 1948. Firmó por dos temporadas, pero acabó disputando diez en la portería de Los Cármenes, con un par de cesiones al Zaragoza y al Levante entre medias. En total, disputó 198 partidos como portero del equipo rojiblanco, que le dieron para protagonizar algunas historias curiosas. Una de ellas tuvo lugar durante un amistoso contra el Málaga en Los Cármenes, en el que el guardameta del conjunto blanquiazul se lesionó y no había un suplente que le reemplazara. El portero nazarí se puso bajo palos en el equipo rival, mantuvo la puerta a cero y recibió como compensación 20 duros del cuadro malaguista, recogen los historiadores. Otra, en una goleada al Orihuela, el colegiado concedió un gol al cuadro alicantino, pero el cancerbero gallego convenció al trencilla de que el balón había rebotado por la parte externa de la red y el tanto fue anulado.

De portero a presidente

Sin embargo, el granadinismo recuerda a Candi sobre todo por su periplo como presidente, considerado por muchos como el mejor que ha ostentado el cargo en la historia del club, aunque no exento de algunas sombras. Desde el palco, presenció 573 encuentros desde que llegó a la presidencia del Granada el 15 de septiembre de 1967. Comenzó con una etapa de nueve años durante los que situó al conjunto rojiblanco entre los mejores de España y firmó sus mejores campañas, hasta la gesta europea de 2020 y 2021. Ahí nació la leyenda del matagigantes, el plantel que derribaba a los clubes más potentes del país. Hizo grandes fichajes y descubrió promesas que se convirtieron con el tiempo en realidad, hasta que en 1976, con el equipo desinflándose, abandonó el cargo. En este primer ciclo dejó una herencia que ahora es seña de identidad inconfundible: la conversión a las franjas horizontales. 

En 1981, con el Granada en Segunda División B, Candi volvió a asumir la presidencia, sin demasiado éxito deportivo. Esta segunda etapa concluyó en 1985, cuando pidió permiso para salir por enfermedad. Su tercer ciclo comenzó en 1995, con la inauguración del Nuevo Los Cármenes, pero un intento frustrado de ascenso le llevó a salir de nuevo al año siguiente. Desde entonces, ha sido un aficionado más del club rojiblanco, hasta ahora abonado número tres de la entidad.