Muere en el hospital el anciano atropellado por un joven bebido que se dio a la fuga
El conductor, de 20 años, atropelló al hombre en torno a las 7:45 horas del 11 de septiembre y se dio a la fuga sin socorrer al hombre
Europa Press
El hombre de 87 años que fue atropellado el pasado 11 de septiembre en el paseo del Salón de Granada capital por un joven que conducía bebido ha fallecido hace unos días en el hospital al no poder recuperarse de las lesiones sufridas, según han confirmado a Europa Press fuentes policiales.
El joven conductor, de 20 años, atropelló al anciano en torno a las 7:45 horas de aquel día, que era domingo, y se dio a la fuga sin socorrer al hombre, tras lo que se ocultó en su vivienda, según han detallado las mismas fuentes.
La víctima, que iba junto a su perro, resultó herido de gravedad, con sangrado en la cabeza y las extremidades superiores, por lo que fue atendido primero en el lugar del accidente por los servicios sanitarios del 061 y luego trasladado a un centro hospitalario de la ciudad, donde falleció la semana pasada.
Tras el atropello, la Policía Local de Granada logró localizar el coche en el que iba el joven y, a partir de ahí, consultar los datos del titular del vehículo para dar con su domicilio. Los agentes localizaron allí al joven, que terminó reconociendo los hechos y que, tras hacerle la prueba de alcoholemia, todavía en ese momento dio positivo.
El joven fue detenido en ese momento por presuntos delitos de lesiones, conducción bajo los efectos del alcohol y por darse a la fuga abandonando a la víctima en el lugar del siniestro. Tras prestar declaración quedó en libertad con cargos, aunque el fallecimiento del anciano podría suponer que le sea imputado ahora un delito de homicidio por imprudencia.
También por un caso vinculado a la conducción bajo los efectos del alcohol, el Juzgado de lo Penal 5 de Granada acogió a mediados de septiembre un juicio contra un hombre acusado de matar a un motorista el 3 de octubre de 2021 cuando conducía ebrio por la circunvalación de Granada y que aceptó una condena de cinco años de prisión como autor de los delitos de conducción temeraria, homicidio por imprudencia grave y por conducción bajo los efectos de bebidas alcohólicas.
En el momento del atropello, este conductor se dirigía precisamente a un juicio por alcoholemia después de que el día anterior le denunciara la Guardia Civil por conducir también bebido.
