Fallece el cantaor Toni Maya, referente del flamenco en Granada

Nacido en el Sacromonte, acompañó a figuras como Lola Flores, Bambino, Camarón, Morente o Paco de Lucía

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Toni Maya, durante una actuación en el Café de Chinitas | Foto: Youtube
GranadaDigital
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El mundo del flamenco en Granada está de luto por la muerte de uno de los buques insignia del flamenco del Sacromonte y un sólido personaje de la noche madrileña desde que desembarcara en la capital de España en los años 60. El que fuera ojo derecho de ‘La Faraona’, cantaor y bailaor de la saga sacromontana de los Cotorreros, falleció el día 19 de octubre en Madrid, tras una enfermedad hepática que mermó sus facultades en los últimos meses. Será enterrado mañana lunes 21 de octubre  las 17 horas en el cementerio de San José de Granada.

Según ha informado Juan Pinilla, cantaor granadino a quien GranadaDigital agradece sinceramente su colaboración, Juan Antonio Maya Cortés nació en el número 9 de la sacromontana ‘Verea de Enmedio’, el día 1 de diciembre de 1947, en la misma cueva donde se rodó en 1936 ‘María de la O’, de Carmen Amaya. Biznieto de la legendaria bailaora Chata la Jampona, nieto de 'El Cotorrero', sobrino nieto de ‘La Jardín’ y ‘Paquillo El Gitano’, e hijo de la bailaora Tía Lili.

Comenzó a los 10 años en las cuevas del Sacromonte y con 14 pasó a Jardines Alberto, donde comenzó a ser reclamado para cantar al baile. De allí pasó Madrid donde comenzó a cultivarse un nombre entre las grandes figuras de la época. La bailaora granadina Mariquilla lo contrató en el tablao ‘El Jaleo’ de Torremolinos y se hizo un imprescindible para el baile, siendo cantaor habitual de reputados bailaores como Farruco, Mariquilla, Trini España, Manolete, Antonio Canales, Juan Andrés Maya, Joaquín Cortés o Mario Maya.

En los años 70 era reclamado por artista como Bambino, Camarón, Paco de Lucía o Manolo Sanlúcar, dado su alto sentido del compás y la precisión milimétrica de sus palmas. Junto a Matilde Coral, El Lebrijano y Rafael de Córdoba, participó en la grabación de un documental sobre flamenco. Con la compañía de Luisillo recorrió Estados Unidos de norte a sur. Reclamado por los artistas más jóvenes, acompañó con su cante a Antonio Canales, La Chunga, Joaquín Cortés y Juan Andrés Maya.

Fue fiel compañero de Lola Flores en la última etapa de la artista jerezana y a la que le unió una entrañable amistad. En los años 90 formó su compañía ‘Gitanos del Sacromonte’ con la que recorrió Europa y en la que participaban su madre ‘La Lili’, su tía María La Coneja, y artistas como Juan Andrés Maya, Manuel Liñán, Jara Heredia, Antonio Solera o Luis Mariano, entre otros. Grabó su último disco en 2011 ‘Vivir para Cantar’, bajo el amparo de Alejandro Sanz y Pepe Barroso.

Las reacciones no han tardado en sucederse y las muestras de condolencias en las redes sociales se multiplican por momentos. El bailaor Juan Andrés Maya ha manifestado: “Hoy para mí es un día muy triste, ha muerto un referente, una persona con mucha fuerza, con quien me he criado y he recorrido el mundo muchos años. Él era mi cantaor. El mundo flamenco está de luto hoy porque ha muerto Toni Maya. Siempre lo llevaré en mi corazón. Ahora estará con su Lola Flores, con su mama Lili y con sus seres queridos. Donde quiera que estés, un beso querido Toni”.

El guitarrista Paco Cortés ha comentado: “Toni me conocía desde pequeño, era muy amigo de mis padres cuando trabajaban en la Zambra de María la Canastera. Nada más llegar a Madrid me dijo que pidiera permiso en mi tablao y me llevó a Valladolid con Enrique Morente, y allí fue donde empezó mi relación artística con Morente, se lo debo a él. Ha sido una voz privilegiada, para cantar al baile era único”.

La reconocida bailaora Mariquilla, una de las primeras artistas en sacar a Toni Maya a los escenarios, ha lamentado también su pérdida: “Me lo llevé al Jaleo siendo casi un niño y la primera televisión que hizo fue conmigo, hicimos giras por Bélgica y por muchos sitio, teníamos una familiaridad y un cariño que ha llegado hasta nuestros días. Mi madre y yo éramos muy amigas de su madre, la Lili. Toni tenía unas palmas espectaculares, yo me sentía muy arropada cuando lo llevaba conmigo. Rezo por él porque se nos ha ido uno de los personajes más emblemáticos.”